viernes, 6 de noviembre de 2009

COMO SER MÁS PERSONA, APUNTES PARA VIVIR

Rafael Florido
PS Editorial, Madrid, España, 1991


PRESENTACION
Hola amig@s,

Uno de mis compromisos con la divinidad es enseñar y compartir todo lo que he aprendido. No es una locura que mis libros los resuma para mí y para ustedes y los presente como un aporte de Soluna-E. Mi anhelo es que todo lo que me ha servido le sirviera a los demás pero he comprendido que de las principales características de la creación de Dios es la diversidad así que ya no espero que a todos le surta lo que a mi.

“Cómo ser más persona” da mucho mérito a su subtítulo “Apuntes para vivir”. Realmente, cuántos de nosotros vivimos de cualquier forma menos como personas. Llenamos de indignidad nuestra imagen y semejanza con Dios al ser cualquier cosa menos lo que debemos ser.

Estos “Apuntes” son sin duda para vernos a nosotros mismos y para ver a los demás… una guía, como cualquier apunte…Pues bien, detengámonos a pensar cómo vamos, leamos el resumen y saquemos del mismo las anotaciones que van a servirnos.

Que lo disfruten. Y como siempre: Espero comentarios.

Atentamente,



Periodista, Escritor y Creador de Teatro César Chupina
Embajador Cultural de la Paz




COMO SER MÀS PERSONA
Apuntes para vivir
Importancia de la realización personal
Realizarse como persona es la tarea primordial del ser humano. Muchos no lo saben. Y otros muchos no quieren saberlo porque les cuesta su realización personal. De acuerdo con que hay que formar la inteligencia del individuo. Pero no es menos cierto que hay que formar también su voluntad, su capacidad de amor, su sensibilidad. El hombre es un ser en sí. Y un ser para los demás que son dos facetas igualmente importantes. Descuidar una de ellas significa estancarse en la inmadurez personal.

Tu valor personal no depende de lo que tienes, sino de lo que eres. Y lo que tienes te ayudará a ser o no persona, según el uso que le des. Las cosas se construyen totalmente y los animales llegan a su madurez definitiva. Pero el ser humano nunca está acabado del todo. Mientras viva tendré defectos que limar y virtudes que perfeccionar. Un iluso es quien considera que ya ha llegado a la meta.
Obstáculos para la plenitud humana
La sociedad parece ser la primera interesada en que los hombres no se desarrollen. Los prepara como profesionales, no como hombres. Los forma para producir más, no para ser más. Urge que esta mentalidad cambie, sobre todo en hogares y colegios donde se preparan los hombres y mujeres del futuro.
¿Te preocupa y condiciona lo que piensan los demás, lo que dicen los otros? ¿Y así quieres dejar huella en tu vida? ¿Qué clase de persona eres sin libertad?
Sé persona. Y no mires más que a Dios y a tu consciencia. Encauza tu afectividad. Ni la seques ni la malgastes inútilmente. Úsala para ser feliz tú y hacer felices a otros.
Elige tus amigos. Su influencia en la vida personal es enorme. Encierra una gran verdad el dicho popular: “Dime con quién andas y te diré quién eres”
.
Confiesas que estás desilusionado, desanimado. La vida y los hombres te han llevado a ese estado. También los grandes hombres pasaron por esas crisis. Pero se rehicieron, pusieron esfuerzo y entusiasmo en su tarea y consiguieron lo que pretendían.

Entusiásmate con lo que realizas. El entusiasmo es la mejor arma para el éxito.
¡Fuera complejos! Tú eres capaz de mucho más de lo que piensas.

Ama mucho a todas las personas. Y ámalas, a pesar de sus deficiencias y defectos. Porque sólo amando serás realmente hombre.

El tomar las cosas muy a pecho te desequilibra, además de perjudicar la calidad de tu trabajo. Responsabilidad sí, pero no ansiedad. No tomes demasiado en serio el mundo y sus acontecimientos. Todo pasa, excepto Dios.

Esa obra precisa alguien que la realice. Y soy yo –no otro- el llamado a realizarla. Si dejo pasar la ocasión, quizá algo importante quede para siempre en proyecto.
Madurez y Equilibrio

Si quieres avanzar hacia tu equilibrio y madurez: -Convéncete ante todo de la importancia primordial de esta tarea.– Y lánzate luego a ella con decisión, sin desanimarte por los fracasos y la lentitud del avance.

Cada vez que dejas de dominarte, das un paso atrás en el desarrollo de tu personalidad. No eres más ni menos que los demás, sino distinto. No te compares, pues, con nadie, sino contigo, mismo a través del tiempo, examinándote si avanzas o no hacia tu equilibrio y madurez.
La aceptación propia
Aceptarte no es resignarte con tu lastre negativo. No es decir. “Soy así y no cambiaré”. Es más bien acoger tu realidad personal y tratar de mejorarla. Es tarea que exige humildad y constancia. Humildad porque por lo general no alcanzarás resultados espectaculares. Constancia, porque es labor de toda una vida.

La paciencia con los demás es una bella forma de amarlos. No digas, pues: esa persona me fastidia. Di mejor: esa persona me santifica.
El poder del pensamiento
Imitando un dicho popular podemos decir: “Dime lo que piensas y te diré quien eres”. Son las ideas las que mejor definen una personalidad. Por eso, debes elegir bien las ideas de tu mente. Ideas mezquinas crean una personalidad mezquina. Ideas grandes crean una personalidad grande.

Mis pensamientos de muchos años forjaron mi personalidad actual. Los pensamientos que desde hoy cultive crearán mi personalidad futura. Según sean las ideas que deje habitar en mi mente, así seré yo.

Los que cierran su mente a ideas malsanas: de temor, de desconfianza, de rencor... alcanzarán paz y felicidad en sus vidas.

Dices que cultivas en ti pensamientos positivos y que, sin embargo, no acabas de cambiar. Por lo visto olvidas que años enteros de pensamientos destructivos crearon en ti esa persona que ahora quieres cambiar. Necesitas, pues, un tiempo largo de esfuerzos, para crear en ti actitudes positivas permanentes.

Una mirada constante hacia lo defectuoso de tu persona te empequeñece y paraliza. Apártala y mira todo lo positivo que el Creador puso en ti. Piensa y actúa como si fueras ya esa persona que deseas ser: abierta, decidida, constante... Y un día -quizá no muy lejano- te despertaras siendo esa persona nueva.

Las ideas repetidas día tras día terminan por crear en nosotros nuevos hábitos mentales. No te canses de poner ideas positivas en tu mente y te renovarás por dentro.

Cuando enfermas, tomas las medicinas adecuadas. ¿Por qué entonces, si tu espíritu se debilita por la timidez, los complejos, el miedo..., no sigues un tratamiento prolongado de ideas alegres y optimistas en tu mente? ¡Qué grande la acción transformadora de los pensamientos positivos y optimistas! Lo que ocurre es que muchos hombres o no conocen la fuerte influencia de las ideas en el desarrollo personal o carecen de la voluntad suficiente para mantener esas ideas en su mente con perseverancia. La mayoría de nuestras preocupaciones proceden de nuestra imaginación. Si dominas tu imaginación, eliminarás muchos temores y angustias.

Con tanto fijarte en lo negativo del otro, llegarás a deformar su persona ante tus ojos, con lo que disminuirá tu amor hacia él. Aumentarás tu amor fraterno -y vivirás más en la verdad- si te fijas más en las buenas cualidades de tus semejantes.
Temores y preocupaciones nocivas
No permitas que un problema te inutilice. Enfréntate a él: si tiene solución, búscasela; si no la tiene, acepta el problema en paz. ¿Por qué inquietarte hoy por lo que vas a realizar mañana o dentro de un mes? Prepara bien tus planes y despreocúpate. Ya te preocuparás cuando llegue el momento. No quieras pasar el puente antes de llegar a él.
Ante lo imposible, calma. No pierdas tiempo ni energía ni siquiera en quejarte. Vuélvete hacia otros campos de actuación.

No quiero realizar ni más cosas de las que soy capaz ni tampoco menos. Lo primero me desequilibraría; lo segundo me impediría completar mi misión terrena.


El tiempo en nuestra vida.
Las grandes obras las realizaron hombres como nosotros. Pero, que a diferencia de nosotros, supieron prescindir de actividades superfluas y noticias inútiles. Así ganaron mucho en tiempo y concentración para la ejecución de sus trabajos. ¿Quién puede recuperar del todo el tiempo perdido? ¡Qué tremenda responsabilidad malgastar algo en gran medida irrecuperable!

Organizar el tiempo es el gran secreto para su aprovechamiento. Al no organizarte, unas veces no tendrás nada que hacer; y otras, muchas cosas al mismo tiempo.

Distingue en tus obras la preparación y el resultado. La preparación depende enteramente de ti. Mas el resultado ya no depende sólo de ti, sino de circunstancias varias que escapan a tu control. Comprendo, pues, que te entregues a tus trabajos -humanos y apostólicos- con entusiasmo y sin importarte los sacrificios. Lo que ya no comprendo es que te inquietes tanto por los resultados de los mismos. Realiza tus obras lo mejor posible. Pero no te inquietes por el resultado. Déjalo en las manos de Dios... y quédate en paz.

Aprovecha el instante presente, el único de que dispones. Si lo pierdes, no volverás a recuperarlo. No te distraigas con un pasado que ya no existe, ni con un futuro que no sabes si existirá para ti.
Aprender a reflexionar
El hombre se deshumaniza, porque piensa cada vez menos. Se acerca así rápidamente al nivel de los animales irracionales. El hombre actual vive fuera de si mismo: televisión, coches... No quiere habitar en su propio yo. Le horroriza la reflexión, el encuentro consigo. ¿De qué le servirá conocer tantas cosas, si se desconoce a si mismo?
Acción y reflexión se necesitan mutuamente. La reflexión hará más eficaz tu acción. En tanto que la acción enriquecerá tu reflexión, al encarnarla en la vida.

¡Cómo deseo que adquieras el hábito de reflexionar! Lo necesitas para tu plenitud personal y para la permanencia de tus obras. Solo los que maduraron sus planes mediante una determinada reflexión realizaron obras grandes y dejaron huellas de su paso por la vida.

Toda nuestra existencia es un continuo aprendizaje. El que no quiera aprender de las personas y de los acontecimientos, se quedará siempre en discípulo, sin llegar nunca a maestro.

Aún siendo tan importante la reflexión, no lo es menos la acción. Sólo los hombres de acción cambiarán el mundo.

Mientras más medites una idea en tu interior, más posibilidades tendrás de convertirla en algo real y tangible. Las grandes obras nacieron de ordinario de ideas meditadas con entusiasmo y perseverancia.

Dominio propio
La persona madura se conoce por el dominio de si mismo. Callar cuando las circunstancias lo aconsejan no es falta de sinceridad, sino de dominio personal. El dominarse es propio del hombre, del ser inteligente. El dejarse guiar por instintos y pasiones es propio del animal.

Cual aguas de un pantano que rompen su dique de contención, así nuestras tendencias agresivas arrancan todo a su paso, al romper el dique del dominio propio.

¡Oh soledad fecunda y bienhechora! ¡Cómo me gustaría vivir inmerso en ti con más frecuencia! Los grandes creadores de la historia humana se forjaron en la soledad. El mundo debe más a la soledad que al ruido y al público.

Decía el gran hombre y gran Santo Ignacio de Loyola: "Trabaja como si todo dependiera de ti. Mas confía en Dios, como si todo dependiera de El." Una valiosa consigna para tu vida.
Tomar responsabilidades
Por todas partes faltan responsables: en lo religioso, en lo político, en lo cultural.. ¿Qué pasa con los hombres de hoy? ¿Por qué queremos vivir una vida egoísta sin preocuparnos de los otros?

Personas que critiquen las acciones de los demás muchas. Personas que hablen poco y actúen mucho, ¡qué pocas!

No te sustraigas a ningún problema humano. No digas, como algunos:"Ese es tu problema". El hombre maduro considera suyas las necesidades de su prójimo, hace suyos los problemas de sus hermanos.

Tu libertad termina donde empieza el derecho del otro. Atropellar los derechos ajenos es libertinaje, no libertad.
Amor a la verdad

Existe un tipo de mentira: Decir lo contrario de lo que se piensa. Existe otro tipo más grave que el anterior: no vivir de acuerdo con lo que se piensa. El hombre verdadero detesta ambas clases de mentira.

No te hace viejo tu edad, sino tu mente. Tu mente que te dice que ya estás acabado, que no puedes realizar aquel proyecto... y tú te lo crees. Actúa, obra, ten nuevos planes... y nunca serás viejo.
Serenidad y calma
La vida moderna nos saca de quicio con frecuencia: el autobús que tarda, la persona que nos contestó mal, las noticias desagradables que nos llegan... Nos saca de quicio, porque nos falta el dominio personal para aceptar lo inevitable de los acontecimientos.

Ante el enfado del otro, mantén tu serenidad. A unas palabras duras, contesta con palabras amables.

La televisión, la prensa, la radio... te estás convirtiendo en un espectador del mundo, cuando estás llamado a ser un constructor del mismo. Ojalá te des cuenta de ello... y reacciones pronto.

Si discutes, lejos de convencer a esa persona, la afianzas más en sus ideas. Su amor propio herido no le dejará ver otra verdad que la suya. Sólo con dulzura y amabilidad, podrás llevar la luz de la verdad a otros espíritus.
El ser humano y la felicidad
La sonrisa. ¡Qué gran medio de llevar alegrías a los demás! ¡Qué poco cuesta! Dibuja en tus labios una sonrisa al encontrarte con tu hermano. Te lo agradecerá mucho. Los que van tras la felicidad para si, nunca le dan alcance. Los que se olvidan de sí para buscar la felicidad de los otros, la poseen siempre.

Me preguntaba por qué las personas viven hoy tristes en medio de tantos placeres y comodidades. Me lo preguntaba... y al fin encontré la respuesta: la felicidad se halla mucho más en el interior del hombre que en el exterior de él. Y muchos están volcados totalmente hacia fuera.
Te hagan lo que te hagan, no odies a ninguna persona. El odio te acarreará infelicidad, porque fuiste creado para el amor.
Vivir con entusiasmo
El entusiasmo es la base del éxito en la vida humana. Supera en esto a la misma inteligencia. Dadme un hombre entusiasta, medianamente inteligente, y realizará mayores obras que otro muy inteligente pero sin brío y decisión. ¡Qué poco conocen los hombres el valor del entusiasmo!

¿Cómo alcanzar el entusiasmo? Esfuérzate día tras día en poner ilusión en tus obras, hasta que contraigas el hábito del entusiasmo y éste te brote de dentro. Ese día marcará una nueva época para ti. Tu actitud entusiasta no sólo multiplicará tus fuerzas, sino que arrastrará a muchos tras de ti. Habrás centuplicado tu rendimiento personal. ¿Un verdadero milagro del entusiasmo!

Ilusiónate con una causa noble por la que luchas... y nunca envejecerás. Renuncia a sacrifícate por una bella causa..., y ya eres viejo, aunque no pases de las veinte años.
Un ideal, que de una u otra forma, no incluya el servicio desinteresado a los demás, no puede llamarse ideal.
Espíritu de sacrificio
Hay penas profundas que sólo hallan alivio compartiéndolas con una persona prudente y amiga.

El ser humano madura en el dolor. Sin sufrimiento no alcanzarás tu plenitud personal. Sin dolor no romperás la carga de tu egoísmo. Sin sufrimiento serás incapaz de comprender y ayudar a tus hermanos.

Amar te exige a veces privarte de un programa de televisión, renunciar a un rato de descanso, sacrificar un gusto... De acuerdo, pero si no amas, vivirás en la superficialidad, y no en el gozo profundo.

Más que la misma realidad lo que te hace sufrir es lo que tú piensas de esa realidad. Tus preocupaciones no vienen tanto de los hechos reales, cuanto de los hechos pasados por el tamiz de tu imaginación. ¡Vigila esa imaginación!
La virtud de la justicia
Justicia es dar a cada uno lo que le corresponde. Una virtud a primera vista fácil, si no fuéramos tan egoístas. La injusticia ¡nunca!, por nada ni por nadie. Dice un proverbio chino: "Hágase la justicia y húndase el mundo".
La prudencia
La prudencia no es cobardía, ni medias tintas. Es hacer en cada momento lo que se debe de acuerdo con las circunstancias. No rompas el silencio prudente a no ser que lo que tengas que decir valga más que el silencio. Esta afirmación de una antigua escuela filosófica es válida para todas las épocas de la historia.
La humildad, virtud de los fuertes
El mayor pecado del hombre es el orgullo... y el más difícil de vencer. La soberbia crea entre el hombre y Dios una barrera infranqueable, que impide la unión. Una muralla que el hombre habrá de ir demoliendo día tras día para avanzar por los caminos del amor y la amistad con Dios.
El amor, eje de la existencia humana
Sólo si amas de verdad a la humanidad, podrás empezar a cambiarla. Los hombres únicamente se dejan transformar por los que les aman. Necesitamos el amor de los demás. Necesitamos sentirnos amados por los que nos rodean. Dios nos hizo seres sociales y nos desequilibramos cuando prescindimos del amor de las otras personas, al menos de algunas de ellas.
Necesitamos amarnos
Las verdaderas riquezas del hombre son las personas. ¿Tienes muchos hijos? Eres muy rico. ¿Tienes pocos hijos? Eres más pobre. ¿Consideras hermanos tuyos a todos los hombres y mujeres de la tierra? Eres inmensamente rico. ¿Limitas tu amor a unas cuantas personas? Eres más pobre, aunque poseas mucho dinero.

Al saludar a otro, sonríe con tus labios y con tu espíritu. Que sea un verdadero encuentro fraterno.
El amor comprende y acepta
Comprensión. Algo difícil, pero necesario para la conveniencia mutua. Empieza tú por comprender a cada persona: cónyuge, hijos, colaboradores, políticos... empieza por comprender su carácter, la educación recibida, sus circunstancias personales... y habrás contribuido a que crezca el nivel de comprensión en el mundo.

¿Te cuesta perdonar? Trata de comprender aquel gesto, aquella conducta, aquellas palabras... y el perdón apenas te costará. El perdón es fruto maduro de la comprensión. Perdonamos poco, porque comprendemos poco a los otros.

El no aceptar a las personas tal como son y el no aceptar las circunstancias de la vida tal como ocurren indican falta de sabiduría y madurez. Sólo adquiriendo esa actitud de aceptación entrarás en las regiones de la luz y de la paz.
El amor acoge y escucha
Al comenzar cada jornada, pregúntate cómo te vas a comportar con cada persona que te salga al encuentro: ¿Con indiferencia, con superficialidad o con cariño de hermano?

Oye con plena atención a quien te cuente sus problemas. No le interrumpas entonces para hablarle de ti. Cuando termine, pueden bastarle unas palabras tuyas para quedar en paz. Lo que en realidad buscaba era un corazón amigo que le acogiese y escuchase con cariño.
El amor es diálogo
Dialogar no es discutir. En la discusión tratas de hacer prevalecer tu yo, de imponer tu opinión personal. En el diálogo, en cambio, buscas, juntamente con otros, llegar a una visión común del asunto y establecer una línea conjunta de actuación. La discusión, al herir a las personas, las distancia. El diálogo por el contrario, las une más.

El dialogar no es algo innato. El dialogar se aprende. Y es un aprendizaje que dura toda la vida. Siempre podremos mejorar nuestro diálogo. Para un buen diálogo se requieren unos requisitos. He aquí algunos de los principales:
¨ Tiempo y lugar adecuados.

¨ Una actitud de amor y de comprensión hacia el otro.

¨ Una disposición de buscar la verdad, no mi "verdad".

¨ Humildad para aceptar la verdad esté donde esté y venga de donde venga.

¨ Una escucha atenta del otro.

¿Por qué los hombres aceptamos fácilmente la verdad que viene de personas que piensan como nosotros y la rechazamos de personas que piensan de otro modo? Quizá porque no amamos suficientemente la verdad. El amante de la verdad la saluda con alegría dondequiera la encuentre: en los labios de un niño, en personas ignorantes, en políticos poco gratos, en grupos muy cerrados, en épocas antiguas e incultas... Nadie es propietario exclusivo de la verdad. Todos tenemos un poco de ella. Se trata, pues, de buscar la verdad que poseen los demás, para así aumentar nuestra parte de verdad.
El amor anima y alienta
Muchas personas cambiaron el rumbo de su vida gracias a una alabanza sincera a tiempo. Por esa alabanza descubrieron capacidades personales ignoradas hasta entonces, o se animaron a emprender tareas que nunca pensaron.

¡Qué gran bien pueden hacer una alabanza oportuna! Espero que en adelante no la escatimes.

Dices que no confías en los demás. ¿No será mejor que confías poco en ti mismo? Son dos confianzas muy relacionadas entre sí y dependientes una de otra: a mayor confianza propia, mayor confianza en los otros; y a poca confianza en uno mismo, poca confianza en los demás.

Cuando manifiestas a una persona el buen concepto que te merece, haces renacer la esperanza en un ser quizá amargado por desilusiones y fracasos. Y, además le impulsas a superarse en su conducta, para no defraudarte en el futuro.

No actúes como tantos padres y educadores, que parecen gozar con sacar una y otra vez a la luz pública los defectos de sus educandos. Si hay defectos a corregir, y los habrá, llama al interesado a solas y, con suma delicadeza y cariño, ayúdale a luchar contra aquel defecto. Pero nada de reproches públicos, que pueden hundirle.

Se siempre una persona positiva: que alaba, que empuja, que anima. Danos, Señor, muchas personas de esta clase. Ellas darían un nuevo tono a esta sociedad tan triste y desalentada. Y muchas capacidades hasta entonces estériles darían fruto para bien de la Humanidad.
El amor es entrega y servicio
Amar a una persona significa en esencia buscar su bien. Esto normalmente se realiza sin esfuerzo y sacrificio. El sacrificio es un componente ordinario de todo amor auténtico. Quien nada quiera sufrir, jamás podrá amar de verdad.

Hazte amigo del dolor, un compañero inseparable de tu caminar terrestre. Unas veces te acompañará el dolor físico en alguna de sus múltiples facetas. Otras, te acompañará el dolor del alma: soledad, amargura, desaliento... Acoge siempre con paz a tu amigo el dolor... y te madurará como persona y como creyente.
Un amor noble: la amistad
La amistad es lo más noble dentro del amor humano. La amistad se distingue:
¨ Por su desinterés: El amigo no te pide nada a cambio de su amor.
¨ Por su incondicionalidad: El amigo te acepta sin condiciones. Te ama tal como eres.
¨ Por su calidad. La amistad se desarrolla en el plano del espíritu, no en el de la carne.
¨ Por su universalidad. El amigo no quiere gozar exclusivamente de tu afecto. La amistad nos abre a lo universal.
¨ Por la confianza mutua. Entre los diversos tipos de amores humanos es el que engendra mayor confianza reciproca.

No dejes que se seque esa amistad. Riégala pronto con el diálogo sincero, la ayuda fraterna... La amistad también necesita sus ciudadanos.

Acompañar a los amigos en los momentos alegres resulta fácil. Acompañarlos en los momentos tristes es el signo de la verdadera amistad.

La amistad, como todo amor, busca el bien y la felicidad de la persona amada. Sin esta actitud de entrega, la amistad deja de existir. Al faltar hoy ese espíritu de entrega y sacrificio, las amistades resultan más fáciles.

Fidelidad. Mantente siempre fiel al amigo. Perdónale sus fallos y sus indelicadezas contigo. El verdadero amor sabe comprender y perdonar.
No permitas nunca que tu orgullo rompa en un instante una amistad que tardó años en formarse.
Amor familiar
Evitad, esposos, las discusiones, especialmente delante de vuestros hijos. Ellos interpretan la discusión como una falta de amor entre sus amados padres, lo que les produce mucho daño en sus tiernos corazones.

Enseña a tus hijos –con tu palabra y ejemplo- a entregarse a los demás. Que en tu hogar se curse permanentemente la asignatura del amor, con clases sobre todo prácticas. De no sacar buena nota en la ciencia del amor, ¿de qué le servirán sus otros conocimientos?

El castigo del hijo sólo debe quitarlo el que lo puso. Por más que te duela, no quites autoridad a tu cónyuge delante de tu hijo. Si es necesario, habla luego con tu consorte a solas.

Salvo casos muy excepcionales y justificados, nada de castigos corporales a vuestros hijos. Existen otros medios más eficaces de corrección y más respetuosos con la persona humana.

Coordinad la acción educativa mediante el diálogo conyugal. No podéis educar por separado, menos, con criterios opuestos.
¨ Enseña a tus hijos a sentirse miembros de la gran familia humana. Pero ¿cómo?
¨ Exhortándoles a amar a todas las personas.
¨ Animándoles a compartir sus cosas y juguetes con los demás.
¨ Enseñándoles a desprenderse de cosas o dinero suyo.
¨ Y, sobre todo, dando ejemplo a tus hijos con una vida sobria y al servicio de los más débiles.

Responsabilidad. El fin de la educación consiste en formar hombres y mueres responsables de sus actos. Y este fin lo conseguirás encargándoles trabajos fáciles y tareas adecuadas a su edad. Irán así aprendiendo a actuar por si mismos y a cargar con el peso de una pequeña responsabilidad. Todo lo cual aumentará la confianza propia, fundamento de la personalidad equilibrada.

Aconsejar a los hijos en cuestión de tanta trascendencia como la elección de cónyuge o de carrera es misión de los padres, aunque es labor que exige mucha prudencia. Sobrepasar el consejo y presionar a los hijos en una determinada dirección significa de ordinario meterse en zona prohibida. La decisión final corresponde a los propios hijos.

El esfuerzo físico se necesita tanto para la salud del cuerpo como para la del alma. No podemos impunemente ir a todas partes en coche, permanecer horas y horas ante la pequeña pantalla... Acostumbra a tus hijos al esfuerzo físico. Acostúmbralos a no dejarse dominar por la pereza y comodidad reinantes.
Amor universal
El camino del amor no tiene fin ni posee fronteras. Mejora siempre tu amor. Nunca será del todo perfecto. Amplia siempre tu amor. Rompe cualquier muro que te impida un amor universal, un amor a todos los hombres.

Las críticas corrosivas, que envenenan constantemente nuestra atmósfera, son un producto típico de nuestra inmadurez personal, formada de complejos, temores, frustraciones... A medida que salgas de tu egoísmo y madures en el amor, esas críticas amargas irán desapareciendo.

Fíjate más en lo positivo que en lo negativo de personas e instituciones. De este modo:
¨ Te hallarás más cerca de la verdad, porque por lo general las personas y asociaciones tienen más de positivo que de negativo.
¨ Amarás más fácilmente a todos.

Trata con suma paciencia a la persona enferma. Bastantes sufrimientos tiene ya con su enfermedad, para que se los aumentes tú con una actitud desagradable o hiriente. No te enfades nunca con los enfermos. Trata de comprender sus egoísmos y caprichos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario