sábado, 21 de marzo de 2009

PODER SIN LIMITES


Anthony Robbins,
Editorial Grijalvo
México, 1988


PRESENTACION
Hola amig@s,
Poder sin límites de Anthony Robbins es el libro que habla sobre el amor. Pero no aquel que esperamos que nos den sino aquella fuerza que sale de nosotros y que, además, de sentimiento, es un poder creador y forjador de nuestro destino…

Este resumen de lo dedico a mis amigos que manejan el poder. Muchos de ellos veo que echan mano de juegos sucios psicológicos. En este libro se comprende cómo es que aprender a modelas la excelencia humana implica que EL PODER VERDADERO SE COMPARTE Y NO SE IMPONE. Y esto lo podemos aplicar en todas las facetas de nuestra vida. Lo digo yo que el karma me enseñó lo anterior al hacerme crecer en un ambiente familiar y social donde la imposición quiso castrar hasta los más íntimos pensamientos y lo que algo que había adentro no se dejaba. Es la fuerza de la que habla el libro.

La moraleja es que las personas pueden hacer prácticamente cualquier cosa si logran encontrar dentro de sí los recursos para creer que pueden y para poner efectivamente manos a la obra.


Atentamente,
Periodista, Escritor y Creador de teatro César Chupina
Embajador Cultural de la Paz





"Dedicado al poder más grande que uno tiene: el poder de amar, y a todos los que le ayudan a compartir esa magia."

"Reír mucho y a menudo; ganarse el respeto de las personas inteligentes y el aprecio de los niños; merecer el elogio de los críticos sinceros y mostrarse tolerante con las traiciones de los falsos amigos; saber apreciar la belleza y hallar lo mejor en el prójimo; dejar un mundo algo mejor, bien sea por medio de un hijo sano, de un rincón de jardín bien sembrado o de una condición social redimida; saber que al menos una vida ha respirado más libremente gracias a la nuestra: eso es haber triunfado”. Ralph Waldo Emerson


COMO SE MODELA LA EXCELENCIA HUMANA
La Mercancía de los Reyes
El éxito está en la continuidad del esfuerzo de quien aspira a más. Es la oportunidad de progresar incesantemente en los aspectos emocional, social, espiritual, psicológico, intelectual y económico, al tiempo que uno aporta algo a los demás en alguna faceta positiva.
El poder verdadero se comparte, no se impone. Es la aptitud para definir las necesidades humanas y para satisfacerlas (tanto las propias como las de las personas que a uno le importan). Es el don de gobernar el propio reino individual (los procesos del propio pensamiento y los actos de la propia conducta) hasta obtener exactamente los resultados que uno desea.
En esta sociedad los que poseen la información y los medios para comunicarla tienen lo que solían tener los reyes; un poder ilimitado. En la era moderna, la información es la mercancía de los reyes.
Es la acción lo que da la consistencia a todo éxito sobresaliente. El conocimiento no es más que poder en potencia, especialmente cuando recae en manos de quien sabe cómo conducirse a sí mismo para actuar con eficacia. O mejor dicho, la definición literal de poder es esta: "Capacidad para actuar".
Lo que hacemos en la vida está determinado por la manera en que nos comunicamos con más detenido nos demostraría que el don principal que tienen quienes destacan sobre los demás y lo que les diferencia de éstos, es su aptitud para ponerse en acción.
En primer lugar, desarrollamos una comunicación interna, constituida por las cosas que nos representamos, decimos y nosotros mismos. Sin embargo, un examen sentimos en nuestro fuero interno. En segundo lugar, experimentamos la comunicación externa: con el mundo exterior nos comunicamos por medio de palabras, entonaciones, expresiones faciales, posturas corporales y acciones físicas. La comunicación es poder.
La totalidad de la conducta y de los sentimientos tiene sus raíces en alguna forma de comunicación.
Lo que uno percibe no es el resultado de lo que le ocurre en la vida, sino de la interpretación que da a lo que le ocurre. La historia personal de quienes triunfan nos demuestra, una y otra vez, que la calidad de la vida no está determinada por lo que nos ocurre, sino por lo que hacemos ante lo que nos ocurre.
Uno no "cae" en una depresión, sino que la crea, lo mismo que cualquier otro "resultado" de la vida, mediante unas acciones mentales y psíquicas determinadas. El que se siente deprimido está contemplando su vida de una manera particular, y se dice ciertas cosas a sí mismo con una cierta entonación precisa, y adopta una postura específica y un ritmo de respiración típico.
Y en algunos casos obtiene de ello muchos beneficios de orden complementario como atención por parte de los demás, compasión, cariño, etc. de manera que adopta dicho estilo de comunicación como su modo de vida natural.

TECNOLOGIA DEL DESEMPEÑO ÓPTIMO
(Optimum Performance Technologies)
El primer factor, estriba en saber exactamente cuál ha de ser el resultado, o sea definir con precisión lo que uno quiere conseguir.
El segundo factor, consiste en pasar a la acción, ya que de lo contrario los deseos quedarían para siempre en la esfera de los sueños.
El tercer factor, que estriba en desarrollar la agudeza sensorial que se necesita para distinguir qué clase de reacciones y resultados obtenemos como consecuencia de nuestras acciones, y en observar cuanto antes si estamos en el camino correcto o nos desviamos por defecto o por exceso.
El cuarto factor, que estriba en desarrollar la flexibilidad imprescindible para modificar el rumbo de nuestra conducta hasta conseguir lo que queremos.
La observación del comportamiento de quienes destacan nos dice que ésos son los pasos que ellos han seguido. Empezaron con una meta, blanco y objetivo, puesto que no es posible acertar cuando uno no sabe adónde apunta. Luego emprendieron la acción, porque no basta sólo con el saber. Poseyeron la cualidad de leer en los demás, para descubrir qué reacciones suscitaban. Y supieron adaptarse, corregirse a sí mismos, modificar su comportamiento hasta cosechar el fruto de su trabajo.
Cuando se posee la cualidad precisa para una acción masiva y persistente. Se es capaz de escuchar mil veces la palabra "no" y, sin embargo, seguir comunicándose consigo mismo de tal manera que le permitirá llamar a la puerta siguiente, totalmente convencido de que podrá ser la de alguien que le contestará con un "sí".
La moraleja es que las personas pueden hacer prácticamente cualquier cosa si logran encontrar dentro de sí los recursos para creer que pueden y para poner efectivamente manos a la obra.

Rasgo número uno: La pasión
Por pasión, uno madruga y trabaja hasta altas horas de la noche. Pasión es lo que quiere hallar la gente en sus relaciones; la pasión da vigor a la existencia y le confiere savia y sentido. No se alcanza la grandeza sin una pasión por ser y hacer algo grande; no importa si las aspiraciones son las de un atleta o las de un científico, las de un padre de familia o las de un hombre de negocios.

Rasgo número dos: La fe
Son las creencias lo que distingue principalmente a quienes destacan en algo grande de quienes fracasan, ya que nuestra fe en lo que somos y podemos llegar a ser determina con bastante exactitud lo que seremos. Si creemos en la magia, tendremos una vida mágica si creemos que en la vida predominan las limitaciones, nos habremos puesto límites muy reales. Lo posible es aquello que nosotros creamos verdad, posible o real.


Rasgo número tres: La estrategia
La estrategia es la manera de organizar los recursos.

Rasgo número cuatro: La claridad de los valores
Los valores son sistemas de creencias que nos sirven especialmente para juzgar lo que está bien y lo que está mal en nuestras vidas; son nuestros juicios acerca de lo que vale la pena.

Rasgo número cinco: La energía
A la excelencia difícilmente se llega paseando a ritmo demasiado sosegado. Los triunfadores se apoderan de las oportunidades y les dan forma. Viven como obsesionados por las maravillosas ocasiones de cada día, convencidos de que lo único que no le sobra a nadie es el tiempo.

Rasgo número seis: Poder de Adhesión
Casi todos los triunfadores tienen en común una extraordinaria capacidad de adhesión, es decir un talento para conectar y establecer relaciones con las demás personas, cualesquiera que sean sus orígenes sociales y sus creencias.

Rasgo número siete: Maestría en las comunicaciones
Es el tema esencial de este libro. El modo en que nos comunicamos con otros y el modo en que nos comunicamos con nosotros mismos, determinan el último término de calidad de nuestra vida. Las personas que tienen éxito son las personas que han aprendido a aceptar cualquier desafío que les presente la vida y a comunicar esa experiencia consigo mismos de tal manera que logran cambiar las cosas a mejor.
La primera parte de la obra le enseñara como adueñarse de su propio cerebro y de su cuerpo, y dirigirlos con más eficacia que nunca. Para ello actuaremos sobre factores que afectan al modo en que usted se comunica consigo mismo. En la segunda parte, estudiaremos cómo descubrir lo que usted realmente le pide a la vida, y cómo puede comunicarse más eficazmente con los demás y averiguar, al mismo tiempo, qué‚ patrones de conducta crean habitualmente los distintos tipos de personas.
La intención del autor, desde el momento en que se puso a escribir esta obra, fue dar un libro de texto a la ciencia del desarrollo humano, un libro lleno de lo mejor y más reciente de las técnicas de perfeccionamiento. Deseaba poner en manos del lector las cualidades y las estrategias que le permitirán cambiar en todo cuanto quisiera, y eso en mucho menos tiempo del que nunca hubiera creído posible. Deseaba proporcionarle al lector (a), de modo muy concreto, una oportunidad para mejorar inmediatamente la calidad de su experiencia vital.

"Pasa algo curioso en la vida; cuando uno se niega a aceptar nada que no sea lo mejor, muy a menudo lo consigue".

La diferencia se reduce a la manera en que nos comunicamos con nosotros mismos y a las acciones que emprendemos. ¿Qué hacemos cuando, tras poner todas nuestras fuerzas en el intento, las cosas nos siguen saliendo mal? Quienes triunfan no tienen menos problemas que quienes fracasan. Lo que distingue el fracaso del éxito no son las cosas que nos pasan; la diferencia estriba en cómo percibimos "lo que pasa" y qué‚ hacemos en consecuencia.


No cambian las cosas: cambiamos nosotros.
Henry David Thoreau


Como uno de los resultados producidos por mí había sido un notable exceso de peso, empecé‚ a comprender que sólo necesitaba modelar mi conducta sobre la de los delgados, averiguar qué‚ comían, cómo lo comían, qué‚ opinaban, cuáles eran sus creencias, y conseguiría lo mismo que ellos. Así fue cómo perdí mis quince kilos sobrantes.
Nuestra capacidad para hacer cualquier cosa en la vida está basada en nuestra aptitud para dirigir nuestro propio sistema nervioso, y los que consiguen cosas sobresalientes lo hacen mediante determinadas comunicaciones con el sistema nervioso y a través de él.
Uno de los postulados de la PNL es que todos los sistemas neurológicos se parecen, de manera que si alguien en el mundo puede hacer una cosa, usted también puede. Vemos una vez más que no basta con saber. La acción es lo que produce los resultados.
En el mundo de los negocios, las empresas que no aprenden del pasado y no utilizan la información más actualizada de que se puede disponer, están condenadas al fracaso.
En cambio, el mundo de la conducta humana es uno de los pocos en donde todavía rigen teorías e informaciones pasadas de moda. Muchos de nosotros seguimos utilizando el modelo decimonónico acerca de cómo funciona el cerebro y de cuáles son los móviles del comportamiento.
La primera puerta presenta el sistema de creencias de una persona. Lo que una persona cree, lo que juzga factible o no, en gran medida determina lo que es capaz de hacer o no. Hay un antiguo dicho que reza: "Tanto si crees que puedes hacer una cosa como si no, tienes razón.” Cuando uno considera que no puede hacer algo, envía a su sistema nervioso mensajes coherentes que limitan o suprimen su capacidad para hacer precisamente ese algo. Así que si uno logra modelar el sistema de creencias de una persona, habrá dado el primer paso para actuar como lo hace el modelo y producir un resultado similar. La sintaxis mental es el modo en que los individuos organizan sus pensamientos.
La tercera puerta es la Fisiología. Entre la mente y el cuerpo existe una vinculación total. El modo en que utiliza usted su fisiología (la manera de respirar, las posturas y actitudes corporales, las expresiones faciales, la naturaleza y la calidad de sus movimientos) determinan efectivamente el estado en que se encuentra.
Lo único que hacen muchos de quienes triunfan en los negocios consiste en descubrir algo que haya servido en algún lugar y repetirlo en otra parte antes de que haya pasado la fase o período de gracia. No se necesita sino adoptar un sistema probado y duplicarlo, o lo que talvez sería mejor, perfeccionarlo. Quienes actúan así, tienen el éxito virtualmente garantizado.


Del encuentro entre la preparación y la oportunidad resulta la especie que llamamos "suerte".
Anthony Robbins


Es la mente la que hace el bien o el mal, la que hace al hombre mísero o feliz, rico o pobre.
Edmund Spenser

Si pudiera usted modificar dicho estado, cambiaría su comportamiento. Comprender nuestro estado es la clave para comprender el cambio y para alcanzar la excelencia.
Cuando haya terminado este libro sabrá cómo ponerse a sí mismo, siempre que lo desee, en un estado de máximo rendimiento y capacidad, y cómo salir de los estados inhabilitantes. Recordemos que la clave de poder es la acción.
El cómo y el porqué‚ se representan uno las cosas, además del cómo y el qué‚ se encuentra relacionado con los tipos de comportamiento que produce. Por ejemplo: ¿cómo trata usted a su esposa, o esposo, o amante, cuando ella o él vuelven a casa mucho más tarde de lo que prometieron? ¿Por qué‚ será que los errores no lo parecen mientras uno los está cometiendo?
Son muchos los factores que intervienen en ello. Es posible que hayamos modelado nuestras reacciones a imitación de nuestros padres.
Antes de poder dirigir nuestras experiencias de la vida, hemos de comprender cómo se forman esas experiencias. En tanto que animales mamíferos, los humanos reciben y se representan la información del medio ambiente gracias a unos receptores especializados: los órganos de los sentidos, que nos comunican impresiones ópticas (vista), acústicas.
Todos tenemos una manera de ver el mundo, tenemos modelos que configuran nuestras percepciones de lo que nos rodea. Por las personas a quienes conocemos, así como a través de los libros, las películas y la televisión, nos formamos una imagen del mundo y de las posibilidades que éste encierra para nosotros.
La vida es como un río cuyo fluir no se detiene. Puede uno verse a merced de la corriente si no emprende acciones deliberadas y conscientes para nadar en la dirección que juzgue más apropiada a sus intereses. Si uno enfoca continuamente todas las cosas malas de la vida, todo lo que no desea y todas las dificultades que podrían presentársele, se pone a sí mismo en un estado que fomenta esa clase de comportamientos y resultados.
El tipo de comportamiento que las personas producen es consecuencia del estado en que se hallan; lo que hagan concretamente partiendo de dicho estado depende de sus modelos del mundo, esto es, de las estrategias neurológicas impresas en ellas.


La fe, o el nacimiento de la excelencia


El hombre es lo que cree.
Anton Chejov

Es fe‚ cualquier principio, guía, aforismo, convicción o pasión que pueda suministrar sentido y orientación en la vida. Los estímulos que se nos ofrecen son innumerables. Las creencias son filtros predispuestos, organizados, de nuestra percepción del mundo. John Stuart Mill escribió "La persona que tiene fe posee más fuerza que otras noventa y nueve que sólo tengan intereses" Precisamente por eso la fe franquea las puertas a la excelencia.
Las creencias son la brújula y los mapas que nos guían hacia nuestros objetivos y nos inspiran la confianza en que sabremos alcanzarlos. Nuestra fe determina nuestra capacidad para liberar nuestras potencialidades. Una creencia puede destapar o tapar el discurso de las ideas. El método más seguro de suscitar dentro de uno mismo la fe es la propia capacidad para hacer algo es haberlo hecho antes aunque solo haya sido una vez. La quinta manera de establecer creencias consiste en representarse mentalmente la experiencia futura como si ya se hubiese realizado. Lo mismo que las experiencias pasadas pueden cambiar, así también las representaciones internas y, por tanto, lo que consideramos posible. También puede servir para ello la experiencia imaginada sobre cómo deseamos que sean las cosas futuras. A eso le llamo experimentar los resultados por anticipado.
Evidentemente, el dinero no es el único motivador suficiente. Pero cualquiera que sea su objetivo, si se forma usted una imagen mental clara del resultado que desea, y se lo presenta como si ya lo hubiera conseguido, se situar en la clase de estado que le ayudar a obtenerlo.
¿Qué opina usted acerca de si mismo y de sus posibilidades? Por favor, haga una pausa, piense y escriba las cinco creencias clave que más le han limitado el pasado:
1

2

3

4

5


Ahora escriba una relación de cinco creencias positivas, por lo menos, que podrían servirle para alcanzar los que ahora mismo sean sus máximos objetivos:

1

2

3

4

5



La buena madera no crece con facilidad; cuanto más fuerte el viento, más vigorosos los árboles.
J. Willard Marriott

Pero. ¿No fracasan a veces los triunfadores? Sin duda. ¿Se garantiza el resultado con solo la creencia afirmativa? Claro que no.



LAS SIETE CREENCIAS DEL ÉXITO
La mente en su propio lugar, y en sí misma puede hacer un cielo de los infiernos, un infierno de los cielos.
JOHN MILTON

El primer paso hacia la excelencia consiste en descubrir las creencias que nos guiarán hacia los desenlaces que deseamos.

Creencia número 1: Todo ocurre por su motivo y razón, y todo puede servirnos. La creencia en los límites produce gentes limitadas. La clave consiste en deshacerse de esas limitaciones y operar desde un conjunto de recursos más elevado. En nuestra cultura los líderes son los que ven las posibilidades, los que salen a un desierto y ven un jardín.

Creencia número 2: No hay fracasos. Solo hay resultados: Toda persona obtiene siempre un resultado de un género u otro. Los grandes triunfadores de nuestra cultura no son infalibles, sino únicamente personas que saben que, si intentan algo y no sale lo que esperaban, al menos han tenido una experiencia de la que aprender. Entonces se ponen a aplicar lo aprendido e intentan otra cosa. Emprenden nuevas acciones y producen tal o cual resultado nuevo.
Grabe esa imagen en su mente, la del timonel que gobierna su barco, que lo lleva hacia su punto de destino contrarrestando miles de desviaciones de su rumbo teórico, por más tranquilas que están las aguas. Es una imagen seductora, y al propio tiempo un modelo estupendo para quien quiera vivir con éxito.
Pero la mayoría de nosotros no pensamos de esta manera. Cada error, cada desviación, añaden peso al fardo emocional. Son fracasos. Dan una mala imagen de nosotros.

Creencia número 3: Asumir la responsabilidad, pase lo que pase. Este es otro atributo de los grandes líderes y triunfadores: actúan a partir de la creencia de que son ellos quienes mueven su mundo. Una y otra vez se les oye decir: "Yo soy el responsable. Esto es cosa mía".
Tal coincidencia de criterios no es casual. Los triunfadores tienden a creer que, no importa lo que haya ocurrido, bueno o malo, ellos lo crearon. Si no lo hicieron por medio de una acción física, entonces fue tal vez por influencia del nivel y tenor de sus pensamientos. Yo no sé si eso será verdad. Si nuestros pensamientos crean nuestra realidad, no me parece que ningún científico pueda demostrarlo. Pero es una afirmación útil, una creencia vigorizante, y por eso prefiero creerlo yo también. Creo que somos nosotros quienes generamos nuestras experiencias en la vida (bien sea por la acción o con el pensamiento), y que podemos aprender de todas ellas.

Creencia número 4: No es necesario entender de todo para poder servirse de todo. Muchos de los que triunfan albergan otra creencia útil. Están convencidos de que no necesitan saberlo todo sobre algo antes de poder utilizarlo. Saben cómo servirse de lo esencial sin necesidad de abrumarse con todos los detalles. Si nos fijamos en las personas que detentan poder, resulta por lo general que poseen un conocimiento práctico suficiente de muchos temas, pero poco dominio de todos y cada uno de los detalles de las empresas que acometen.

Creencia número 5: Nuestros mayores recursos son los recursos humanos. Los individuos excelentes (esto es, los que producen resultados sobresalientes) casi universalmente tienen un sentido de tremendo respeto y aprecio hacia las personas, Poseen el espíritu de equipo, el espíritu de la unidad y de los objetivos comunes. Respetan a las personas. Si algo nos ha enseñado la nueva generación de libros de economía y empresa, es sobre el cambiante mundo del directivo, En busca de la excelencia se descubre que no hay éxitos duraderos sin relaciones entre las personas; que el camino para triunfar pasa por establecer un equipo que funcione y colabore bien. Todos hemos leído esos informes sobre las fábricas japonesas, donde los obreros y la dirección comen en el mismo comedor, y unos y otros tienen voz y voto a la hora de evaluar el rendimiento. Estos éxitos reflejan las maravillas que pueden conseguirse cuando se respeta a las personas, en vez de limitarnos a tratar de manipularlas.

Creencia número 6: El trabajo es divertido. ¿Sabe usted de alguien que haya logrado un éxito considerable haciendo algo que aborrezca? Una de las claves para triunfar consiste en celebrar un matrimonio perfecto entre lo que uno hace y lo que a uno le gusta. Pablo Picasso dijo una vez: "Cuando trabajo, descanso; lo que me fatiga es no hacer nada o recibir visitas".


Creencia número 7: No hay éxito duradero sin una entrega personal. Los individuos que han triunfado creen en el poder de la dedicación. Si hay alguna creencia que resulte casi inseparable del éxito, esa es la de que no se produce ningún éxito duradero sin un gran compromiso. Cuando uno contempla a los grandes triunfadores de cualquier especialidad, descubre que no son necesariamente los mejores ni los más brillantes, ni los más fuertes, ni los más rápidos, pero sí los más perseverantes. La gran bailarina rusa Anna Pavlova dijo en cierta ocasión: "Perseguir una meta, sin descanso, ése es el secreto del éxito". Es otra manera de definir la fórmula del éxito definitivo: sepa el desenlace que quiere, modele lo que pueda servir, actué‚ desarrolle su agudeza para saber por donde va y siga perfeccionándola hasta llegar adonde pretendía.
La mera diferencia entre las aptitudes físicas de los atletas apenas nos dice nada; es la calidad de la entrega personal lo que distingue a los verdaderamente grandes de entre los buenos. Hemos comenzado con la idea de que la información es la mercancía de los reyes, de que los maestros de la comunicación son los que saben lo que quieren y emprenden acciones eficaces, modificando su línea de conducta hasta llegar a los objetivos perseguidos.

Dominar nuestra mente: Cómo dirigir nuestro cerebro


No halle culpables, halle remedios.
Henry Ford

En realidad, una vez se entienden los fundamentos básicos de cómo funciona el cerebro, uno puede convertirse en su propio terapeuta y consejero psicológico. La terapia queda superada desde el momento en que uno puede cambiar cualquier sensación, emoción o comportamiento propios en cuestión de instantes.
Producir resultados más eficaces empieza, a mi modo de ver, por crear un nuevo modelo para el proceso de cambio. Si usted cree que sus problemas se acumulan en su interior hasta rebosar, va a ser eso, precisamente, y no otra cosa, lo que experimentará.

"Nada tiene ningún poder sobre mí, a no ser el que yo mismo le concedo mediante mis pensamientos conscientes".
Anthony Robbins

Para librarse de las limitaciones: ¿qué es lo que desea usted?


"No hay personas perezosas, sino personas con objetivos impotentes: esto es, objetivos que no les proporcionan inspiración".
Anthony Robbins

Vale la pena añadir un detalle importante, y es que todo este proceso se caracteriza por una dinámica increíble. Cuantos más recursos desarrolla uno, más poder posee; cuanto más poder siente a su disposición, más y más poderosos recursos y estados consigue desarrollar.

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