viernes, 6 de noviembre de 2009

INDICE DE RESUMENES 1


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Mayo 2009, No. 1


Mayo 2009, No. 1

CÓMO AFRONTAR LOS PROBLEMAS


Cristo para todas las Naciones
Guatemala, 1997


PRESENTACION
Hola amig@s,

Uno de mis compromisos con la divinidad es enseñar y compartir todo lo que he aprendido. No es una locura que mis libros los resuma para mí y para ustedes y los presente como un aporte de Soluna-E. Mi anhelo es que todo lo que me ha servido le sirviera a los demás pero he comprendido que de las principales características de la creación de Dios es la diversidad así que ya no espero que a todos le surta lo que a mi.

“Cómo afrontar los problemas” da pautas sencillas, iniciando con una simple definición de lo que es el problema y del por qué en la vida siempre los tenemos. Su principal aporte es cuando llega al punto de decirnos por qué estos problemas pueden traernos angustia y cómo debemos enfrentar ésta.

Importante que como parte de las soluciones siempre la misma receta: Uno como persona, nuestra relación con los demás y, ¡sobretodo! con Dios… De alguna manera me hace decir todo esto que como que el mal es habernos desespiritualizado desde el momento de la caída del hombre del Paraíso que no es más que el alejamiento proporcional de nuestro verdadero Padre y Creador.

Que lo disfruten. Y como siempre: Espero comentarios.

Atentamente,



Periodista, Escritor y Creador de Teatro César Chupina
Embajador Cultural de la Paz




COMO AFRONTAR LOS PROBLEMAS
1. ¿QUE SON LOS PROBLEMAS?
El diccionario dice que un problema es un asunto por resolver

2. EL ORIGEN DE LOS PROBLEMAS
Los problemas vienen simplemente de nuestra profunda necesidad de vivir.

Tengamos presente que existen diversos tipos de problemas que se diferencian por su importancia, por su intensidad, por su magnitud y por su dificultad; incluso podríamos señalar que existen problemas agradables, como escoger un plato del menú de un restaurante, aunque sabemos identificar con mayor facilidad los problemas desagradables como descubrir que no nos alcanza el dinero para pagar la cuenta. Así que, podemos comprender que es un error pensar que los problemas son malos, por lo contrario, los problemas son oportunidades para desarrollar nuestras capacidades. Lo malo está en vivir sin resolver adecuadamente los problemas que se presentan, y un problema no resuelto o resuelto inadecuadamente es el origen de un nuevo y casi siempre, más grave problema.

¿Por qué la vida trae problemas?
No todos saben por qué viven, pero todos desean mantenerse vivos. Es este deseo de seguir viviendo, que en realidad es un deseo de no morir, el que obliga a realizar las acciones que permitan estar vivo: comer, beber, dormir, protegerse de la intemperie, etc. Por lo tanto vivir tiene un costo que debe pagar todo aquel que no quiera morir. Tan cierto es esto que la economía ha acuñado el término “costo de la vida” para expresar económicamente lo que cuesta vivir. De esto podemos aprender que el principal problema que afronta el hombre es mantenerse vivo, o no morir.

¨ El primer problema es saber lo que se puede comer.
¨ El segundo problema es escoger lo que se quiere comer.
¨ El tercer problema es saber dónde encontrar lo que se apetece.
¨ El cuarto problema es buscar hasta hallar lo que se quiere.

Finalmente quedan los problemas de cómo comer. Si comer es hoy día un problema complicado, imaginemos la cantidad de problemas que trae consigo comer, beber, dormir, vestirse, tener vivienda, movilizarse, producir, sentirse amado, entender la vida, convivir con los demás, tener hijos, todo al mismo tiempo.

Un problema resuelto, ya no es problema; lo que nos muestra que la solución de la vida no está en la ausencia de los problemas, sino en saberlos resolver. La vida siempre tendrá asuntos por resolver, pues su carácter es dinámico y creciente, así que es requisito indispensable para quien aspire a vivir, el saber resolver los problemas.

Las personas que no saben afrontar los problemas acumulan estrés, por lo tanto debemos realizar las siguientes actividades:

1. Cuida de tí mismo.
2. Descansa adecuadamente: Si queremos evitar vernos agotados, necesitaremos evitar vernos convenientemente cansados.
3. Deténte un momento: en cuanto adviertas que los problemas te están “acelerando” y comienzas a sentirte nervioso, reduce deliberadamente el ritmo de tu actividad. Inicia otra labor y realízala despacio y con cuidado.
4. Respira suave y profundo.
5. Toma conciencia del presente: Esta tendencia a estar fuera del presente, crea dificultades de dos maneras.

· Esa constante fuga del presente consume energía y contribuye al aumento del estrés.
· Los problemas del futuro y del pasado interfieren en nuestro disfrute del presente.

6. Comunícate con Dios o con tu idea de El.
En principio todos podemos resolver problemas. Pero sería más exacto decir que todos podemos aprender a solucionarlos. Aquí tenemos que precisar que la capacidad de solucionar los problemas se demuestra por los resultados.

Comúnmente para evaluar algo nos guiamos por los resultados inmediatos, la satisfacción que nos presta en el momento, por lo que es igualmente común encontrar personas atrapadas y golpeadas por las consecuencias posteriores.

Sabe resolver problemas quien da buenos frutos y para ellos deben desarrollarse las siguientes cualidades:

1) Ser realista, es la cualidad que permite aceptar limitaciones.
2) Ser sensible, es la cualidad de estar atento a las informaciones recogidas por nuestros sentidos, sin desestimar ningún dato.
3) Ser ordenado es tener la capacidad de reconocer las prioridades (qué primero y qué después) para lo cual utilizamos un sistema de valores. Este sistema es un ordenamiento de principios ubicados de acuerdo a su importancia.
4) Ser responsable, es poder responder a cualquier circunstancia en forma consciente a nuestra calidad humana. Para poder ser responsable hay que tener noción de lo que sucede y de lo que uno es, a fin de asumir en su momento las oportunidades de la vida y las consecuencias, buenas o malas de nuestros actos.
5) Ser constante, es la cualidad que necesita quien está en camino para llegar a su destino.
6) Ser objetivo, es la cualidad de percibir las cosas tal como son, lo que implica que cualquier perturbación en el observador traerá una perturbación en la observación.

A veces ante un problema nos paralizamos y pasan años sin que sepamos qué hacer. Pero hay una manera muy sencilla para neutralizar esta situación.

· Siéntate cómodamente y respira profundamente tres o cuatro veces.
· Examina la situación, ¿hay de veras un problema?, descúbrelo, clarifícalo. Reconócelo.
· Analiza si se debe a otras personas o a factores externos a ti mismo.
· Evalúa la importancia o el nivel del problema y los efectos en tu vida.
· Ora
· Desarrolla posible soluciones
· Realiza un plan de acción determinando tus objetivos y actividades necesarias.



SUPERANDO LA ANGUSTIA
1. ¿QUÉ ES LA ANGUSTIA?
La angustia o ansiedad es una dolencia emocional que atenta contra nuestra capacidad de realizarnos, de sentirnos bien con nosotros mismos y de relacionarnos con otras personas, porque al preocuparnos restringimos nuestro sentido del humor, nuestra creatividad y espontaneidad.

La angustia es como una silla mecedora ¡nos mantiene en movimiento, pero no nos lleva a ninguna parte! La ansiedad se convierte en una manera de vivir muy intensamente, pero sin resolver nada.
Se han determinado cuatro factores cuya interacción produce la angustia. Estos son:

1. Una “amenaza” percibida. Puede ser real o imagjnaria. Esta “amenaza” puede resultar de:
¨ Los problemas que nos agobian, los cuales despiertan en nosotros un sentido de impotencia;
¨ Rumores, malas noticias, que nos llevan a conclusiones infundadas, a temores basados en poca información;
¨ Tener que cumplir alguna tarea difícil temer lo peor;
¨ Enfrentar algún problema, resolver alguna crisis, realizar una labor por primera vez; enfrentar lo desconocido;
¨ Tener que enfrentar nuevamente una situación que quizás en el pasado nos haya causado problemas;
¨ Una interpretación errónea de determinados sucesos, etc.
¨ No contar con la habilidad para enfrentar la vida con serenidad y paciencia; y/o
¨ La falta de autoestima para resolver nuestros problemas.

2. Pensamientos de angustia. A raíz de la amenaza percibida, surgen toda clase de pensamientos confusos que dejan a la persona desorientada y aturdida; éstos forman un círculo vicioso, pues un temor o confusión alimenta más temores.

3. Reacciones físicas del cuerpo. Pueden ser síntomas muy variados, que van creando más angustia por el temor a lo que la persona está sintiendo físicamente

4. Comportamiento ansioso. También es posible que se produzcan efectos emocionales tales como:


Desesperación
Un estado de desorientación, inquietud, aprehensión, perplejidad, duda, desaliento, temor, miedo o terror; miedo del pasado (lamentaciones, remordimiento), del presente (duda), del futuro (amenazas, presentimientos), desorden mental.

Cuando estamos muy enojados, atemorizados o angustiados, es natural que se presenten estos síntomas. Su presencia demuestra que nuestros nervios están funcionando exactamente como deben hacerlo. La solución: en principio necesitamos relajarnos y dejar que el efecto inicial de la reacción de nuestro cuerpo se calme.


2. EFECTOS NEGATIVOS DE LA ANGUSTIA
Sin duda, las preocupaciones nos roban las energías, reducen nuestra eficiencia en el trabajo y nos tornan lentos para cumplir con nuestros deberes.

Las personas que sufren de angustia se sienten a menudo con muy poca fuerza para controlarse, aún cuando sepan qué es lo que tienen que controlar. Se encierran en sí mismas y, a veces, desarrollan quebrantos físicos que son en realidad imaginarios.

¿Cómo podemos superar esta emoción tan intensa y con un efecto tan dañino? ¿Cómo podemos controlar nuestra ansiedad y recuperar la serenidad mental y el esplendor espiritual a fin de vivir con tranquilidad a pesar de los problemas?


2. RECOMENDACIONES ANTE LA ANGUSTIA
¿Alguna vez has reflexionado sobre la vitalidad que desperdiciamos preocupándonos? Esta ansiedad nerviosa podría ser energía mejor aprovechada para una vida productiva.

La angustia puede ser controlada. A pesar de que el futuro no siempre está pintado de un hermoso color, podemos vivir sin esa preocupación que nos desgasta. Es fundamental saber que lo que escapa de nuestra capacidad, no escapa de las manos de Dios. ¿No es precisamente la falta de un apoyo confiable lo que nos lleva a preocuparnos?

Por eso, para solucionar la preocupación que nos causa angustia es necesario reconocer que ésta es superable. Se puede aprender a controlarla y hasta aprovecharla, pero debemos estar conscientes de que debido a nuestra condición humana estamos expuestos a sufrir angustias y preocupaciones.

Ninguna persona puede hacer frente al mundo externo satisfactoriamente si no ha logrado la armonía interna de su propia vida. Sólo cuando ha conseguido resolver sus propios conflictos internos está capacitado para enfrentar el mundo en que vive. Y aún así necesita aprender de los fracasos y las frustraciones de no poder lograr totalmente el éxito. Esto significa ser optimista basándose en el perdón y la reconciliación que nos da Dios.

El sentimiento de culpa a veces nos aflige y es fácil sentirnos fracasados ante los desafíos en la vida. Quizás hemos cometido serios errores que hoy lamentamos y que contribuyen a aumentar nuestra angustia. En ese caso, el sentimiento de culpa puede tener una función beneficiosa, ya que sirve de aviso de que algo está mal con nuestro estado de ánimo, en nuestra relación con otras personas y en especial en nuestra relación con Dios.

Cuando nos sentimos culpables, indignos, ansiosos y llenos de remordimiento, al igual que el dolor causado por una enfermedad, sentimos la necesidad de tomar medidas para curarnos.

El sentimiento de culpa da aviso de que debemos admitir y rectificar el daño que hemos cometido.

También, debemos analizar los cuatro factores que contribuyen a la aparición de la ansiedad:
1. La amenaza: Debemos determinar si la amenaza percibida es en verdad digna de preocupación.
2. Los pensamientos: Debemos aprender a contemplar las cosas bajo una luz diferente no olvidar que una actitud positiva en la vida nos produce ánimo para superar cualquier problema.
3. Las reacciones físicas: A menudo tratamos de resolver la angustia en forma excesiva, comiendo, bebiendo, fumando o durmiendo demasiado, como intento de encubrir el problema, pero lo único que hacemos es dañar nuestra salud. Necesitamos aprender a relajarnos física y emocionalmente, para enfrentar los problemas con paciencia y determinación.
4. Nuestro comportamiento: Podemos aprender a actuar con calma pensando y respondiendo a cada situación con optimismo.

IDEAS PRÁCTICAS EN LAS ANGUSTIAS
He aquí algunas ideas prácticas que nos pueden ayudar a tranquilizarnos y poder así comenzar a enfrentar la vida positivamente.


AYUDAS EMOCIONALES:
Haz un breve análisis de tu vida, tratando de recordar aquellas situaciones que te han causado tensiones. Luego trata de pensar en cosas que has podido aprender de esas experiencias. Ahora piensa en tu angustia actual y aplica el mismo principio, siempre tratando de ver que cosas positivas puedes aprender.

Aleja de tu mente la idea de que debido a los síntomas, algo grave te está sucediendo. Cálmate, piensa en los momentos agradables. Y felices que has tenido.

Muchas veces buscamos el camino más fácil, en lugar de aprender a seguir adelante a pesar de los problemas.

EJERCICIOS FISICOS Y MENTALES:
Las angustias puedeN producir en nosotros un desgaste excesivo.

Una forma de aprender a relajarse es hacer algún ejercicio físico para relajar los músculos, como caminar por un parque, practicar un deporte, bailar, o ir a lugares que inspiren tranquilidad.

Las siguientes recomendaciones te pueden ayudar a relajarte:
· Aparta unos mínutos en el día, busca un lugar tranquilo, siéntate en silencio en una postura cómoda.
· Cierra los ojos y trata de relajar a fondo los músculos de la cara. Luego respira lentamente por la naríz. Toma conciencia de tu respiración: Expira e inspira repetidamente con naturalidad.
· No te preocupes por conseguir un nivel de relajación profunda. Mantén una actitud pasiva. Si aparecen pensamientos perturbadores, intenta ignorarlos y vuelve a repetir el ejercicio de respiración.

Recuerda que la relajación y la meditación pueden ayudarte a obtener el autocontrol de tus reacciones físicas.

Mantén un ejercicio físico constante. Trata de dormir entre 7 y 8 horas cada noche.


LA AYUDA DE LA AMISTAD:
Es muy necesario tener al menos un amigo (a) con quien desahogarse. La soledad o el no contar con una mano amiga puede aumentar tus tensiones. Ser amigo de otras personas puede ayudarte a olvidar tus preocupaciones e interesarte por ofrecer tu mano amiga.

El tratamiento ideal para tu ansiedad es tener a alguien con quien desahogarte. Admite tu dolor y despeja de la mente aquellas cosas que pueden envenenar tu personalidad. Evita la posibilidad de crear resentimientos y ansiedad, y “almacenarlos” en lo profundo de tu ser. Cuando hayas podido descargar esa energía, te sentirás mejor.

No podemos crecer como personas ni vivir en paz con Dios, con nosotros mismos y con los demás, si guardamos el temor de descubrir que estamos equivocados. El temor tiene que desaparecer para que comience la paz.

AYUDA ESPIRITUAL:
El ser humano no solamente tiene dimensiones físicas, mentales, sociales y emocionales, sino también espirituales, que a menudo se descuidan. No dejemos de poner nuestra confianza en la cualidad renovadora del amor de Dios.



CONCLUSIÓN
Existen muchos factores en la vida que contribuyen a que se intensifiquen y salgan a la luz los serios defectos que todos llevamos profundamente impresos en nuestra forma de ser.

COMO SER MÁS PERSONA, APUNTES PARA VIVIR

Rafael Florido
PS Editorial, Madrid, España, 1991


PRESENTACION
Hola amig@s,

Uno de mis compromisos con la divinidad es enseñar y compartir todo lo que he aprendido. No es una locura que mis libros los resuma para mí y para ustedes y los presente como un aporte de Soluna-E. Mi anhelo es que todo lo que me ha servido le sirviera a los demás pero he comprendido que de las principales características de la creación de Dios es la diversidad así que ya no espero que a todos le surta lo que a mi.

“Cómo ser más persona” da mucho mérito a su subtítulo “Apuntes para vivir”. Realmente, cuántos de nosotros vivimos de cualquier forma menos como personas. Llenamos de indignidad nuestra imagen y semejanza con Dios al ser cualquier cosa menos lo que debemos ser.

Estos “Apuntes” son sin duda para vernos a nosotros mismos y para ver a los demás… una guía, como cualquier apunte…Pues bien, detengámonos a pensar cómo vamos, leamos el resumen y saquemos del mismo las anotaciones que van a servirnos.

Que lo disfruten. Y como siempre: Espero comentarios.

Atentamente,



Periodista, Escritor y Creador de Teatro César Chupina
Embajador Cultural de la Paz




COMO SER MÀS PERSONA
Apuntes para vivir
Importancia de la realización personal
Realizarse como persona es la tarea primordial del ser humano. Muchos no lo saben. Y otros muchos no quieren saberlo porque les cuesta su realización personal. De acuerdo con que hay que formar la inteligencia del individuo. Pero no es menos cierto que hay que formar también su voluntad, su capacidad de amor, su sensibilidad. El hombre es un ser en sí. Y un ser para los demás que son dos facetas igualmente importantes. Descuidar una de ellas significa estancarse en la inmadurez personal.

Tu valor personal no depende de lo que tienes, sino de lo que eres. Y lo que tienes te ayudará a ser o no persona, según el uso que le des. Las cosas se construyen totalmente y los animales llegan a su madurez definitiva. Pero el ser humano nunca está acabado del todo. Mientras viva tendré defectos que limar y virtudes que perfeccionar. Un iluso es quien considera que ya ha llegado a la meta.
Obstáculos para la plenitud humana
La sociedad parece ser la primera interesada en que los hombres no se desarrollen. Los prepara como profesionales, no como hombres. Los forma para producir más, no para ser más. Urge que esta mentalidad cambie, sobre todo en hogares y colegios donde se preparan los hombres y mujeres del futuro.
¿Te preocupa y condiciona lo que piensan los demás, lo que dicen los otros? ¿Y así quieres dejar huella en tu vida? ¿Qué clase de persona eres sin libertad?
Sé persona. Y no mires más que a Dios y a tu consciencia. Encauza tu afectividad. Ni la seques ni la malgastes inútilmente. Úsala para ser feliz tú y hacer felices a otros.
Elige tus amigos. Su influencia en la vida personal es enorme. Encierra una gran verdad el dicho popular: “Dime con quién andas y te diré quién eres”
.
Confiesas que estás desilusionado, desanimado. La vida y los hombres te han llevado a ese estado. También los grandes hombres pasaron por esas crisis. Pero se rehicieron, pusieron esfuerzo y entusiasmo en su tarea y consiguieron lo que pretendían.

Entusiásmate con lo que realizas. El entusiasmo es la mejor arma para el éxito.
¡Fuera complejos! Tú eres capaz de mucho más de lo que piensas.

Ama mucho a todas las personas. Y ámalas, a pesar de sus deficiencias y defectos. Porque sólo amando serás realmente hombre.

El tomar las cosas muy a pecho te desequilibra, además de perjudicar la calidad de tu trabajo. Responsabilidad sí, pero no ansiedad. No tomes demasiado en serio el mundo y sus acontecimientos. Todo pasa, excepto Dios.

Esa obra precisa alguien que la realice. Y soy yo –no otro- el llamado a realizarla. Si dejo pasar la ocasión, quizá algo importante quede para siempre en proyecto.
Madurez y Equilibrio

Si quieres avanzar hacia tu equilibrio y madurez: -Convéncete ante todo de la importancia primordial de esta tarea.– Y lánzate luego a ella con decisión, sin desanimarte por los fracasos y la lentitud del avance.

Cada vez que dejas de dominarte, das un paso atrás en el desarrollo de tu personalidad. No eres más ni menos que los demás, sino distinto. No te compares, pues, con nadie, sino contigo, mismo a través del tiempo, examinándote si avanzas o no hacia tu equilibrio y madurez.
La aceptación propia
Aceptarte no es resignarte con tu lastre negativo. No es decir. “Soy así y no cambiaré”. Es más bien acoger tu realidad personal y tratar de mejorarla. Es tarea que exige humildad y constancia. Humildad porque por lo general no alcanzarás resultados espectaculares. Constancia, porque es labor de toda una vida.

La paciencia con los demás es una bella forma de amarlos. No digas, pues: esa persona me fastidia. Di mejor: esa persona me santifica.
El poder del pensamiento
Imitando un dicho popular podemos decir: “Dime lo que piensas y te diré quien eres”. Son las ideas las que mejor definen una personalidad. Por eso, debes elegir bien las ideas de tu mente. Ideas mezquinas crean una personalidad mezquina. Ideas grandes crean una personalidad grande.

Mis pensamientos de muchos años forjaron mi personalidad actual. Los pensamientos que desde hoy cultive crearán mi personalidad futura. Según sean las ideas que deje habitar en mi mente, así seré yo.

Los que cierran su mente a ideas malsanas: de temor, de desconfianza, de rencor... alcanzarán paz y felicidad en sus vidas.

Dices que cultivas en ti pensamientos positivos y que, sin embargo, no acabas de cambiar. Por lo visto olvidas que años enteros de pensamientos destructivos crearon en ti esa persona que ahora quieres cambiar. Necesitas, pues, un tiempo largo de esfuerzos, para crear en ti actitudes positivas permanentes.

Una mirada constante hacia lo defectuoso de tu persona te empequeñece y paraliza. Apártala y mira todo lo positivo que el Creador puso en ti. Piensa y actúa como si fueras ya esa persona que deseas ser: abierta, decidida, constante... Y un día -quizá no muy lejano- te despertaras siendo esa persona nueva.

Las ideas repetidas día tras día terminan por crear en nosotros nuevos hábitos mentales. No te canses de poner ideas positivas en tu mente y te renovarás por dentro.

Cuando enfermas, tomas las medicinas adecuadas. ¿Por qué entonces, si tu espíritu se debilita por la timidez, los complejos, el miedo..., no sigues un tratamiento prolongado de ideas alegres y optimistas en tu mente? ¡Qué grande la acción transformadora de los pensamientos positivos y optimistas! Lo que ocurre es que muchos hombres o no conocen la fuerte influencia de las ideas en el desarrollo personal o carecen de la voluntad suficiente para mantener esas ideas en su mente con perseverancia. La mayoría de nuestras preocupaciones proceden de nuestra imaginación. Si dominas tu imaginación, eliminarás muchos temores y angustias.

Con tanto fijarte en lo negativo del otro, llegarás a deformar su persona ante tus ojos, con lo que disminuirá tu amor hacia él. Aumentarás tu amor fraterno -y vivirás más en la verdad- si te fijas más en las buenas cualidades de tus semejantes.
Temores y preocupaciones nocivas
No permitas que un problema te inutilice. Enfréntate a él: si tiene solución, búscasela; si no la tiene, acepta el problema en paz. ¿Por qué inquietarte hoy por lo que vas a realizar mañana o dentro de un mes? Prepara bien tus planes y despreocúpate. Ya te preocuparás cuando llegue el momento. No quieras pasar el puente antes de llegar a él.
Ante lo imposible, calma. No pierdas tiempo ni energía ni siquiera en quejarte. Vuélvete hacia otros campos de actuación.

No quiero realizar ni más cosas de las que soy capaz ni tampoco menos. Lo primero me desequilibraría; lo segundo me impediría completar mi misión terrena.


El tiempo en nuestra vida.
Las grandes obras las realizaron hombres como nosotros. Pero, que a diferencia de nosotros, supieron prescindir de actividades superfluas y noticias inútiles. Así ganaron mucho en tiempo y concentración para la ejecución de sus trabajos. ¿Quién puede recuperar del todo el tiempo perdido? ¡Qué tremenda responsabilidad malgastar algo en gran medida irrecuperable!

Organizar el tiempo es el gran secreto para su aprovechamiento. Al no organizarte, unas veces no tendrás nada que hacer; y otras, muchas cosas al mismo tiempo.

Distingue en tus obras la preparación y el resultado. La preparación depende enteramente de ti. Mas el resultado ya no depende sólo de ti, sino de circunstancias varias que escapan a tu control. Comprendo, pues, que te entregues a tus trabajos -humanos y apostólicos- con entusiasmo y sin importarte los sacrificios. Lo que ya no comprendo es que te inquietes tanto por los resultados de los mismos. Realiza tus obras lo mejor posible. Pero no te inquietes por el resultado. Déjalo en las manos de Dios... y quédate en paz.

Aprovecha el instante presente, el único de que dispones. Si lo pierdes, no volverás a recuperarlo. No te distraigas con un pasado que ya no existe, ni con un futuro que no sabes si existirá para ti.
Aprender a reflexionar
El hombre se deshumaniza, porque piensa cada vez menos. Se acerca así rápidamente al nivel de los animales irracionales. El hombre actual vive fuera de si mismo: televisión, coches... No quiere habitar en su propio yo. Le horroriza la reflexión, el encuentro consigo. ¿De qué le servirá conocer tantas cosas, si se desconoce a si mismo?
Acción y reflexión se necesitan mutuamente. La reflexión hará más eficaz tu acción. En tanto que la acción enriquecerá tu reflexión, al encarnarla en la vida.

¡Cómo deseo que adquieras el hábito de reflexionar! Lo necesitas para tu plenitud personal y para la permanencia de tus obras. Solo los que maduraron sus planes mediante una determinada reflexión realizaron obras grandes y dejaron huellas de su paso por la vida.

Toda nuestra existencia es un continuo aprendizaje. El que no quiera aprender de las personas y de los acontecimientos, se quedará siempre en discípulo, sin llegar nunca a maestro.

Aún siendo tan importante la reflexión, no lo es menos la acción. Sólo los hombres de acción cambiarán el mundo.

Mientras más medites una idea en tu interior, más posibilidades tendrás de convertirla en algo real y tangible. Las grandes obras nacieron de ordinario de ideas meditadas con entusiasmo y perseverancia.

Dominio propio
La persona madura se conoce por el dominio de si mismo. Callar cuando las circunstancias lo aconsejan no es falta de sinceridad, sino de dominio personal. El dominarse es propio del hombre, del ser inteligente. El dejarse guiar por instintos y pasiones es propio del animal.

Cual aguas de un pantano que rompen su dique de contención, así nuestras tendencias agresivas arrancan todo a su paso, al romper el dique del dominio propio.

¡Oh soledad fecunda y bienhechora! ¡Cómo me gustaría vivir inmerso en ti con más frecuencia! Los grandes creadores de la historia humana se forjaron en la soledad. El mundo debe más a la soledad que al ruido y al público.

Decía el gran hombre y gran Santo Ignacio de Loyola: "Trabaja como si todo dependiera de ti. Mas confía en Dios, como si todo dependiera de El." Una valiosa consigna para tu vida.
Tomar responsabilidades
Por todas partes faltan responsables: en lo religioso, en lo político, en lo cultural.. ¿Qué pasa con los hombres de hoy? ¿Por qué queremos vivir una vida egoísta sin preocuparnos de los otros?

Personas que critiquen las acciones de los demás muchas. Personas que hablen poco y actúen mucho, ¡qué pocas!

No te sustraigas a ningún problema humano. No digas, como algunos:"Ese es tu problema". El hombre maduro considera suyas las necesidades de su prójimo, hace suyos los problemas de sus hermanos.

Tu libertad termina donde empieza el derecho del otro. Atropellar los derechos ajenos es libertinaje, no libertad.
Amor a la verdad

Existe un tipo de mentira: Decir lo contrario de lo que se piensa. Existe otro tipo más grave que el anterior: no vivir de acuerdo con lo que se piensa. El hombre verdadero detesta ambas clases de mentira.

No te hace viejo tu edad, sino tu mente. Tu mente que te dice que ya estás acabado, que no puedes realizar aquel proyecto... y tú te lo crees. Actúa, obra, ten nuevos planes... y nunca serás viejo.
Serenidad y calma
La vida moderna nos saca de quicio con frecuencia: el autobús que tarda, la persona que nos contestó mal, las noticias desagradables que nos llegan... Nos saca de quicio, porque nos falta el dominio personal para aceptar lo inevitable de los acontecimientos.

Ante el enfado del otro, mantén tu serenidad. A unas palabras duras, contesta con palabras amables.

La televisión, la prensa, la radio... te estás convirtiendo en un espectador del mundo, cuando estás llamado a ser un constructor del mismo. Ojalá te des cuenta de ello... y reacciones pronto.

Si discutes, lejos de convencer a esa persona, la afianzas más en sus ideas. Su amor propio herido no le dejará ver otra verdad que la suya. Sólo con dulzura y amabilidad, podrás llevar la luz de la verdad a otros espíritus.
El ser humano y la felicidad
La sonrisa. ¡Qué gran medio de llevar alegrías a los demás! ¡Qué poco cuesta! Dibuja en tus labios una sonrisa al encontrarte con tu hermano. Te lo agradecerá mucho. Los que van tras la felicidad para si, nunca le dan alcance. Los que se olvidan de sí para buscar la felicidad de los otros, la poseen siempre.

Me preguntaba por qué las personas viven hoy tristes en medio de tantos placeres y comodidades. Me lo preguntaba... y al fin encontré la respuesta: la felicidad se halla mucho más en el interior del hombre que en el exterior de él. Y muchos están volcados totalmente hacia fuera.
Te hagan lo que te hagan, no odies a ninguna persona. El odio te acarreará infelicidad, porque fuiste creado para el amor.
Vivir con entusiasmo
El entusiasmo es la base del éxito en la vida humana. Supera en esto a la misma inteligencia. Dadme un hombre entusiasta, medianamente inteligente, y realizará mayores obras que otro muy inteligente pero sin brío y decisión. ¡Qué poco conocen los hombres el valor del entusiasmo!

¿Cómo alcanzar el entusiasmo? Esfuérzate día tras día en poner ilusión en tus obras, hasta que contraigas el hábito del entusiasmo y éste te brote de dentro. Ese día marcará una nueva época para ti. Tu actitud entusiasta no sólo multiplicará tus fuerzas, sino que arrastrará a muchos tras de ti. Habrás centuplicado tu rendimiento personal. ¿Un verdadero milagro del entusiasmo!

Ilusiónate con una causa noble por la que luchas... y nunca envejecerás. Renuncia a sacrifícate por una bella causa..., y ya eres viejo, aunque no pases de las veinte años.
Un ideal, que de una u otra forma, no incluya el servicio desinteresado a los demás, no puede llamarse ideal.
Espíritu de sacrificio
Hay penas profundas que sólo hallan alivio compartiéndolas con una persona prudente y amiga.

El ser humano madura en el dolor. Sin sufrimiento no alcanzarás tu plenitud personal. Sin dolor no romperás la carga de tu egoísmo. Sin sufrimiento serás incapaz de comprender y ayudar a tus hermanos.

Amar te exige a veces privarte de un programa de televisión, renunciar a un rato de descanso, sacrificar un gusto... De acuerdo, pero si no amas, vivirás en la superficialidad, y no en el gozo profundo.

Más que la misma realidad lo que te hace sufrir es lo que tú piensas de esa realidad. Tus preocupaciones no vienen tanto de los hechos reales, cuanto de los hechos pasados por el tamiz de tu imaginación. ¡Vigila esa imaginación!
La virtud de la justicia
Justicia es dar a cada uno lo que le corresponde. Una virtud a primera vista fácil, si no fuéramos tan egoístas. La injusticia ¡nunca!, por nada ni por nadie. Dice un proverbio chino: "Hágase la justicia y húndase el mundo".
La prudencia
La prudencia no es cobardía, ni medias tintas. Es hacer en cada momento lo que se debe de acuerdo con las circunstancias. No rompas el silencio prudente a no ser que lo que tengas que decir valga más que el silencio. Esta afirmación de una antigua escuela filosófica es válida para todas las épocas de la historia.
La humildad, virtud de los fuertes
El mayor pecado del hombre es el orgullo... y el más difícil de vencer. La soberbia crea entre el hombre y Dios una barrera infranqueable, que impide la unión. Una muralla que el hombre habrá de ir demoliendo día tras día para avanzar por los caminos del amor y la amistad con Dios.
El amor, eje de la existencia humana
Sólo si amas de verdad a la humanidad, podrás empezar a cambiarla. Los hombres únicamente se dejan transformar por los que les aman. Necesitamos el amor de los demás. Necesitamos sentirnos amados por los que nos rodean. Dios nos hizo seres sociales y nos desequilibramos cuando prescindimos del amor de las otras personas, al menos de algunas de ellas.
Necesitamos amarnos
Las verdaderas riquezas del hombre son las personas. ¿Tienes muchos hijos? Eres muy rico. ¿Tienes pocos hijos? Eres más pobre. ¿Consideras hermanos tuyos a todos los hombres y mujeres de la tierra? Eres inmensamente rico. ¿Limitas tu amor a unas cuantas personas? Eres más pobre, aunque poseas mucho dinero.

Al saludar a otro, sonríe con tus labios y con tu espíritu. Que sea un verdadero encuentro fraterno.
El amor comprende y acepta
Comprensión. Algo difícil, pero necesario para la conveniencia mutua. Empieza tú por comprender a cada persona: cónyuge, hijos, colaboradores, políticos... empieza por comprender su carácter, la educación recibida, sus circunstancias personales... y habrás contribuido a que crezca el nivel de comprensión en el mundo.

¿Te cuesta perdonar? Trata de comprender aquel gesto, aquella conducta, aquellas palabras... y el perdón apenas te costará. El perdón es fruto maduro de la comprensión. Perdonamos poco, porque comprendemos poco a los otros.

El no aceptar a las personas tal como son y el no aceptar las circunstancias de la vida tal como ocurren indican falta de sabiduría y madurez. Sólo adquiriendo esa actitud de aceptación entrarás en las regiones de la luz y de la paz.
El amor acoge y escucha
Al comenzar cada jornada, pregúntate cómo te vas a comportar con cada persona que te salga al encuentro: ¿Con indiferencia, con superficialidad o con cariño de hermano?

Oye con plena atención a quien te cuente sus problemas. No le interrumpas entonces para hablarle de ti. Cuando termine, pueden bastarle unas palabras tuyas para quedar en paz. Lo que en realidad buscaba era un corazón amigo que le acogiese y escuchase con cariño.
El amor es diálogo
Dialogar no es discutir. En la discusión tratas de hacer prevalecer tu yo, de imponer tu opinión personal. En el diálogo, en cambio, buscas, juntamente con otros, llegar a una visión común del asunto y establecer una línea conjunta de actuación. La discusión, al herir a las personas, las distancia. El diálogo por el contrario, las une más.

El dialogar no es algo innato. El dialogar se aprende. Y es un aprendizaje que dura toda la vida. Siempre podremos mejorar nuestro diálogo. Para un buen diálogo se requieren unos requisitos. He aquí algunos de los principales:
¨ Tiempo y lugar adecuados.

¨ Una actitud de amor y de comprensión hacia el otro.

¨ Una disposición de buscar la verdad, no mi "verdad".

¨ Humildad para aceptar la verdad esté donde esté y venga de donde venga.

¨ Una escucha atenta del otro.

¿Por qué los hombres aceptamos fácilmente la verdad que viene de personas que piensan como nosotros y la rechazamos de personas que piensan de otro modo? Quizá porque no amamos suficientemente la verdad. El amante de la verdad la saluda con alegría dondequiera la encuentre: en los labios de un niño, en personas ignorantes, en políticos poco gratos, en grupos muy cerrados, en épocas antiguas e incultas... Nadie es propietario exclusivo de la verdad. Todos tenemos un poco de ella. Se trata, pues, de buscar la verdad que poseen los demás, para así aumentar nuestra parte de verdad.
El amor anima y alienta
Muchas personas cambiaron el rumbo de su vida gracias a una alabanza sincera a tiempo. Por esa alabanza descubrieron capacidades personales ignoradas hasta entonces, o se animaron a emprender tareas que nunca pensaron.

¡Qué gran bien pueden hacer una alabanza oportuna! Espero que en adelante no la escatimes.

Dices que no confías en los demás. ¿No será mejor que confías poco en ti mismo? Son dos confianzas muy relacionadas entre sí y dependientes una de otra: a mayor confianza propia, mayor confianza en los otros; y a poca confianza en uno mismo, poca confianza en los demás.

Cuando manifiestas a una persona el buen concepto que te merece, haces renacer la esperanza en un ser quizá amargado por desilusiones y fracasos. Y, además le impulsas a superarse en su conducta, para no defraudarte en el futuro.

No actúes como tantos padres y educadores, que parecen gozar con sacar una y otra vez a la luz pública los defectos de sus educandos. Si hay defectos a corregir, y los habrá, llama al interesado a solas y, con suma delicadeza y cariño, ayúdale a luchar contra aquel defecto. Pero nada de reproches públicos, que pueden hundirle.

Se siempre una persona positiva: que alaba, que empuja, que anima. Danos, Señor, muchas personas de esta clase. Ellas darían un nuevo tono a esta sociedad tan triste y desalentada. Y muchas capacidades hasta entonces estériles darían fruto para bien de la Humanidad.
El amor es entrega y servicio
Amar a una persona significa en esencia buscar su bien. Esto normalmente se realiza sin esfuerzo y sacrificio. El sacrificio es un componente ordinario de todo amor auténtico. Quien nada quiera sufrir, jamás podrá amar de verdad.

Hazte amigo del dolor, un compañero inseparable de tu caminar terrestre. Unas veces te acompañará el dolor físico en alguna de sus múltiples facetas. Otras, te acompañará el dolor del alma: soledad, amargura, desaliento... Acoge siempre con paz a tu amigo el dolor... y te madurará como persona y como creyente.
Un amor noble: la amistad
La amistad es lo más noble dentro del amor humano. La amistad se distingue:
¨ Por su desinterés: El amigo no te pide nada a cambio de su amor.
¨ Por su incondicionalidad: El amigo te acepta sin condiciones. Te ama tal como eres.
¨ Por su calidad. La amistad se desarrolla en el plano del espíritu, no en el de la carne.
¨ Por su universalidad. El amigo no quiere gozar exclusivamente de tu afecto. La amistad nos abre a lo universal.
¨ Por la confianza mutua. Entre los diversos tipos de amores humanos es el que engendra mayor confianza reciproca.

No dejes que se seque esa amistad. Riégala pronto con el diálogo sincero, la ayuda fraterna... La amistad también necesita sus ciudadanos.

Acompañar a los amigos en los momentos alegres resulta fácil. Acompañarlos en los momentos tristes es el signo de la verdadera amistad.

La amistad, como todo amor, busca el bien y la felicidad de la persona amada. Sin esta actitud de entrega, la amistad deja de existir. Al faltar hoy ese espíritu de entrega y sacrificio, las amistades resultan más fáciles.

Fidelidad. Mantente siempre fiel al amigo. Perdónale sus fallos y sus indelicadezas contigo. El verdadero amor sabe comprender y perdonar.
No permitas nunca que tu orgullo rompa en un instante una amistad que tardó años en formarse.
Amor familiar
Evitad, esposos, las discusiones, especialmente delante de vuestros hijos. Ellos interpretan la discusión como una falta de amor entre sus amados padres, lo que les produce mucho daño en sus tiernos corazones.

Enseña a tus hijos –con tu palabra y ejemplo- a entregarse a los demás. Que en tu hogar se curse permanentemente la asignatura del amor, con clases sobre todo prácticas. De no sacar buena nota en la ciencia del amor, ¿de qué le servirán sus otros conocimientos?

El castigo del hijo sólo debe quitarlo el que lo puso. Por más que te duela, no quites autoridad a tu cónyuge delante de tu hijo. Si es necesario, habla luego con tu consorte a solas.

Salvo casos muy excepcionales y justificados, nada de castigos corporales a vuestros hijos. Existen otros medios más eficaces de corrección y más respetuosos con la persona humana.

Coordinad la acción educativa mediante el diálogo conyugal. No podéis educar por separado, menos, con criterios opuestos.
¨ Enseña a tus hijos a sentirse miembros de la gran familia humana. Pero ¿cómo?
¨ Exhortándoles a amar a todas las personas.
¨ Animándoles a compartir sus cosas y juguetes con los demás.
¨ Enseñándoles a desprenderse de cosas o dinero suyo.
¨ Y, sobre todo, dando ejemplo a tus hijos con una vida sobria y al servicio de los más débiles.

Responsabilidad. El fin de la educación consiste en formar hombres y mueres responsables de sus actos. Y este fin lo conseguirás encargándoles trabajos fáciles y tareas adecuadas a su edad. Irán así aprendiendo a actuar por si mismos y a cargar con el peso de una pequeña responsabilidad. Todo lo cual aumentará la confianza propia, fundamento de la personalidad equilibrada.

Aconsejar a los hijos en cuestión de tanta trascendencia como la elección de cónyuge o de carrera es misión de los padres, aunque es labor que exige mucha prudencia. Sobrepasar el consejo y presionar a los hijos en una determinada dirección significa de ordinario meterse en zona prohibida. La decisión final corresponde a los propios hijos.

El esfuerzo físico se necesita tanto para la salud del cuerpo como para la del alma. No podemos impunemente ir a todas partes en coche, permanecer horas y horas ante la pequeña pantalla... Acostumbra a tus hijos al esfuerzo físico. Acostúmbralos a no dejarse dominar por la pereza y comodidad reinantes.
Amor universal
El camino del amor no tiene fin ni posee fronteras. Mejora siempre tu amor. Nunca será del todo perfecto. Amplia siempre tu amor. Rompe cualquier muro que te impida un amor universal, un amor a todos los hombres.

Las críticas corrosivas, que envenenan constantemente nuestra atmósfera, son un producto típico de nuestra inmadurez personal, formada de complejos, temores, frustraciones... A medida que salgas de tu egoísmo y madures en el amor, esas críticas amargas irán desapareciendo.

Fíjate más en lo positivo que en lo negativo de personas e instituciones. De este modo:
¨ Te hallarás más cerca de la verdad, porque por lo general las personas y asociaciones tienen más de positivo que de negativo.
¨ Amarás más fácilmente a todos.

Trata con suma paciencia a la persona enferma. Bastantes sufrimientos tiene ya con su enfermedad, para que se los aumentes tú con una actitud desagradable o hiriente. No te enfades nunca con los enfermos. Trata de comprender sus egoísmos y caprichos.

EL ARTE DE VIVIR MÁS Y MEJOR


José Miguel Miranda Arraiza, OCD
Indo America Press Service Limitada, Colombia, 1999


PRESENTACION
Hola amig@s,

Uno de mis compromisos con la divinidad es enseñar y compartir todo lo que he aprendido. No es una locura que mis libros los resuma para mí y para ustedes y los presente como un aporte de Soluna-E. Mi anhelo es que todo lo que me ha servido le sirviera a los demás pero he comprendido que de las principales características de la creación de Dios es la diversidad así que ya no espero que a todos le surta lo que a mi.

“El Arte de vivir más y mejor” es realmente una invitación al cambio de paradigmas.… nos da la respuesta de por qué unas personas tienen un fin y otras tienen otro… Quienes terminan sus días felices y contentos es porque se han detenido a seguir el siguiente consejo: “Si te sientes cansado, agobiado y angustiado por las luchas de cada día; si notas que tus nervios están destrozados y a punto de estallar; si tu genio y humor han cambiado hasta el punto de que ya te muestras antipático y agresivo con la gente y sobre todo con tu gente; en una palabra, si vives habitualmente amargado a malgeniado y ya no te satisfacen las cosas que pasan a tu alrededor hasta el punto de que ni te aguantas a ti mismo ni te aguantan los demás, haz, te aconsejo, un alto en el camino de tu vida: siéntate, olvida por unos momentos tus labores, descansa, relájate y reflexiona sin prisas por qué te has vuelto así”.

Pues bien, detengámonos a pensar cómo vamos, leamos el resumen y saquemos del mismo las anotaciones que van a servirnos. Recomiendo los consejos de higiene mental… Pero no nos adelantemos.


Que lo disfruten. Y como siempre: Espero comentarios.

Atentamente,


Periodista, Escritor y Creador de Teatro César Chupina
Embajador Cultural de la Paz


El arte de vivir más y mejor
Deja que en ti se cumpla el destino que trajiste a este mundo. Sé declive y no roca; sé árbol frondoso y fecundo y no árbol desgajado y seco; esfuérzate por conseguir más amigos cada día y tiende tu mano abierta a los que te necesiten. Trata de estar bien con todos, de amar a todos, de sonreír a todos, de hacer agradable la vida de todos.


Volver a empezar
Amigo, si llevas una vida sin ilusión y sin ideales, empieza a vivir de nuevo ahora mismo. ¿Quien sabe las sorpresas que te puede ofrecer una nueva vida? Empezar es como volver a nacer, a ser de nuevo, a estrenar un vestido de fiesta. Siendo así, al despertarte, abrázate contigo mismo, palpa tu carne y tus venas y repara el milagro de vivir que se opera en ti cada vez que ocurre un nuevo amanecer. Aprovecha ese momento para soñar. Sueña sin miedo en cosas altas y bellas como si nunca hubieras soñado. Sueña que van a desaparecer los obstáculos que te han impedido avanzar por los caminos de la vida; sueña que vas a ser muy feliz, o mejor todavía, que ya eres feliz y que vas a hacer felices a los que te rodean; sueña que hay para ti cumbres y metas por conquistar; sueña en volar alto, como las águilas; sueña, en fin, que vas a alcanzar la luna con tus manos. Y al mismo tiempo gusta el placer de lo nuevo, de lo inesperado, del descubrimiento, de la aventura y del riesgo.

Se cansa solamente el que se repite, el que se abruma a sí mismo con la costumbre, la rutina y el aburrimiento. Pero no se cansa el que se despierta todos los días como si fuera el primero de su existencia.

Como puedes ver, amigo, el gran secreto de una vida victoriosa consiste en gran parte en empezar cada día con bríos, con entusiasmo, con ilusión. Lo dice el refrán: "El que comienza, la mitad tiene hecho".


Abre tu corazón a la alegría
Esta mañana temprano
de repente al despertarme
se me lleno el corazón
de alegría inexplicable.

Es importante que también tú, amigo, al despertarte, llenes tu mente de pensamientos positivos y optimistas a manera de consigna. Amanezca el día radiante de sol o el firmamento cargado de nubes, abre tu corazón a la alegría y a la esperanza. Son 24 las horas que tienes en tus manos y sería maravilloso que las pasases sin la menor sombra de pesimismo. Si las inicias con ideales altos, pasarás el día agradablemente. Pero si comienzas el día rumiando pesares, vivirás amargado los 1.440 minutos que te brindan cada día.

Hoy vas a alternar seguramente con muchas personas. Contágialos de la alegría que a ti te invade. Es fácil que encuentres en tu camino personas que amanecieron tristes, acongojadas y con problemas. Trata de ayudarlas con tu optimismo, aunque no les digas nada. Pero que vean que se puede vivir contento a pesar de las dificultades.


En fin, trata de vivir alegre todo el día y de alegrar la vida de los demás, desde que abras lo ojos al amanecer hasta que los cierres para dormir. Y si crees necesario para mejor vivir, haz algún ejercicio físico que te ayude a engendrar nuevas energías. Incluso más: Mírate al espejo y sonríete a ti mismo varias veces delante de él hasta que desaparezca de tu rostro cualquier resabio o sombra de desagrado que puedas tener. Di para ti solo en alta voz: Hoy voy a vivir más alegre que ayer, no hablaré mal de nadie y trataré de ayudar a todos. Pero di con convencimiento, con energía, con firmeza. Y cuando llegue la noche sentirás una satisfacción honda por haber pasado y hecho pasar a los demás un día feliz.


Musicoterapia
Es un remedio que los especialistas están empleando para la curación de ciertas enfermedades, como el estrés, la ansiedad, el tedio, los temores, etc.; mediante la música. No tiene nada de raro, puesto que la música, con sus variados tonos, tan abundantes como la "escala cromática" que abarca doce sonidos distintos, produce efectos maravillosos tanto en las personas sanas como en las enfermas que sufren malestares mentales hasta curarlas o al menos aliviarlas de sus dolencias.

Escucha buena música, con la seguridad de que "a mas música, tendrás mejor salud y más paz interior".


Doce consejos que ayudan a tener una buena salud mental
El Comité de Higiene Americano ha presentado una lista de 12 prohibiciones para uso de todos los que desean recuperar o mantener su salud mental en perfecto estado.
1. Huya de las inquietudes.

2. Evite las prisas.

3. No se enfade consigo mismo. El mal genio y el mal humor son terriblemente perjudiciales para la salud.

4. No juzgue ni trate de buscar los secretos de las acciones ajenas. No piense demasiado en cosas que no le importa.

5. No aspire a subir a donde le es imposible. Conviene ser humilde y reconocer cuáles son las capacidades que uno posee para no luchar en vano.

6. No sea excesivamente sensible ni excesivamente tímido. Ambos extremos elevan un alto muro en torno a uno mismo, difícil de superar.

7. No deje que las emociones exageradas lo dominen.

8. Tenga confianza en sí mismo.

9. Evite todo alimento o bebida que perjudique su salud.

10. Duerma bien y duerma lo suficiente.

11. Evite todas las preocupaciones malsanas.

12. Una vida correcta, trae muchas satisfacciones.


Cuida tu cuerpo si quieres tener buena salud
No hay en la creación obra tan perfecta como nuestro cuerpo. Los antiguos lo llamaban “microcosmos”, es decir, un mundo en pequeño.

Si quieres recoger miel...
El escritor Marcellini ha plasmado esta célebre sentencia: “Si quieres recoger miel, no des puntapiés a la colmena.” En otras palabras: Si quieres gozar de una vida sana y productiva, no malgastes ni derroches tus energías.


Si quieres ser grande en la vida, procura no arrastrarte por el barro. Si deseas escalar las montañas altas, no te distraigas cogiendo flores en el camino.

Si quieres triunfar, no permanezcas tumbado en la hamaca de la comodidad.

Si quieres ser, en fin, un héroe, no te quedes con los brazos cruzados esperando que la oportunidad te sonría, porque quizá no te llegará nunca.

La vida es demasiado hermosa como para que la derroches. La salud es demasiado valiosa, como para que la vendas por cualquier moneda.


La partida de ajedrez de la vida
Muy acertado estuvo el escritor B.Reetz al comparar nuestra vida al juego del ajedrez. Algún día le preguntaron a un campeón de ajedrez: “¿Qué jugada considera Usted la mejor?.” El campeón respondió: “Pero, ¿es que existe la mejor jugada? En el juego de ajedrez todas son buenas jugadas, cuando se mueven bien las fichas, o todas son malas jugadas cuando las movemos mal. Cada jugada –siguió diciendo el campeón- buena o mala, hace variar la situación total del juego, pues de repente se enfrentan las figuras de un modo distinto al que se daba antes. Pues bien; nuestra vida se parece mucho al juego de ajedrez. Tiene sus fichas, llámese como se quieran llamar, peones, castillos, alfiles, caballos, reina y rey, o para hablar más claramente, tiene energías, talentos, voluntad, entusiasmo, optimismo, alegría, sagacidad, destreza, conocimientos, experiencia y por supuesto cualidades físicas, etc. Con ellas tengo toda clase de posibilidades. Puedo triunfar o puedo fracasar, puedo ganar la partida o perderla, puedo llegar a ser un superhombre o quedarme en la mediocridad. Todo depende de la manera cómo mueva mis fichas o valores. Un descuido, moviendo una ficha que no debo mover, puede ser fatal y perder la jugada. Para que esto no suceda, debo poner en juego la reflexión, la sagacidad, el cuidado, la atención.

Hay muchas personas que triunfan en la vida: Supieron mover sus fichas con cuidado y acierto. En cambio hay otras que fracasan. Probablemente se descuidaron o no supieron poner la atención necesaria y quedaron descalificadas, al menos por el momento. O quién sabe si estaban esperando la llegada de una gran oportunidad para dar el golpe y esta oportunidad extraordinaria nunca les llegó. Y es que las grandes oportunidades pocas veces se dan en la vida. En cambio, pequeñas oportunidades las tenemos todos los días y hay que saber aprovecharlas para que podamos ganar la jugada.

Los principiantes y los malos jugadores de ajedrez, no le suelen dar mucha importancia a la movida de los peones y fácilmente se los dejan comer por el contrincante. Así mismo: los malos jugadores de la vida, con facilidad desprecian las pequeñas oportunidades, sin pensar que en ellas puede estar el triunfo y la felicidad.


El mago que llevamos dentro
El escritor indio Deepak Choopra ha escrito un libro muy leído que lleva por título “El sendero del mago”. Cuya tesis es “todos llevamos un mago dentro de nosotros”. El mago, al cual se refiere el escritor indio, es alguien que vive en nuestro interior y es capaz de trasformar nuestras tristezas en alegrías, nuestros temores en esperanzas, nuestra apatía en entusiasmo, nuestras frustraciones en realizaciones, nuestra superficialidad en algo fundamental.

Tú me preguntarás: ¿Y quién es ese mago? ¿Qué nombre tiene?
Te contesto: ese mago es simplemente la voz interior que te acompaña siempre y que no se apaga nunca, aunque tú te empeñes en hacerla desaparecer.


De todas formas, llamemos a esa voz interior como la queramos llamar conforme a nuestras propias creencias: mago, ser desconocido, conciencia o Dios mismo, lo importante es que nosotros escuchemos su voz y tratemos de cumplir lo que ella nos recomienda.

El hombre pregunta y se pregunta
La vida del hombre que piensa es un continuo interrogante: pregunta y se pregunta: pregunta por las cosas, por los acontecimientos, por lo que pasa a su alrededor. Pero sobre todo, se pregunta: se pregunta sobre su origen, se pregunta sobre el sentido de su existencia, se pregunta sobre qué es lo que hace aquí y hacia dónde va, se pregunta sobre el más allá y se pregunta especialmente sobre Dios. ¡Y qué serios e intransferibles son estos interrogantes!


¿Tienes problemas?
Efectivamente: no existe prácticamente una sola persona normal que no tenga problemas: anciano o joven, rico o pobre, sabio o ignorante. Pero, entendámonos bien: Hay problemas y problemas. Hay en la vida de todos problemas normales, propios de nuestra existencia, de las aspiraciones de éxito que tengamos, de las competencias sociales. Estos, generalmente, no causan traumas psicológicos. En cambio, existe otra clase de problemas, que podrían ser llamados anormales. Son los que nos echamos encima por ligereza nuestra, por descuido, por irresponsabilidad, por meternos en enredos, por llevar una conducta desarreglada. Estos acortan la vida física, producen traumas en nuestra mente, desequilibrios en nuestra trama psicológica, deformaciones en nuestra personalidad y, como si fuese poco, fracasos en el trabajo laboral y sobre todo en la vida matrimonial y hogareña.


Pensamientos de náufragos
El filósofo Ortega y Gasset, en su libro "Pidiendo un Goethe desde dentro" dice que todos hemos venido a este mundo con un proyecto de existencia, vale decir, con un programa de vida. Y añade que para realizar este proyecto de existencia no hemos venido a este mundo con las manos vacías, sino que hemos traído los medios necesarios.

El problema, en definitiva, se encuentra en descubrir cuál sea ese programa de vida que hemos traído al mundo, en otras palabras, cuál es nuestra vocación. Esto quiere decir que tenemos que estar alerta, observar nuestras inclinaciones, entregarnos a la reflexión, aprovechar cualquier ocasión, en una palabra, que tenemos que estar despiertos y vigilantes. Se nos da una pista más acertada cuando dice que para realizarnos, deberíamos tener "pensamientos de náufrago". Bella imagen. Náufrago no es un ahogado. Náufrago es el que está a punto de naufragar, pero no naufraga. Hay que ver cómo actúa, cómo lucha, cómo se esfuerza, cómo forcejea, cómo grita, cómo pide auxilio, cómo saca fuerzas de donde no los tiene, cómo trata de agarrarse a una tabla de salvación, hasta que al fin, logra salir a flote solo o con la ayuda de alguien. Si no hubiera hecho toda esa clase de esfuerzos, con seguridad que hubiera acabado por ahogarse.

Coraje
En su sentido positivo, significa valentía, valor, entereza, gallardía, fortaleza, arrojo, disposición para enfrentarse a cualquier reto, lanzamiento hacia cosas que parecen imposibles.

Tener coraje no es cosa fácil. Cuando en nuestra vida todo nos sonríe, que agradable nos resulta entonces nuestra existencia. Pero cuando nuestra vida se llena de nubarrones amenazantes, qué difícil es permanecer serenos. Es entonces precisamente cuando debemos poner a prueba nuestro coraje para no desesperarnos ni perecer en medio de la tormenta, sabiendo que en las dificultades es donde se nos ofrecen las mejores oportunidades para darnos cuenta de lo que somos y valemos.


Al oro se le prueba en el crisol; al hombre se le conoce en la lucha y en el esfuerzo que en ella pone. Un proverbio chino nos advierte: “Jamás desesperes aún estado en las más sombrías aflicciones; recuerda que de las nubes negras cae agua limpia y fecundante”. Efectivamente; cuántos hombres llegaron a la cumbre de la gloria porque pasaron antes por la fragua del dolor y del silencio. Como dice San Agustín; “mientras haya ganas de luchar, hay esperanza de vencer”. ¡Coraje! ¡Qué palabra tan maravillosa para escogerla como consigna!

Aunque todo se hunda alrededor nuestro
· Creo en el sol, aún cuando no brilla para mi en estos momentos.

· Creo en el amor, aún cuando yo no lo siento ahora.

· Creo en Dios, aún cuando parece que El está en silencio.


Son palabras de un creyente que está convencido de que:
· Después de la noche viene un nuevo día.

· Después del crudo invierno llega de nuevo la primavera.

· Después de la tormenta brilla otra vez un sol esplendoroso.

· Después del fracaso aparece la victoria.

· Después del pecado viene el perdón.

Si nos fijamos bien, las personas que han triunfado en su vida son generalmente seres que tuvieron que soportar fracasos, obstáculos, dificultades y persecuciones, pero que supieron mantenerse firmes, como peñasco duro que desafía el furor de las aguas y las vence. El hombre, cualquiera que sea, puede resistir más de lo que uno mismo piensa; puede aguantar más de lo que sospecha o cree. Poder decir, a pesar de todo, creo en la vida, creo en el amor, creo en Dios que me protege y que no me deja solo. He ahí la consigna de las almas fuertes y de las personalidades aguerridas.

Bestia o Ángel.
El hombre, creado por Dios “un poco inferior a los ángeles”, como dice el salmo 8, y muy superior a los animales, tiene dos posibilidades: o convertirse en ángel por medio de una vida digna, o rebajarse al nivel de las bestias por una conducta disipada. Yo he pensado muchas veces si será por eso por lo que muchos escritores, antiguos y modernos, como que se deleitan literariamente en transformar a los hombres en animales. Sólo un escritor, según Papini, hizo la prueba contraria, es decir, cambiar a las bestias en hombres para ver cómo les iba, y ese escritor fue Wils en su obra “La isla del Dr. Moreau”

Programa mínimo para hoy.
“Si cada año desarraigásemos un vicio, pronto seríamos perfectos”. Como una ayuda práctica, aquí te ofrezco un “programa mínimo” que invita a salir adelante en las dificultades de la vida.

1. Procuraré vivir exclusivamente el día de hoy con sus alegrías y dolores, con sus pequeños éxitos y con sus problemas sin preocuparme insanamente del día de mañana.

2. Trataré de esmerar mi buen comportamiento con toda la gente que encuentre en mi camino; seré cortés y elegante en el trato, saludaré a todos y me guardaré bien de criticar sus acciones.

3. Pasaré las 24 horas del día contento, alegre y amable, contagiando mi buen estado de ánimo a cuantos me rodean.

4. Me adaptaré a las circunstancias en cuanto me sea posible y obraré con prudencia, sin pretender que las circunstancias se adapten a mi, cosa que es imposible de conseguir.

5. Dedicaré quince minutos a hacer una lectura provechosa, bien sea de la Biblia o de un libro de literatura o de un buen artículo.

6. Llevaré a cabo una buena acción en mi propia casa, en el trabajo e incluso en la calle si tuviere oportunidad, sin pregonarla después a los cuatro vientos. Cumpliré el refrán que dice: “Haz bien y no mires a quien”. O también: “Que tu mano izquierda no sepa lo que hace tu mano derecha”, como dice Jesús.

7. Me esforzaré por hacer alguna cosa que no me agrada, pero que otra persona quizá la necesita, con la seguridad de que cuando vaya a dormir me sentiré feliz por el bien realizado.

8. Rechazaré el temor y el pesimismo, sabiendo que ambos son mis mayores enemigos porque me impiden progresar; y me revestiré de energías positivas para estar con “las pilas puestas” todo el día.

9. Programaré las acciones de cada día. Quizá no cumpla exactamente todos los puntos del programa, pero por lo menos me evitaré la improvisación y la desorientación.

10. Me encomendaré a Dios, sabiendo que es mi Padre, para que me libere de todos los peligros que me asalten durante el día.

Fábula de la mosca y la abeja.
Eran una mosca y una abeja que salían de paseo todos los días, muy de mañana, hacia sus lugares preferidos. ¡Qué contraste tan grande entre el oficio de la una y de la otra!

Del más hermosos clavel
gala del jardín ameno
el áspid saca veneno
la industriosa abeja, miel.

Escoja usted.
A la entrada de un taller de reparaciones colgaba este anuncio: “Realizamos tres clases de trabajo: El barato, el rápido y el bueno. Se pueden solicitar dos a la vez. Pero tengan en cuenta que:
· Un trabajo rápido y barato, no será bueno.

· Un trabajo rápido y bueno, no será barato.

· Y un trabajo bueno de verdad, no será rápido ni barato.”


Entre los hombres y mujeres de nuestra sociedad de consumo, lo mismo que en las cosas materiales, hay también vidas bien forjadas y hay vidas mal elaboradas. Hay personas baratas, de pésimo material, hechas rápidamente, como a la carrera, sin preparación; y hay personas que valen mucho porque están bien estructuradas, de firme personalidad, que han sido formadas sin prisa, poco a poco gracias a los fundamentos firmes que la apoyan.
Digan lo que digan los demás
Más dicha que dolor hay en el mundo
más flores en la tierra, que rocas en el mar,
hay mucho más azul que nubes negras
es mucha más la luz que la oscuridad.
Digan lo que digan los demás.
Digan lo que digan, digan lo que digan los demás

Son muchos, muchos más los que perdonan
que aquellos que pretenden todos condenar
la gente quiere paz, y se enamora
y adora lo que es bello, y nada más.
Hay mucho, mucho más amor que odio
Más besos y caricias, que mala voluntad
Los hombres tienen fe en la otra vida
Y luchan por el bien, no por el mal.
Digan lo que digan, digan lo que digan,
digan lo que digan los demás.

Saber callar
Saber callar oportunamente, lo mismo que saber hablar, es un arte y el que lo logra se libra de muchos problemas que el mal hablar acarrea. Existen muchas reglas gramaticales para aprender a hablar; pero no conozco siquiera un pequeño folleto o unas normas que nos enseñen a callar. Y es tan importante lo uno como lo otro. La palabra que se pronuncia en alta voz solo la mitad es de quien la dice y la otra mitad de quien la escucha. Es mejor que nos critiquen por no hablar, a que nos traten de superficiales por lo que hablamos.

La palabra que decimos es como la piedra que se lanza y que nunca vuelve atrás, cuyo destino e impacto, además, ignoramos. Porque si mi palabra va a acompañada de bondad y elegancia, puede hacer mucho bien; pero si va cargada de hiel y de malicia, es mucho mal lo que hace. En dos ocasiones, especialmente, el hablar resulta antipático, repugnante y pecaminoso: cuando la palabra se torna murmuradora y cuando la palabra es grosera.

Hablar a tiempo y con medida, es propio de la gente discreta. Si no tenemos algo bueno que decir de las personas es mejor callar y no decir nada de ellas. Muchos hablan para pensar; pero los sabios piensan para hablar.

Sonreír es amar
La sonrisa permanente trasforma a las personas; que la sonrisa es una señal de serenidad y equilibrio interior; que la sonrisa demuestra tranquilidad de ánimo y de paz en el alma, ciertamente algún embrujo tiene la sonrisa. La sonrisa es sobre todo y ante todo un rico valor de la persona humana. Si la sonrisa es patrimonio solamente del hombre, sería una ironía, un contrasentido que nosotros no la aprovecháramos.

Contra soberbia, sencillez
En las relaciones humanas, cuanto más sencillo sea uno, se encuentra en más capacidad de ser querido por los demás. Posiblemente la sencillez es una de las cualidades que más admiramos en la gente. Una personas orgullosa y creída, nos repugna; en cambio, una personas sencilla nos encanta y hacemos grandes elogios de ella. Uno de los pensamientos de Descartes es éste: “Acontece con frecuencia que aquellos que tienen un espíritu más mezquino, son los más arrogantes soberbios; del mismo modo que los ánimos más nobles son los más modestos y humildes”. Cuanto más importante seas y mayores cargos ocupes, sé más sencillo, con la seguridad de que serás más estimado.

Se agradecido y no muerdas la mano del que te favoreció

Ora y trabaja
Da gracias a Dios por este nuevo día que te ofrece y porque es bueno contigo. Y después vete al trabajo con optimismo en la mente y alegría en el cuerpo, saludando a todos tus compañeros con cariño y verás qué día tan agradable vas a pasar. No vayas a la oficina o a la fábrica mustio, carilargo, antipático y repulsivo.

Saber amar
A todas las personas sin excepción, solo las ganarás poniendo en juego muchas dosis de cariño y de amor. Desgraciadamente hay muchos que han olvidado el ejercicio del amor. La rutina de la vida los ha vuelto secos, neuróticos, malhumorados, defectos que impiden el desarrollo pleno y libre del amor.

Hombres mediocres
Efectivamente, nada hay tan reprobable en una persona como la mediocridad. Mediocridad es sinónimo de indecisión, languidez, tibieza, falta de entrega, ausencia de compromiso, abatimiento, neutralidad, pereza, indisposición, en una palabra, ganas de no hacer nada que merezca la pena. El mediocre –escribió alguien- es un hombre neutral; no es capaz de definirse. El mediocre es un hombre indiferente. El mediocre tiene sus mandamientos peculiares: no entregarse, no dejarse llevar de entusiasmos, no exagerar, no hacer nada que merezca la pena.

Lo que no quieras para ti
“No hagas a nadie lo que no quieras que te hagan a ti” (Tob 4,15)

“Todo cuanto queráis que os hagan los hombres, hacedlo también vosotros con ellos”

Estas enseñanzas son tan importantes, que el mismo Jesús llegó a afirmar. “En ellas se encierran toda la ley y los profetas”. Cuantas veces caemos nosotros en lo mismo que reprochamos en otras personas. Ama y serás amado, respeta y serás respetado, perdona y serás perdonado, da y se te dará, ayuda y te ayudarán. Y gozarás de unas relaciones humanas felices.

Descansa tranquilo
Si te sientes cansado, agobiado y angustiado por las luchas de cada día; si notas que tus nervios están destrozados y a punto de estallar; si tu genio y humor han cambiado hasta el punto de que ya te muestras antipático y agresivo con la gente y sobre todo con tu gente; en una palabra, si vives habitualmente amargado a malgeniado y ya no te satisfacen las cosas que pasan a tu alrededor hasta el punto de que ni te aguantas a ti mismo ni te aguantan los demás, haz, te aconsejo, un alto en el camino de tu vida: siéntate, olvida por unos momentos tus labores, descansa, relájate y reflexiona sin prisas por qué te has vuelto así.