viernes, 6 de noviembre de 2009

LA MARAVILLA DE LA AMISTAD

Autores varios

PRESENTACION
Hola amig@s,

Uno de mis compromisos con la divinidad es enseñar y compartir todo lo que he aprendido. No es una locura que mis libros los resuma para mí y para ustedes y los presente como un aporte de Soluna-E. Mi anhelo es que todo lo que me ha servido le sirviera a los demás pero he comprendido que de las principales características de la creación de Dios es la diversidad así que ya no espero que a todos le surta lo que a mi.

“La maravilla del a amistad” es el título que damos a esta recapitulación de frases de autores varios de todos los tiempos. No es más que algo que hacemos todos: Anotar frases de este libro o del otro para luego tenerlas… pues bien… eso hicimos… Que las disfruten.


Y como siempre: Espero comentarios. Aunque en este caso seria buenos que nos mandara las frases que ha recopilado o las propias en otro a esta maravilla que es la amistad…

Y para quienes dicen que no hay amigos… no cabe duda que están muertos. Se los dice alguien que es rico… en amigos y amigas por supuesto… grandes espejos de mi alma… de los más pulidos y hermosos…

Por cierto que le dedico esta recapitulación a todos mis amigos y amigas… Gracias por ser una extensión de mi ser… la familia que he elegido para pasármela mejor en este mundo…

Atentamente,


Periodista, Escritor y Creador de Teatro César Chupina
Embajador Cultural de la Paz



LA MARAVILLA DE LA AMISTAD
La amistad es un lugar muy especial

Cuando le preguntaron: “¿Qué es la amistad?”, él respondió: “Es un alma que habita en dos cuerpos, un corazón que palpita en dos almas”.
Aristóteles

En la amistad, vemos solo aquellos defectos que pueden herir a nuestro amigo. En el amor, damos importancia a los que nos hieren a nosotros.
Jean de La Bruyére

No existe desierto como vivir sin amigos: la amistad multiplica los bienes y reparte los males; es remedio único contra la adversa fortuna y un desahogo del alma.
Baltasar Gracián


La amistad es maravillosa porque es libre: no espera nada, lo da todo y se la encuentra sin buscarla.
María Doval

Cultivo una rosa blanca en junio como en enero
para el amigo sincero que me da su mano franca.
Y para el cruel que me arranca
el corazón con que vivo
cardo ni ortiga cultivo,
cultivo una rosa blanca.
José Martí

Lleva ligera la barca de la vida y provéela solamente de las cosas que te sean necesarias: placeres simples e íntimos, uno o dos amigos dignos de ese nombre, alguien que te ame y a quien tú ames, un gato, un perro, una pipa (o dos). No olvides suficientes provisiones para nutrirte y vestirte y un poco más que lo necesario para saciar tu sed...
Jerome K. Jerome

El destino nos da los hermanos, pero el corazón elige los amigos.
Anónimo

Leales son los golpes de un amigo; traidores, los besos de un enemigo.
Proverbios 27,6

Un verdadero amigo se ríe de tus chistes aunque no sean muy buenos y comparte tus problemas aunque no sean muy serios.
Lucy Larcom

La amistad es como el oro legítimo porque cuanto más se usa, más reluce, mientras que el oro falso se opaca pronto.
Manuela Casal

Quienes cuentan con amigos afectuosos son más saludables y más felices que quienes no los tienen. Un amigo es un tesoro más valioso que el oro y las piedras preciosas.

El dinero puede comprar muchas cosas buenas y malas, pero toda la riqueza del mundo no puede comprarte un amigo ni compensarte por la pérdida de uno.
G.D. Prentice.

El amor necesita algo de ceguera; la amistad, mucho de conocimiento.
Conde de Bussy- Rabutin

Un amigo es un regalo que te haces a ti mismo.
Robert Louis Stevenson

El espíritu olvida todos los sufrimientos cuando la tristeza tiene compañía y amistad que la consuele.
Shakespeare

Compartir el gusto por las mismas cosas (y también el disgusto por otras): ésa es la verdadera amistad.
Salustio

Mientras amemos, nuestra vida tiene un sentido; mientras seamos amados por alguien, casi diría que somos indispensables: Ningún hombre es inútil mientras tenga un amigo
Robert Louis Stevenson

¿Cuál es la amistad verdadera? Aquella que me acompaña en mis alegrías, me consuela en mis tristezas y mira con indulgencia mis errores.
Josefina Abal

De todos los dones celestiales por los que ruegan los hombres mortales,
¿Cuál será comparable con un amigo?
Nicholas Grimald

Soñé un sueño en el que vi una ciudad invencible frente al ataque de todo el resto de la tierra.
Soñé con la nueva ciudad de la amistad.
Walt Whitman

Amigos de hoy y amigos de
siempre...


Hay personas a las que reconocemos de inmediato como amigos; uno se siente a salvo en su compañía porque sabe que jamás, jamás estará en peligro con ellos.
Graham Greene

El recuerdo de una amistad de la escuela tiene cierta fuerza mágica y conmueve el corazón.
Disraeli

Mi viejo abrigo y yo vivimos juntos muy cómodamente. El ha adoptado todas mis arrugas, no me molesta en ninguna parte, se ha amoldado a mis deformidades, es complaciente con todos mis movimientos y solo siento su presencia porque me mantiene caliente. Los viejos abrigos y los viejos amigos son iguales.
Víctor Hugo

Bendito el hombre que contempla el rostro de un amigo en un país lejano; la oscuridad de su corazón se desvanece como en un amanecer; vuelve el sonido de una dulce melodía tiempo atrás oída y ya casi olvidada...
Se parece al regreso de los pájaros al bosque cuando el invierno ha terminado.
Henry Van Dyke

Los años traen lo mejor de cuatro cosas:
La madera estacionada para quemar,
El vino añejo para beber,
los antiguos amigos para confiar
y los autores clásicos para leer.
Francis Bacon

...Porque la memoria ha pintado este día perfecto con colores que jamás se borrarán y porque encontramos, al final de este día perfecto, el alma de un nuevo amigo.
Carrie Jacobs Bond

Cada amigo representa un mundo dentro de nosotros, un mundo que no podría nacer si él no hubiera llegado. En ese único encuentro nace un mundo nuevo.
Anais Nin

Un amigo fiel no tiene precio ni existe medida para pesar su valor.
Eclesiastés 6, 15

El tiempo, que muchas veces debilita el amor, casi siempre fortalece la amistad.
Jean de la Bruyère

Nuestro mejor espejo es un viejo amigo.
George Herbert

Somos todos viajeros en este mundo inhóspito y lo mejor que podemos encontrar en nuestro viaje es un amigo fiel.
Robert Louis Stevenson

Si caminas frente a mí, tal vez no pueda seguirte. Si caminas atrás, tal vez no pueda guiarte. Sé mi amigo: camina a mi lado.
Anónimo


La amistad es una planta delicada

Es una flor la amistad
que nace rápida y crece
y el jardín embellece
con su cáliz seductor,
pero pierde la fragancia
y muere de languidez
si le falta alguna vez
el riego de la constancia.
M. Martínez

No te apresures en hacer amigos, pero sé constante en retenerlos cuando los hayas hecho.
Juan Luis Vives

Si juzgas a la gente, no tendrás tiempo de amarla.
Madre Teresa de Calcuta

Es prudente verter sobre el mecanismo de la amistad el aceite de la cortesía
Colette

Alguien dijo que la amistad es como una llave de cristal: abre las puertas de la compañía y cierra las de la soledad. Pero si esa llave de cristal se rompe, nadie podrá arreglarla.
María Doval

La amistad solo se compra con amistad. Un hombre puede tener autoridad sobre otros, pero nunca poseerá sus corazones a no ser que entregue el suyo.
Thomas Wilson

De los negocios, como sabes, se puede obtener dinero. Pero con la amistad raramente ocurre lo mismo.
Jane Austen

Muy poco das cuando das lo que posees. Pero mucho entregas cuando te entregas a ti mismo.
Gibrán Jalil Gibrán

Hay hombres –decía Sócrates- que ponen todo su empeño en cultivar árboles para recoger sus frutos y se ocupan con pereza y despreocupación del bien más preciado: ese que llamamos amigo.
Jenofonte

No trates de intervenir en una discusión entre dos de tus amigos. Casi seguramente uno de ellos dejará de serlo.
San Agustín

La sagrada pasión de la amistad es tan dulce, firme y leal que durará a través de toda una vida. Siempre que no pidas dinero prestado a tu amigo.
Mark Twain

No permitas que crezca la hierba en el camino de la amistad
Platón

Dejar que una amistad muera por negligencia o por silencio es una locura comparable a arrojar lejos uno de los mayores tesoros de este cansador peregrinaje.
Samuel Johnson

El amor de la amistad debe ser gratuito. No ames a un amigo por lo que pueda darte. Si lo amas porque te ofrece dinero u otro bien temporal, amas su regalo y no a él. Un amigo debe ser amado libremente, por si mismo y nada más.
San Agustín


La amistad es compartir momentos



Los amigos nos conocen en los tiempos de la abundancia. Nosotros los conocemos en las dificultades.
Anthony Collins

¿Hay algo más agradable en este mundo que sentarse con tres o cuatro amigos delante de una mesa bien servida, en el antiguo comedor de los padres y ... sumergir la cuchara en una buena sopa y pasar los platos diciendo: Degusten esto, amigos míos y denme su opinión?
Erckmann Chatrian

La amistad nos beneficia siempre.
El amor, a veces nos causa daño.
Séneca

Feliz es la casa que recibe un amigo.
Ralfh W. Emerson

Los pequeños amigos suelen ser grandes amigos.
Esopo

En los momentos felices mi amigo acude únicamente si lo llamo; pero, en los tristes, viene sin que se lo pida.
Demetrio

Imaginemos que un hombre pudiera subir al cielo y mirar todo el universo desde allí... Su admiración por la belleza no sería competa si no tuviera un amigo con quien compartir su placer.
Cicerón

Una mujer puede convertirse en amiga de un hombre solo de esta forma: Primero, será una conocida, luego, una amante y únicamente entonces, una amiga.
Anton Chejov

Las personas solitarias conocen la plena alegría de la amistad. Los demás tienen a su familia; pero, para el solitario y para el exiliado sus amigos significan todo.
Willa Sibert Cather

Si amamos a Dios como un servidor ama a su amo, El nos amará como Señor. Pero si lo amamos como a un amigo, podrá contarnos sus secretos: estos son solo para los amigos.
Santa Catalina de Siena.

La amistad no puede inventarse. Nace naturalmente de la comunión de pensamientos, de la vivencias compartidas, surge espontáneamente, no por decisión propia.
Fedor Dostoievsky

Desde siempre supe que seríamos amigos: no solo porque podemos hablar de todo, sino porque sabemos callar juntos.
Manuela Casal

El profeta le dijo al joven:
“Que lo mejor de ti sea para tu amigo.
Puesto que él conoce tu bajamar, deja que también conozca tu pleamar.
Y no lo busques para matar las horas, sino para vivir las horas. Porque su papel es llenar tus necesidades, pero no tu vacío.
Y que en la dulzura de la amistad haya risas y placeres compartidos. Porque en el rocío de las pequeñeces el corazón encuentra su mañana y se refresca.”
Gibrán Jalil Gibrán

APRENDIENDO A QUERERSE A SI MISMO



Walter Risso
Grupo Editorial Norma, 2003.


PRESENTACION
Hola amig@s,

Uno de mis compromisos con la divinidad es enseñar y compartir todo lo que he aprendido. No es una locura que mis libros los resuma para mí y para ustedes y los presente como un aporte de Soluna-E. Mi anhelo es que todo lo que me ha servido le sirviera a los demás pero he comprendido que de las principales características de la creación de Dios es la diversidad así que ya no espero que a todos le surta lo que a mi.

“Aprendiendo a quererse a sí mismo” de Walter Risso nos recuerda que todo parte de la idea que tengamos de nosotros mismos, en que etapa de la vida se enraízan en nosotros los complejos, revive el hedonismo como una manera de vivir y da un par de recetas para lograr que todo lo que dice el libro se incorpore a nuestras vidas.

Leemos en uno de los párrafos: “Si te sientes una persona poco interesante y atractiva, darás esa imagen a los demás. En cierta manera, la belleza es una actitud. Los famosos “feos” o “feas-atractivas” son el resultado de una actitud positiva hacia sí mismo. Si te auto compadeces, te compadecerás. Si te tienes lástima, inspirarás pesar. El aspecto físico es sólo uno de los componentes de tu auto imagen Ser bien parecido es uno de los tantos requisitos de la atractibilidad. Pero no es el único. Ni siquiera el más importante de la atracción interpersonal”.

Bástenos la anterior cita para motivar a l@s destinatari@s para seguir leyendo el resumen y disfrutarlo porque imagino que desean ser felices y tener la oportunidad de “Ser Persona”.

Y como siempre: Espero comentarios.

Atentamente,


Periodista, Escritor y Creador de Teatro César Chupina
Embajador Cultural de la Paz


Quererse a si mismo es quizás el hecho más importante que garantiza nuestra supervivencia en un mundo complejo y cada vez más difícil de sobrellevar.

Nuestra civilización intenta inculcar principios tales como respeto al ser humano, el sacrificio, el altruismo, la expresión de amor, el buen trato, la comunicación, etc., pero estos principios están dirigidos al cuidado de otros humanos. El auto respeto, el auto amor, la auto confianza y la auto comunicación no suele tenerse en cuenta.

No solo rechazamos la auto aceptación honesta y franca, no nos importa que sea cierta o no, sino que promulgamos y reforzamos la negación de nuestras virtudes.

El auto elogio, así se tenga razón, producen rechazo y fastidio. Esta política de no hablar bien de uno mismo en público, de no ser exagerado en auto recompensarse, de no darse mucho gusto, de disimular, de gran modestia, etc. termina por convertirse en un valor del que hacemos uso con demasiada frecuencia.

Desgraciadamente, nuestra estructura mental se va formando más sobre la base de la evaluación ajena que en la auto evaluación, y nos hacemos victimas de nuestro propio invento.

La inmunidad al flagelo de la depresión sólo se logra si aprendes a quererte.

Desde pequeños nos enseñan conductas de auto cuidado personal: lavarnos los dientes, bañarnos, cortarnos las uñas, comer, controlar esfínteres y vestirnos. ¿pero qué hay del auto cuidado y de la higiene mental? No se nos enseña a querernos, a gustarnos, a contemplarnos y a confiar en nosotros mismos.

La imagen que tienes de ti mismo no es heredada o genéticamente transmitida. Tal como se desprende de lo dicho hasta ahora, es aprendida.

Así como construyes una representación interna del mundo que te rodea, también construyes teorías y conceptos sobre ti mismo. La relación que estableces con el mundo no sólo te permiten conocer el ambiente, sino también tu comportamiento frente a el.

Estas experiencias de contacto con personas (amigos, padres, maestros) y cosas de tu universo material inmediato desarrollan una idea de cómo eres en realidad. Los fracasos y éxitos, los miedos e inseguridades, las sensaciones físicas, los placeres y disgustos, la manera de enfrentar los problemas, lo que te dicen que eres, lo que no te dicen, los castigos, etc., todo confluye y se organiza en una imagen interna sobre tu propia persona: tu yo o tu auto esquema.

Si crees ser un perdedor, no intentarás ganar.

Los humanos mostramos la tendencia conservadora a confirmar, más que a desconformar, las creencias.

Si configuras un auto esquema negativo, él te acompañará por mucho tiempo si no te esfuerzas en modificarlo.

En resumen. Lo que piensas y sientes acerca de ti mismo es aprendido y almacenado en forma de teorías llamadas auto esquemas. Hay auto esquemas positivos y negativos.

Si tu auto esquema es positivo y no lo alimentas, se desvanecerá. La negación del reconocimiento personal es una forma de autodestrucción.

En los auto esquemas se entrelazan cuatro aspectos fundamentales que son: el Auto concepto (qué piensas de ti mismo), la Auto imagen (qué tanto te gustas), la Autoestima el auto refuerzo (qué tanto te premias) y la Auto eficiencia (qué tanta confianza tienes en ti mismo). Son los cuatro soportes de un buen ego, o los cuatro jinetes del Apocalipsis. Sin fallas en alguno, será suficiente para que tu auto esquema se muestre cojo e inestable.

Pese a que los auto esquemas negativos pueden destruirnos, los humanos mostramos la inexplicable tendencia a conservarlos y alimentarlos.

Esta manera de confirmar la autovaloración negativa, comportándose como si realmente fuera cierto, es muy común. Los psicólogos sociales han llamado a este mecanismo, generalmente inconsciente, profecías autorrealizadas.

Si tu auto esquema está irracionalmente estructurado, distorsionarás la realidad. Te sentirás estúpido pese a ser inteligente, horripilante sin serlo, incapaz siendo capaz y, finalmente, intentarás castigarte por no creerte merecedor de una felicitación.


HACIA UN BUEN AUTOCONCEPTO
Hemos aprendido a echarnos la culpa por casi todo lo que hacemos mal y a dudar de nuestra responsabilidad cuando lo hacemos bien.

La autocrítica es buena y productiva si se hace con cuidado. A corto plazo puede servir para generar nuevas conductas, pero si se utiliza indiscriminada y dogmáticamente, genera estrés y es mortal para nuestro auto concepto.

Algunas personas, por tener un sistema de auto evaluación inadecuado, adquieren el “vicio” de autor rotularse negativamente por todo. En vez de decir: “Me comporté torpemente”, dicen: “Soy torpe”.

El auto castigo ha sido considerado, equívocamente, una forma de producir conductas adecuadas. Una elevada autoexigencia producirá estándares de funcionamiento, altos y rígidos. Sin embargo, si bien es importante mantener niveles de exigencia personal relativa o moderadamente altos para ser competentes, el “cortocircuito” se produce cuando estos niveles son irracionales, demasiado altos e inalcanzables.

“La felicidad no es una estación a la cual hay que llegar, sino una manera de viajar”.
Un nivel exagerado de autoexigencia genera patrones estrictos de auto evaluación.

Si eres demasiado autoexigente y autocrático, utilizarás un estilo dicotómico. Esto quiere decir, de extremos. Las cosas sólo serán blancas o negras buenas o malas.

Absurdo. No hay nada absoluto. Todo depende del cristal con que se mire. Como es de esperarse, si deseas fervientemente el éxito, el poder y el prestigio, temerás al fracaso.

La auto observación negativa, al igual que la auto evaluación y el auto castigo, genera estrés, disminuye el rendimiento, maltrata el ego y a largo plazo, afecta el auto concepto.

El uso de estándares extremadamente rígidos, perfeccionistas e irracionales, aumenta la distancia entre tu y yo (lo que te gustaría hacer o ser) y tu yo real (lo que realmente haces o eres).

Si alguien valientemente toma la difícil decisión de “viajar bien”, la presión social es inexorable y cruel. Si además, la meta no es coincidente con lo valores del grupo de referencia, el nivel de sanción puede llegar a ser realmente intolerable. Aquellos objetivos que se distancian de la producción económica son vistos como sinónimos de vagancia, bohemia o idealismo.

La estabilidad absoluta no existe. Es un invento de los que temen al cambio. Ceñirte ciegamente a los estándares propios o externos es coartar tu libertad de pensar.

Las personas mentalmente rígidas, autocríticas y estrictas consigo mismas son personas normativas. Suelen encerrarse en una cárcel fabricada por ellas mismas y el medio educativo, cuyos barrotes son un conjunto de virtudes y valores no siempre racionales, de los cuales no pueden escapar.

Han puesto tantas condiciones y requisitos para transitar por la vida, que el camino se vuelve demasiado angosto y estrecho para andar cómodamente por el. Ser flexible es sin lugar a dudas, una virtud de las personas inteligentes.

Como una grotesca caricatura, las personas muy autocríticas se colocan una camisa de fuerza para no desquiciarse y el resultado, paradójicamente, es el desajuste psicológico.

Salvando el auto concepto
Trata de ser más flexible, tanto con otros como contigo mismo. No pienses en términos absolutistas: no hay nada totalmente bueno o malo. Las cosas rígidas son menos maleables, no soportan demasiado y se quiebran. Si eres normativo, perfeccionista, intolerante y demasiado conservador, no sabrás qué hacer con la vida. Ella no es así.

Busca a tu alrededor personas a las cuales ya tienes catalogadas y dedícate a cuestionar la etiqueta que ya tienes de ellas.

No rotules a las personas, tú incluido, con totalidades.

Las personas no son, simplemente se comportan. La intransigencia genera odio y malestar.

Permítete no ser tan normativo. Trata de no ser perfeccionista. Convive con el desorden una semana. Piérdele el miedo, pero no te hagas amigo de él.

No rotules, ni te auto rotules. Habla sólo en términos de conductas.

Concéntrate en los matices. Piensa más en las alternativas y las excepciones a la regla.
Escucha a las personas que piensan distinto de ti. Esto no implica que debas necesariamente cambiar de opinión, simplemente escucha. Deja entrar la información y luego decide.

Revisa tus metas y las posibilidades reales para alcanzarlas

Cuando definas alguna meta, también debes definir los escalones o las sub metas. Intenta disfrutar, “paladear” el subir cada peldaño, como si se tratara de una meta por sí misma. No esperes hasta llegar al final para descansar y disfrutar.

No auto observes sólo lo malo No pienses mal de ti. Ejerce el derecho a equivocarte.

Los errores no te hacen mejor o peor, simplemente te curten. Sólo te recuerdan que
eres humano.

La autocrítica moderada, la auto observación objetiva, la auto evaluación constructiva y el tener metas racionalmente altas son conductas necesarias.

Estos procesos no son malos en si mismos, dependen de cómo se utilicen y para dónde apunten. Mal utilizados, de manera rígida, dura, destructiva y compulsiva, afectan el auto concepto. Utilizados adecuadamente sirven como una guía alentadora.

Nuestra cultura pareciera preferir personas psicológicamente perturbadas pero exitosas, a personas psicológicamente sanas, pero fracasadas. Sin embargo, el éxito aquí es secundario.



HACIA UNA BUENA AUTOIMAGEN
Las personas somos crueles con aquéllas que reúnen las características de feas.
Los humanos no toleramos los extremos estadísticos.

Obviamente, no me refiero a las personas que desafortunadamente nacen con malformaciones manifiestas.

Como sea, el aspecto que adopta la estructura molecular de nuestro cuerpo es fuente de atracción o repulsión.

El juicio estético que la cultura da a la apariencia física tiene enormes consecuencias para nuestro futuro. Tal como lo sustentan un número considerable de investigaciones, las opiniones, cualesquiera sean ellas, se ven afectadas por el grado de atractibilidad del observado.

No hay un critico universal de belleza. El patrón ideal de lo que es hermoso se aprende a través de las experiencias personales y sociales del entorno inmediato.

El grupo de referencia y las relaciones que establecemos con las personas son determinantes. Si el grupo que forma el núcleo familiar considera la belleza física como un valor y el niño no reúne las características esperadas de “lindo”, no será aceptado incondicionalmente.

Las familias que hacen de la belleza un don apreciable y fundamental, no sólo crean en el niño la necesidad de ser hermoso, sino que inculcan estándares e ideales inalcanzables de belleza física.

Otro factor que define notoriamente la auto imagen es el éxito alcanzado con el sexo opuesto. Las personas “gustadoras” no suelen tener problemas de auto imagen.

Los adolescentes que fracasan en conseguir pareja generan problemas de auto imagen en un gran porcentaje de casos.

Una de las causas más terribles y devastadoras de la pérdida de auto imagen es la burla. En la temprana infancia, cuando los niños son cruelmente sinceros, comienzan a gestarse los llamados complejos. Por alguna extraña razón, los apodos y los sobrenombres siempre dan donde más duele.

Y aunque se produzca una metamorfosis positiva con los años, es decir, que el defecto desaparezca, la burla deja sus huellas. A veces nos recetamos, sobre todo en la preadolescencia y en la adolescencia, una revisión detallada y crítica de lo que somos físicamente. Pero no lo hacemos con cuidado, somos feroces y desalmados con nosotros(as) mismos(as).

Es increíble la habilidad de algunas personas para detectarse defectos, barritos, arrugas, espinillas, veinte gramos de más o cualquier problema similar. No estoy criticando el cuidado o el arreglo personal, sino la preocupación obsesiva por ser “bello” siempre y a toda hora.

Si la autoafirmación personal gira alrededor de la belleza física, esto no sólo indica una pobre vida interior, sino una muerte prematura.

Resumiendo, el ambiente inmediato en el cual crecemos y las experiencias que en él tenemos sobre nuestra apariencia física determinan el grado de auto aceptación. Los diversos episodios de contacto con otras personas, y más tarde la propia comparación, son almacenadas en la memoria en forma de auto imagen.

La belleza es algo relativo a la época y al lugar. Nadie es dueño de la verdad.

Esto significa que puedes decidir tu propio concepto de lo bello. Es difícil pero vale la pena intentarlo. Así como vestirse bien no implica seguir dócilmente la moda, para gustarte a ti mismo no tienes que utilizar los criterios que vende los medios de comunicación.

Los requisitos sobre tus preferencias son básicamente afectivos. Me gusto porque me gusto. En las cuestiones afectivas, de agrado o desagrado, los “porqué” generalmente sobran y no aportan nada nuevo; por el contrario, confunden. En cuestión de gustos, la lógica sobra.

Cuando se trata de uno mismo, le echamos demasiada cabeza al asunto. Podemos sentirnos atraídos por una persona que no sea bella, pero si se trata de la propia auto imagen somos implacables.

Lo importante, entonces, no es ser bello, sino gustarse a sí mismo. Para lograrlo no es conveniente utilizar criterios rígidos y estrictos.

Las propaganda tienen por objetivo mostrarte cuánto te alejas de la belleza “perfecta”. Ellas te ofrecen un producto para alcanzar ese ideal. Si aceptas pasivamente ese modelo de belleza, terminarás pensando que eres horrible.

Lo correcto sería destacar las cosas que realmente te agradan de ti mismo(a) y no lo que las convenciones establecen como adecuadas. Aprecia lo que realmente te gusta, aunque no coincida con la “onda” general.

Tu cuerpo y el modo en que lo cubras deben gustarte primero a ti.

Vístete, píntate, adelgaza, pero para halagarte, no para halagar.

Recapitulemos lo dicho hasta aquí. La auto imagen es aprendida a través de nuestras experiencias con el ambiente inmediato (amigos, novios, familia, etc.) y del aprendizaje social que hacemos de los medios de comunicación. Por lo general, los niveles de atracción o rechazo, es decir nuestras predilecciones de lo agradable o desagradable, son procesados inconscientemente y en un ámbito puramente afectivo.

Para mejorar la auto imagen
Para salvaguardar tu auto imagen o rescatarla, si es el caso, debes tener en cuenta los siguientes aspectos:

Ø Trata de definir tus propios criterios de lo que es bello o estético.

Ø Trata de ser una persona espontánea y auténtica cuando elijas. Lo atractivo para ti es una elección que solo tú puedes hacer. Arriésgate a ensayar e inventar sobre tu arreglo personal. A la pregunta estúpida: “¿se usa?”, simplemente contesta: “no tengo la menor idea”.

Ø Descarta la perfección física y los criterios estrictos.

Ø No hay un absoluto. Hay niveles de atracción. Disfruta lo que tienes y no te exijas lo imposible.

Ø Descubre y destaca las cosas que te gustan de ti.

Ø Siéntete orgulloso y feliz de tus atributos físicos. No importa si son muchos o pocos, eres afortunado por lo que tienes.


Tu auto imagen se transmite a otros
Si te sientes una persona poco interesante y atractiva, darás esa imagen a los demás. En cierta manera, la belleza es una actitud. Los famosos “feos” o “feas-atractivas” son el resultado de una actitud positiva hacia sí mismo. Si te auto compadeces, te compadecerás. Si te tienes lástima, inspirarás pesar.

El aspecto físico es sólo uno de los componentes de tu auto imagen

Ser bien parecido es uno de los tantos requisitos de la atractibilidad. Pero no es el único. Ni siquiera el más importante de la atracción interpersonal.

Las personas, además de “lindas” o “feas”, pueden ser cálidas, amables, inteligentes, tiernas seductoras, sensuales, interesantes, adecuadas, alegres, afectuosas, graciosas, etc.

no importa qué seas y cómo seas. Si realmente te agradas y gustas, siempre encontrarás alguien que guste de ti

El auto desagrado inmoviliza. Las personas que no se gustan anticipan el rechazo y evitan la gente. Gustarse es abrir los horizontes afectivos. Es arriesgarse y aumentar las probabilidades de conocer gente.


HACIA UNA BUENA AUTOESTIMA
El amor se exterioriza hacia fuera con conductas. Si no expreso el sentimiento positivo, el amor se vuelve algo inconcluso, trunco y descolorido. De manera similar, el amor a uno mismo debe expresarse con comportamientos tangibles, aunque la cultura los vea mal.

Promulgamos el amor al prójimo a los cuatro vientos, repudiamos la agresión y el maltrato a otros, pero se nos permite, y hasta es bien visto, que regateemos, economicemos y midamos las auto expresiones de afecto.

Pensamos que el tiempo mejor aprovechado es el destinado a producir bienes materiales o dinero. No nos interesa producir salud mental.

Es indudable que la cultura no enseña a “perder el tiempo” de manera psicológicamente productiva, esto es, dándonos gusto y contemplándonos.

Es un acto de irresponsabilidad no dedicar tiempo a ti mismo. Quererse a sí mismo, en principio, no debería ser distinto a querer a otros. Cuando amamos a alguien, intentamos hacérselo saber con actos dirigidos a producirle bienestar y satisfacción. De manera similar, debes demostrarte a ti mismo que te quieres con actos dirigidos a producir auto bienestar y autosatisfacción.


Filosofía hedonista
Hedonismo significa placer, satisfacción, regocijo, goce y bienestar. Una filosofía hedonista implica un estilo de vida orientado a buscar el disfrute y a “sacarle el provecho” a las cosas que nos rodean. No expresa, como creen algunos, una conducta irresponsable y descontrolada. Tampoco significa desconocer la importancia de la disciplina y la organización.

Tratar de pasarla lo mejor posible no es sinónimo de vagancia, pereza o donjuanismo.

Entre el extremo del autocontrol excesivo (ascetista) y la búsqueda desenfrenada del placer inmediato (epicureismo), hay un punto intermedio donde es posible el deleite responsable.

Es imposible aprender a quererte a ti mismo si no aceptas vivir intensamente.

Uno de los grandes males del siglo veinte es la escasa capacidad de sentir pasión. No importa hacia qué, la pasión es darle sentido a la vida, es crear un sentimiento de alto grado de fuerza y vigor, es vibrar con energía.

No hace falta subir la montaña más alta del mundo o cruzar a nado el Amazonas. El pleno disfrute se observa también en las cosas cotidianas, como coleccionar escapularios, cultivar rosas, leer, ir al cine, escribir, cocinar, jugar ajedrez, ser radioaficionado, pintar, etc. cualquier cosa que elijas puede convertirse en tu pasión, si trabajas activamente para ello.

El desarrollo de la corteza cerebral y del lenguaje, si bien ha permitido evolucionar en muchos aspectos, nos ha alejado del legado sub cortical emocional de nuestro pasado filogenético en dos factores principales: la conducta de exploración y la sensibilidad emocional.

La exploración es uno de los comportamientos que más garantiza el desarrollo inteligente y el desarrollo emocional de nuestra especie.

La curiosidad es uno de los factores que ha permitido el desarrollo y mantenimiento de la vida en el planeta. Husmear, escudriñar y explorar llevan a una de las mayores satisfacciones: es descubrimiento y la sorpresa.

Lastimosamente, la civilización actual ha ejercido influencias desastrosas sobre nuestra capacidad de búsqueda. El avance tecnológico ha contribuido a la pereza y a la indolencia. Cada día caminamos menos. Nuestra vida ya no depende tanto de la capacidad de exploración. La atrofia del espíritu indagador ha dado paso a la costumbre sedentaria del ocio.

El que busca encuentra. La felicidad no llega a la puerta; hay que salir a buscarla y pelear por ella.

Cuando induzco a mis pacientes a que incrementen su ambiente motivacional, muchos me dicen: “¿y qué hago?”. Yo les contesto: “buscar”. No hay una lista prefabricada sobre qué hacer de bueno con la propia vida.

Si has perdido la capacidad de exploración, debes recuperarla. De otro modo, jamás, podrás acercarte a una filosofía hedonista.

El segundo factor que interfiere con un estilo de vida placentero es la capacidad de sentir.

Los sentidos primarios han sufrido, sin lugar a duda, un adormecimiento. El olfato y el tacto han ido perdiendo importancia adaptativa para nuestra especie.

El sistema de procesamiento humano de la información tiene dos formas de operar. Una es voluntaria o controlada, y la otra automática o no consciente. La primera depende de aquellos estratos más desarrollados del sistema nervioso central (hemisferio izquierdo de la corteza cerebral) y procesa información lógico lingüística.

El sentimiento, a diferencia de los procesos de pensamiento, tiene algunas características que le son propias: es automático (no consciente), requiere menos esfuerzo mental, es inescapable, irrevocable, total, difícil de verbalizar, difícil de explicar y de entender. Cabe señalar que si ambos tipos de procesamiento presentan características distintas, interactúan y se entremezclan permanentemente. Dependiendo del caso, habrá predominio del uno o del otro. Es muy difícil la emoción pura o la lógica pura.

Nuestra cultura, por puro aprendizaje social, privilegia la razón sobre la emoción, es decir, que el cerebro más joven y evolucionado ejerza control sobre el más antiguo.

El tratar de buscar explicaciones “lógicas” a nuestro afecto a veces nos coloca en callejones sin salida y nos perturba. En estos casos, los “porqués” deberían ser reemplazos por los “qué” (qué siento) y los “cómo” (como me siento).

Inclinar la balanza a favor del afecto positivo, buscando nivelar lo emocional y lo racional, no significa eliminar la razón, sino colocar el afecto en el sitio que se merece.

El sentimiento positivo si no es perjudicial para ti o para otros, no necesita explicaciones la gran mayoría de las reacciones afectivas agradable escapan a la razón, son difíciles e verbalizar y de explicar; sólo hay que sentir. Otra causa de la insensibilidad, distinta a los “porqués”

Quizás lo adecuado no sea buscar respuestas a las preguntas, sino saber hacer las preguntas.

Obviamente, la premisa no es, de ninguna manera, dejar de pensar y convertirte en un ser visceral para el resto de la vida.

Otra causa de la insensibilidad, distinta a los “porqués” y a la racionalización computacional, es la creencia de que “no debemos dejarnos llevar por las emociones ni perder el control, ya que es de mal gusto mostrar el lado flaco”.

Muchas personas se “olvidaron de sentir” por haberse enviciado al control.

La represión del sentimiento puede llegar hasta tal punto que el sujeto realmente cree no estar sintiendo nada.

Como resultado obvio, no estoy promulgando la impulsividad ciega e histérica de hablar duro, llorar a toda hora y reírse por nada.

Sentir, en el amplio sentido de la palabra, no es una enfermedad frente a la cual hay que crear inmunidad: es salud física o mental.

Es tan malo el descontrol desenfrenado como el control excesivo.

Puedes sentir lo que se te dé la gana, si no te hace daño y si esto te hace feliz, aunque a ciertos constipados emocionales no les agrade.

Es cierto que algunas emociones son desagradables y nefastas; pero, incluso en los casos donde se hace preciso modificar un sentimiento negativo patológico, el primer paso es aceptar y discriminar su existencia.

“Sentir”, como aquí está planteado, es una manera de investigar y explorar qué te gusta y qué no.

No les pongas tantos requisitos a tus emociones para aceptarlas. Ellas son parte de ti. Sentir es tu condición de ser vivo. Si las niegas o les temes, estarás perdiendo no sólo la capacidad de amarte a ti mismo sino de amar a otros. Aprende a convivir con ellas. Elige las que te convengan y desecha las que no te gusten. Tienes derecho a esta elección.

Un espíritu desinhibido y sin restricciones emocionales indudablemente favorecerá el desarrollo de una sensibilidad aguda y perceptiva, la cual a su vez mejorará la comunicación afectiva y la comprensión de los estados internos.

Si se aprende a disfrutar de la realidad, no es necesario alejarse de ella.
Las siguientes guías de acción pueden servirte para acercarte a un estilo de vida hedonista:

1. Saca tiempo para el disfrute

Tu momento de descanso, tu recreación y tus vacaciones no son un “desperdicio de tiempo”, sino una inversión para tu salud mental.

2. Decide vivir hedonistamente

Ser hedonista no es promulgar la vagancia, la irresponsabilidad o los hábitos o vicios que atenten contra tu salud. Es vivir intensamente y ejercer el derecho a sentirte bien.

3. Explora, busca, indaga

Una vez que decidas darle más importancia al principio del placer, debes comenzar a trabajar para sentirte bien. Tu principal arma es la exploración. No esperes a estar “totalmente seguro” para ensayar cosas nuevas. ¡Arriésgate!

4. No racionalices tanto las emociones agradables

La idea no es negar la importancia del pensamiento. De hecho, tu manera de pensar tiene influencia sobre el tono afectivo (agradabilidad o desagrabilidad) de tus sentimientos. El problema es que si intentas “explicarte” y comprender de manera permanente los sentimientos, los obstruyes irremediablemente.

Hay una tendencia clara a “ubicar” la emoción en categorías conceptuales, juicios de valor y opiniones. Es muy difícil lograr una imagen emocional desprovista de razón.

En definitiva, la mente y la emoción pueden estar juntas, y de hecho así lo hacen. Sin embargo, dependiendo de las situaciones, debe prevalecer una sobre otra. Por ejemplo, en tus decisiones de trabajo, la emoción debe dar paso al razonamiento concienzudo; pero cuando estás haciendo el amor, disfrutando de un paseo escuchando tu música favorita o pasándola bien, los juicios fríos y los “porqués” sobran.

Autoelogio
Una de las características más determinantes y distintivas de los humanos es, sin lugar a duda, la capacidad de reflexionar y pensar sobre uno mismo. Más aun, poseemos el don de ser conscientes de nuestra propia conciencia.

El diálogo interno comienza en la infancia y se desarrolla en la adolescencia. Alrededor de los cinco años, los niños estructuran e internalizan lo que los autores han llamado “lenguaje interno”. Este lenguaje, a medida que el niño crece, va ejerciendo cada vez más dominio sobre los estados emocionales y la conducta, permitiendo su control o liberación, dependiendo de las necesidades del sujeto.

Las autoverbalizaciones poseen la misma facultad de aquellas verbalizaciones que llegan de otros.

Las investigaciones en psicología clínica muestran que muchas patologías se caracterizan por un tipo especial de pensamiento.

Cuando tengas tus diálogos internos, en lo posible que sean positivos pero con una dosis de realismo.

El autoelogio es una manera de hablarte positivamente a ti mismo(a). Es una forma de contemplarte y de reconocer tus actuaciones adecuadas.

La auto estimulación puede ser más poderosa en sus efectos que la felicitación o el elogio que viene de afuera.

Debido a la absurda costumbre cultural de ver el auto castigo y la autocrítica de los comportamientos negativos como una mejor vía de aprendizaje que el auto reforzar las conductas positivas, se ha desarrollado el vicio de focalizar en lo malo.

Definitivamente, el quererse es sospechoso, es síntoma de narcisismo y de suficiencia. El amor dirigido a uno mismo es visto como “egolatría” y el amor dirigido a otros, como “altruismo”. Sin embargo, el quererse también puede ser visto como amor propio y como un acto de dignidad.

Las “razones” a las cuales se apela para negar el autoelogio son varias.

a) “No soy merecedor” o “no fue gran cosa” Típico de las personas que ven la modestia o la subestimación de los logros personales como un acto de entrega y humildad, a la manera de los grandes hidalgos.

b) “Era mi deber” o “era mi obligación” ¡tu principal deber es para contigo! Si tu diálogo interno es el de la obligación absoluta, no te sentirás con el derecho de elogiarte.

c) “Auto elogiarse es de mal gusto". El buen gusto comienza por casa. Auto elogiarse es una necesidad.


Elogios impersonales. Ampliamente fomentados por la cultura de los buenos modales y la etiqueta, son considerados signos de buena educación y diplomacia. Lo que se admira en estos casos son cosas materiales que posee la persona, sin hacer mención a ningún atributo personal y sin involucrarse uno. “Tu camisa es muy linda”, “Tienes una hermosa casa”. “Tu perfume huele muy bien”.

Elogios personales donde se involucra parcialmente a la persona a la cual va dirigido el elogio. “La camisa te queda bien”, “ese peinado te sienta muy bien”,

Elogios dirigidos a ciertas características de la persona. Aquí el compromiso del que dice el halago es mayor. “eres muy inteligente”, como puede verse, el elogio va dirigido a rasgos, valores, características físicas o habilidades do otras personas. Buscar qué cosas te gustan de ti, elógiate y, de paso, agradécete, como te agradecería cualquier persona que recibiera el halago.

Elogios dirigidos a características de la persona donde el dador del elogio se involucra. Muy pocas personas son capaces de dar este tipo de halagos sin sentirse ridículos, nerviosos o inseguros. Aquí el dador dice lo que le produce la persona. ¿Qué hacer para generar la sana costumbre de auto elogiarse? En primer lugar, debes conocerte a través de un procesamiento controlado, es decir, hacerte consciente de tu diálogo interno y repetirte el elogio que te corresponde cuando has alcanzado un logro.

El siguiente método te ayudará a adquirir la sana costumbre de auto elogiarte:
El primer paso consiste en hacerte consciente de cómo te tratas y de lo que te dices a ti mismo. Esto se logra llevando un registro detallado durante una o dos semanas, donde figure el comportamiento susceptible de autoelogio y lo que te dices después de realizarlo.

El segundo paso es estar pendiente, ya sin anotar, de cuando haces algo bien hecho para auto elogiarte. En las etapas iniciales, el autoelogio debe ser en voz alta (a solas) para que te puedas escuchar: “!eso estuvo bien!”, “!genial!”, etc.

El tercer paso consiste en auto administrarte el autoelogio en voz baja, hasta que se convierta en pensamiento.

El cuarto paso es ensayarlo bastante, para que a través de la práctica se afiance y se vuelva automático, como manejar un carro o escribir a máquina.

No lo malgastes. Auto elógiate cuando pienses que vale la pena.

El auto elogio es un arma poderosa que debes cuidar y no usar indiscriminadamente. No malogres su fuerza utilizándolo de manera ciega. Aplícalo a aquellas conductas que valgan la pena y que te hagan crecer como ser humano.

Auto recompensa
Es otra manera de auto expresarte el afecto. La auto recompensa es el proceso por el cual nos auto administramos estímulo positivos. Aunque parezca extraño, algo tan obvio y claro, intrínseco al ser humano, en nuestra cultura se vuelve confuso y enredado.

El culto al ahorro excesivo nos ha llevado a creer que todo aquello que no redunde en plata o en beneficios materiales es una mala inversión.

Irracionalmente, aceptamos convivir con cosas que no queremos o nos disgustan, simplemente porque nos sentimos culpables al salir de ellas.

El espíritu del ahorro es bueno si se hace con prudencia. Ahorrar no debe convertirse en un fin en sí mismo, sino en una actitud previsora.

Tu necesitas la auto recompensa. Al igual que el autoelogio, ella fortalece tu autoestima y no permite el auto castigo, el auto menosprecio y la insatisfacción. Evita que te vuelvas insensible a tus logros. Te enseña a auto expresarte, a ser detallista con tu propia persona y explícito con el propio auto reconocimiento. Tú no eres menos importante que tus amigos o que las otras personas.

Disponer de varias formas de auto recompensa es organizar un ambiente motivacional sano para tu salud mental.

El que sabe quererse deja su marca en todas las cosas. Su territorio esta “diseñado” por el.

No a los cultos
El culto a la habituación te impedirá innovar y descubrir otros mundos.

El culto a la racionalización te convertirá en una especie de computador.

El culto al autocontrol será un dique de contención a todas tus emociones y sentimientos.

El culto a la modestia te llevará a no valorar tus éxitos y esfuerzos.

El culto al ahorro te impedirá darte gustos.

Tal como dije antes, estas creencias no son malas en sí mismas, pero en altas dosis y llevadas al extremo son perjudiciales para tu salud mental.

Deja siempre un espacio para moverte. Que tu tradicionalismo permita algunos cambios, que tu modestia deje escapar un auto reconocimiento, que tu corteza cerebral deje de vez en cuando jugar a las emociones.

Date la libertad y un espacio para moverte, para poder amarte a ti mismo debes darte permisos de vez en cuando.

Sin embargo, estos permisos no deben ser nocivos para tu salud ni para las personas que te rodean. Si así fuera, ésa no sería una manera de quererte o querer a otros. Una filosofía sana, orientada al auto amor, es cuidarte por sobre todas las cosas y no producirte daños. Ningún padre prostituiría a una hija, ni daría drogas a un hijo.

Quererte a ti mismo es contemplarte, cuidarte y expresarte amor de manera responsable, buscando tu crecimiento personal y no tu ruina.

“No al adultísimo” significa reconocer que determinados valores inculcados por nuestra sociedad se han llevado demasiado lejos, y que su ponderación exagerada, en muchas ocasiones, impide fortalecer la autoestima.

HACIA UNA BUENA AUTOESTIMA
Como se vio en la primera parte, el auto concepto puede verse maltratado debido a la trampa de establecer metas irracionalmente altas y a una ambición desmedida.

Sin embargo, no exigirse es tan malo como sobre exigirse. El extremo opuesto lo constituyen aquellas personas cuyas metas son pobres, vacilantes e inseguras, que desfallecen ante el primer obstáculo y se muestran indecisas ante los problemas. Así como la autoexigencia desmedida destruye y castiga el ego, la falta de ambición impide un buen crecimiento del mismo. Los retos y los propios desafíos son el alimento principal con los cuales se nutre el auto concepto. si no posees metas o son demasiado diminutas, tu ego será raquítico y frágil. Si no enfrentas los problemas y no peleas para alcanzar tus metas, tu ego morirá de inanición o se atrofiará.

A la confianza y convicción de que es posible alcanzar los resultados esperados se la denomina auto eficacia. La baja auto eficacia te llevará a pensar que no eres capaz. Es básicamente una opinión afectiva de uno mismo.

La expectativa de éxito no solamente implica, como aparentemente podría pensarse, un análisis racional y frío de las posibilidades objetivas de éxito (expectativas de resultados), sino también la valoración sujetiva de qué tan capaz se siente el sujeto (expectativa de eficacia). Como cualquier creencia, esta última valoración es cuestión de fe y de confianza. La desconfianza en uno mismo barre con las capacidades y habilidades.

Si bien la resignación cumple una función adaptativa para nuestra especie, en el sentido de que nos lleva a economizar fuerzas en situaciones donde es inútil intentarlo, es sumamente nociva cuando se utiliza precipitada e irracionalmente.

Existen varias razones por las cuales las personas se ven a si mismas como incapaces y derrotadas. El control percibido o la percepción de la propia capacidad para modificar las contingencias inadecuadas e inconvenientes, se configura con base en las propias experiencias de éxitos o fracasos y en la manera de procesar esa información.

Las investigaciones en psicología indican que al menos tres factores parecen estar asociados a los problemas de auto eficacia.

La percepción de incontrolabilidad
La imposibilidad de modificar un evento aversivo desarrolla depresión y desconfianza en si mismo. De manera similar, una historia de fracasos que escapen al control del sujeto producirá la percepción de incapacidad, si no se sigue intentando el éxito. La experiencia de incontrolabilidad tiene un efecto demoledor sobre la conducta de lucha en personas poco persistentes

Una mala racha suele ser suficiente para generar sentimientos de inseguridad y depresión. De manera similar, si el fracaso se ve como ineludible, sobrevendrán sentimientos de ineficacia que podrán generalizarse a nuevas situaciones. El sujeto llegará a considerarse inepto para hallar la solución y aunque ésta se le presente como alternativa viable, la descarta por considerarse él mismo incompetente.

Afortunadamente, como veremos más adelante, este panorama desalentador puede modificarse si decides arriesgarte a enfrentar los problemas. Lo que jamás debes perder es tu capacidad de lucha. Hermann Hesse escribió: “para que pueda surgir lo posible, es preciso intentar una y otra vez lo imposible.

El punto control
A veces, el no intentar modificar los eventos nocivos y desagradables se debe a creencias culturalmente aprendidas.

Las personas pueden ser divididas en internas o externas, de acuerdo con el lugar donde ubiquen el control de su conducta. Las personas internas colocan el control de su conducta dentro de ellas mismas. Dirán que ellas guían su conducta y que son las principales responsables de lo que les ocurra. Asumen el destino, no como algo dado desde fuera, sino como algo que deben construir por su propio esfuerzo. No suelen echarle la culpa a otros de los que acontezca con su vida. Son personas seguras.

Por su parte, las personas externas creen que sobre su conducta operan una cantidad de eventos y causas que escapan de su control. Piensan que su comportamiento está gobernado por factores externos a ellas mismas, frente a los cuales no pueden hacer nada.

Suelen ser personas fatalistas y resignadas ante la adversidad. La mayoría de las veces, actuar con un punto de control extremo desemboca en una baja auto eficacia.

La posición que asuma cada uno frente al punto de control está regulada por los aprendizajes sociales, los modelos y el sistema de valores de los grupos familiares y culturales.

La propuesta no es descartar la fe sino ponerla al servicio de tu crecimiento personal. Las creencias deben servirte como fuente de motivación y empuje, no como frenos e impedimentos para alcanzar la felicidad por ti mismo.

Resumiendo, si la creencia de control que posees es externa, tu empeño en alcanzar las cosas que te interesan corren el peligro de debilitarse. Si tienes fe en algo o alguien, que sea un motor y una fuente de convicción de que eres capaz.

Los estilos atribucionales
Cuando estamos ante situaciones de éxito o fracaso, los humanos hacemos interpretaciones sobre las causas del porqué se dio el hecho en cuestión.

Los estilos atribucionales son las tendencias idiosincrásicas que utilizamos los humanos para explicar la propia conducta. O la ajena. Las personas que utilizan un estilo atribucional pesimista y negativo se sentirán responsables de los fracasos pero no de los éxitos. Por su parte, la gente que hace uso de un estilo atribucional racional, optimista y positivo, tenderá a evaluar la situación de manera objetiva y se hará responsable de los fracasos o los éxitos, si realmente es así. El estilo atribucional irracionalmente optimista es tan malo como el pesimista, debido a que el sujeto también distorsionará la realidad, se atribuirá todos los éxitos y le echará la culpa del propio fracaso a los demás. Su auto eficacia no crecerá adecuadamente si no que se inflará como un globo hasta reventar. Salvar la auto eficacia y el auto concepto a costillas de otro. O negando la verdad, no es una salida sana para tu integridad psicológica. Quererte a ti mismo es hacerlo, por sobre todas las cosas, de manera honesta.

Las tres causas mencionadas tiene algo en común: movilizan. Todas terminan disminuyendo la auto eficacia y afectando tus expectativas de éxitos.

Maquiavelo dice: “los fantasmas asustan más de lejos que de cerca”. Eso es verdad. La única manera de vencer el miedo es enfrentarlo. De igual modo. No hay otra forma de solucionar un problema que haciéndole frente. No obstante las ventajas del método, los humanos nos resistimos a pagar el costo de la superación. Optamos por el camino más fácil: el alivio que nos produce la evitación y la postergación.

Enfrentarse a cosas desagradables es incómodo, pero es el precio para modificarlas y vencerlas.

En los trastornos graves de pánico, está comprobado que la mejor estrategia terapéutica es la exposición a la fuente fóbica. En estos casos, cuando el sujeto se somete al miedo, la adrenalina se dispara y produce determinadas reacciones fisiológicas como taquicardia, sudor, cambios de temperaturas, náuseas, mareos, etc. Estas sensaciones son incómodas, pero después de un tiempo disminuyen, se agotan y el organismo se habitúa al objeto temido. Esto se denomina extinción del miedo.

Si quieres superar tus inseguridades, debes ponerte a prueba y exponerte. Debes arriesgarte y someter a contrastación las ideas que tienes de ti mismo. Si haces de la evitación una costumbre, nunca sabrás valorarte.

La baja auto eficacia produce efectos similares a los arriba mencionados. La desconfianza en si mismo genera un amplio repertorio de evitación.

Otra forma de evitación de las personas poco auto eficaces es imponerse metas pobres y resignarse a su suerte de mediocres. La autocompasión es un veneno que mata lentamente. La única opción para conocerte a ti mismo es arriesgarte y ponerte a prueba.

Para vencer la baja auto eficacia hay que actuar con valentía. No hay nada que no puedas lograr si te lo propones. Tu fuerza es siempre mayor de lo que crees.

Hay muchas ocasiones en que es bueno evitar. Lo que me parece difícil es definir cuándo es psicológicamente adecuada y cuándo no.

Es indudable que el escape y la evitación son las mejores opciones cuando el peligro, físico o psicológico, es objetiva y realmente dañino.

Si crees que no eres capaz y te tienes lástima, concédete la oportunidad de demostrarte a ti mismo lo que puedes hacer. El intento será incómodo al principio. Sentirás miedo, dolor y malestar, pero habrá en juego algo mucho más importante que tu estado fisiológico: tu auto concepto. la propia dignidad merece el “sacrificio”


Venciendo la baja auto eficacia
La auto eficacia es la “opinión afectiva” que se tiene sobre la posibilidad de alcanzar determinados resultados, es decir, la confianza de alcanzar las metas exitosamente. Las causas más comunes que contribuyen a que la auto eficacia baje son: ver las cosas como incontrolables. Creer que la propia conducta está regulada más por factores externos que por uno mismo(a), y utilizar un estilo atribucional donde siempre se es responsable de lo malo nunca de lo bueno.

Las siguientes estrategias te permitirán pelear contra la baja auto eficacia o conservarla en un punto adecuado.


1) elimina el “no soy capaz”
Si tratas mal y eres irrespetuoso contigo mismo, tu diálogo obrará como un freno. Respeta tu condición de ser humano; no te menoscabes. Cada vez que te encuentres rumiando el nefasto: “no soy capaz”, aléjalo y expúlsalo de tu mente. Detén el pensamiento, diciéndote: “para”. Cambia de actividad, habla por teléfono, escucha música, canta en voz alta y orienta tu diálogo positivamente.

2) No seas pesimista
Las personas con baja auto eficacia anticipan el futuro negativamente. Si ves venir el fracaso en cada una de tus actuaciones, ni siquiera te provocará intentarlo. Las profecías negativas suelen convertirse en realidad, porque nosotros mismos nos encargamos de se cumplan.

3) No seas fatalista
Eres el arquitecto de tu futuro. En una gran proporción, construyes tu destino. Por lo tanto, tienes el poder de modificar muchas cosas. No veas el mundo como aristotélicamente inmodificable. Quita de tu repertorio verbal la palabra “siempre”.

El pasado no te condena. De hecho, tu presente es el pasado de mañana. Si cambias en el aquí y el ahora, estarás contribuyendo de manera significativa a tu destino. Si haces demasiado hincapié en el azar y la suerte, tu auto eficacia no podrá crecer. Verás obstáculos insalvables por todas partes.


4) Trata de ser realista
Trata de funcionar privilegiando el punto de control interno, pero de manera realista. Se objetivo con tus éxitos y con tus fracasos. Responsabilízate con lo que realmente has tenido que ver.


5) No recuerdes sólo lo malo
La visión negativa de uno mismo se alimenta principalmente de los recuerdos. Si el esquema que tienes de ti es negativo, los recuerdos que llegarán a tu mente serán confirmatorios de este esquema.

Durante algunos minutos al día, intenta activar tu memoria positiva. Descubrirás la existencia de una gran cantidad de buena información acerca de ti mismo que habías olvidado.


6) Revisa tus metas
Si tu auto eficacia es baja, pecarás por defecto y no por exceso (como vimos en la parte de auto concepto). Te estarás subestimando y adaptando las metas a la supuesta incapacidad que percibes en ti mismo.

Revisa tus metas. Muy probablemente pueden estirarse un poco más y hacerse más exigentes, esto no significa que deban crecer exageradamente y de manera inmediata. El proceso lleva su tiempo.

Pregúntate cuántas de tus metas reflejan lo que realmente desearías hacer y cuantas se han adaptado a tu minusvalía psicológica. Cuestiónate qué tan resignado estás. ¿Tus metas actuales muestran confianza o desconfianza en ti mismo?


7) Ponte a prueba y arriésgate
Cuando decidas enfrentar tus miedos e inseguridades, los seis pasos anteriores te ayudarán a no distorsionar la realidad a favor del auto menosprecio. Si tu auto eficacia es baja, ¿Qué podrías perder al intentar nuevos retos?

Un plan que podrías proponerte es el siguiente:
a. Define un objetivo que exija esfuerzo. El objetivo deber ser racional, o con probabilidades razonables de éxitos.
b. Define tus expectativas de manera objetiva, clara y precisa, para que puedas después compararlas con los resultados obtenidos.
c. Antes y durante el enfrentamiento en si, no utilices verbalizaciones inhibitorias.
d. Ponte a prueba
e. Durante el enfrentamiento, no evites. Persiste el mayor tiempo que puedas ante los obstáculos.
f. Compara los resultados con las anticipaciones que habías escrito antes. Intenta descubrir si tus anticipaciones estuvieron guiadas por el fatalismo y/o el pesimismo.
g. Inténtalo de nuevo. Que tu meta aún sea la misma, pero modifica tus anticipaciones. Sé más realista en tus predicciones. Elimina las actitudes catastróficas.


A manera de epílogo
Los caminos para llegar al auto amor son incontables. Tu decides por cuál debes transitar, cuál te agrada y cuál no. Lo que jamás debes perder es la capacidad de búsqueda y de cuestionamiento. No hay verdades absolutas sino propuestas que deben ser ensayadas.

No existe LA SOLUCIÓN, sólo tendencias.

Ser avaro es nocivo para tu salud mental, entonces administra mejor tu dinero. Funcionar con un punto de control externo no es recomendable, entonces inclínate más hacia un punto de control interno.

La propuesta es: desplázate en el sentido contrario al que marcan muchas convenciones, sin caer en el otro extremo. Recuerda que el hombre de éxito en casi cualquier cosa es el que es capaz de caminar un kilómetro más de lo solicitado.

Las metas demasiado altas e inalcanzables son malas para tu auto concepto, pero las metas pobres también.

SER PERSONA

Leo Buscaglia
Plaza y Janés, España, 1996.


PRESENTACION
Hola amig@s,

Uno de mis compromisos con la divinidad es enseñar y compartir todo lo que he aprendido. No es una locura que mis libros los resuma para mí y para ustedes y los presente como un aporte de Soluna-E. Mi anhelo es que todo lo que me ha servido le sirviera a los demás pero he comprendido que de las principales características de la creación de Dios es la diversidad así que ya no espero que a todos le surta lo que a mi.

“Ser persona” de Leo Buscaglia nos recuerda que la vida es finita y que es un don, que la muerte nos recuerda que todo es inestable pero que hay maneras de pasarla y una de ellas es ser persona dándonos la plena realización de cada una de las etapas y las vías que existen para que se pueda esto dar.

Leemos en uno de los párrafos: “Cada uno de nosotros es un ser único, una sutil combinación de factores irrepetibles. Somos singulares e incomparables. Lo que somos y quiénes somos ha sido determinado por la herencia, la sociedad, la educación, la familia y los amigos. Tenemos cuanto necesitamos para llegar a ser lo que somos, una imagen perfecta de nuestra personalidad. Para lograrlo, todo cuanto debemos hacer es reconocerlo, desarrollarla y vivirla en acción. Para todos los actos humanos existen alternativas. Cuanto mayor sea el número de alternativas imaginativas y creativas que poseamos, más significativa será la elección y más autodeterminada la acción.”.

Bástenos la anterior cita para motivar a l@s destinatari@s para seguir leyendo el resumen y disfrutarlo porque imagino que desean ser felices y tener la oportunidad de “Ser Persona”.

Y como siempre: Espero comentarios.

Atentamente,


Periodista, Escritor y Creador de Teatro César Chupina
Embajador Cultural de la Paz

Prólogo:
Cada vez más, da la impresión de que estamos perdiendo la alegría de la espontaneidad y la admiración hacia la espiritualidad. Parece habernos alineado el hecho de que todos formamos parte de todo y de todos, y nos hemos retirado hacia el egocentrismo y el aislamiento. Como resultado, nosotros, y el mundo en que vivimos seguimos teniendo un potencial no desarrollado. Somos mucho menos de lo que podríamos ser.

Estoy convencido de que en el continuo esfuerzo para la actualización de cada ser viviente, reside nuestra única esperanza. En esto consiste el desafío de Ser persona y su solo propósito.


Introducción:
Mahatma Gandhi, nos previno en su Autobiografía: “Estoy familiarizado con la superstición de que la autorrealización sólo es posible en el cuarto estadio de la vida, es decir, de sannaya (renunciación). Pero es algo de común conocimiento que aquellos que difieren la preparación para su inestimable experiencia hasta el último estadio de la vida, no alcanzan la autorealización, sino sólo la ancianidad, que llega, en una segunda y penosa infancia, viviendo como una carga sobre esta tierra.”


El principio
Al nacer, recibimos nuestro mayor don -la vida- y, como regalo de nuestro primer cumpleaños, nos vemos obsequiados con un mundo fantástico en el que vivir.

Esos dones, aunque muy a menudo los despreciamos y abusamos de ellos siempre serán nuestras posesiones más reales y valiosas.

La mayoría de la gente no es feliz y no espera serlo es esta vida. Cincuenta mil hombres y mujeres se suicidan cada año en Estados Unidos. Por cada caso consumado hay entre ocho y diez intentos. Los índices de divorcio han alcanzado tal nivel, que el matrimonio moderno no es nada más que un fenómeno social de tanteo, sin significado para muchas parejas. Los malos tratos a los niños se han convertido en una epidemia, y constituyen la causa principal de las hospitalizaciones en la infancia.

No puedo comprender por qué, ante una elección entre la dicha y la desesperación, la gente sigue eligiendo tan a menudo desesperarse. Les han enseñado muy poco acerca del cambio, de la dicha y del desarrollo.

El humanista Bukminster Fuller nos dice que a su modo de ver, la vida no es un cuerpo físico (puesto que podemos perder treinta y cinco kilos de nuestro cuerpo y seguir siendo nosotros mismos). Cree que la vida es una consciencia. La consciencia de la que habla implica, como es natural, mucho más que la simple comprensión.

Lo que nos singulariza entre todas las especies es nuestro cerebro, que no es igual al de ningún otro ser viviente. Las principales funciones de este cerebro consisten en interpretar, diferenciar y almacenar información del medio ambiente. Los resultados de esta actividad determinarán aquello a lo que referimos como nuestra mente. La mente se desarrolla a través de la experiencia percibida por los sentidos, y a partir de esas experiencias, se crean nuestros mundos personales. Mientras continuemos del todo conscientes, mantendremos el proceso de asimilar lo que nos rodea y darnos una interpretación del mundo.

A partir de esta deprimente perspectiva histórica de los seres humanos y de las instituciones que han creado, no resulta sorprendente que debamos buscar agentes fuera de nosotros mismos para hallar alguna esperanza en el futuro.

Ahora poseemos suficiente conocimiento del potencial de lo que es el ser humano como para superar el odio, el miedo, el dolor, el hambre, la guerra y la desesperación.

La idea de que la vida se construye a partir de nosotros mismos no es nueva, aunque nos resistamos a aceptarla, pues si lo hiciéramos nos veríamos forzados a cambiar. Debemos enfrentarnos con el dolor y con el vacío que produce la falta de realización personal; asumir la pavorosa, incierta y exigente búsqueda de esa realización; dejar de culpar a los demás y asumir la plena responsabilidad de crear nuestras propias vidas.

La manifestación de cada persona y el mundo en que vivimos es el requisito mínimo de nuestra experiencia, su propósito principal y su única esperanza.

Este es nuestro desafío: hacer todo lo posible para que la ilusión se convierta en una realidad. A fin de cuentas, nuestra presente realidad no es más que lo que un tiempo fueron nuestras ilusiones.

¿Por dónde debemos empezar? Empecemos en este mismo momento; abandonemos el pasado y aceptemos el ahora; comencemos con las más valiosas posesiones, la única que puede conducirnos a la realización de nuestra personalidad; y hagamos caso del prudente consejo del rabino de Wiesel: ¡Empecemos por nosotros mismos!


ESTADIOS QUE ATRAVIESA EL DESARROLLO PARA CONSEGUIR LA PLENA CUALIDAD DE SERES HUMANOS
En este capítulo trataremos de las etapas que se refieren al crecimiento y potencialidad dirigidos al logro de una plena cualidad humana. Dicho desarrollo comprende cinco etapas muy características y bien definidas. Esas etapas son jerárquicas, cada una de ellas sigue a la otra, desarrollándose en una consecuencia definida. Sin embargo, cada etapa puede ser considerada autónoma, completa, distintiva e independiente de la etapa precedente.

Aparentemente, la vida es un continuo y natural proceso desde el nacimiento a la muerte, pero si reflexionamos nos damos cuenta que la inercia de dicho proceso no es ni suave ni continua sino más bien traumática y quebrada por períodos distintos y en ocasiones violentos.

Estas son, pues, las etapas principales del crecimiento hacia una plena humanidad: infancia, niñez, adolescencia, madurez, intimidad y ancianidad.

En un sentido muy real, cada etapa hacia la madurez se completa en sí misma y puede actualizarse con independencia de cualquier otro estadio, pero, ya que estamos programados hacia nuestra plena cualidad de personas, la vida es siempre, a un mismo tiempo, un estado activo del ser y un cambiante estado del llegar a ser.

“La maduración puede caracterizarse como una secuencia de estados”.

Mediante la teoría de estadios de desarrollo, el psicólogo Eric Erickson ha trazado los conflictos más importantes y las resoluciones en el desarrollo de la personalidad humana, desde la infancia a la ancianidad. Ha formulado una teoría epigenética acerca del desarrollo de la personalidad. El mismo autor ha declarado que existe un plan general básico para el desarrollo de la personalidad y que, emanando del mismo, surgen las partes, “cada una de ellas teniendo su época de especial ascendencia, hasta que todas las partes surgen para formar un todo en funcionamiento”.

Vivir plenamente cada estadio de la vida constituye un auténtico desafío. Debemos tener la posibilidad de vivir nuestras vidas y actualizarnos a cada momento. El mundo tiene una apariencia diferente y, por ende, un significado y propósito distintos en cada instante de la vida.

Cada etapa lleva consigo sus propias y únicas implicaciones, requerimientos y potencialidades. Sólo pondrán ser actualizados si cada etapa se vive y se logra de forma completa.


ETAPA I. LA PLENA REALIZACIÓN DEL NIÑO
El ser humano, tras su nacimiento, es el ser que permanece durante más tiempo indefenso y dependiente. Por lo tanto, lo que será básico para la actualización de ese niño lo constituye aquello que David Norton denomina “autoridad responsable”.

El primer requisito para la realización de los niños se halla fuera de su control y en manos de una autoridad responsable. Esto requiere que la autoridad reconozca y satisfaga las necesidades básicas del niño de tipo físico, psicológico y de enseñanza.

Para organizar su mundo e interactuar en el mismo, los y las niñas requieren un sistema de símbolos – lenguaje, signos comunes-, que les ayudarán a dar estructura a su caótico entorno. Debe tenerse en cuenta que cada símbolo que los niños reciben no es suyo propio, sino que ha sido interpretado, identificado y, seguramente, ligado al mundo tal y como es percibido por otros seres humanos. Esas figuras autoritarias escribirán un diccionario para sus hijos y definirán los términos, tanto de una forma cognoscitiva como afectiva.

Todo el material que es tan esencial para que los niños realicen sus aprendizajes en la vida, como seres únicos e individuales que son, se encuentra ya presente en ellos. Pero en la niñez no existe aún la cualidad de persona. Los niños son en esencia un cúmulo de potencialidad. Aunque dominen la expresión básica los niños continúan siendo una copia de los otros.

Contribuir al desarrollo intelectual y emotivo de los niños puede considerarse una de las funciones principales de la autoridades responsables. Esos individuos deben comprender las necesidades del niño, respetar la valía de éste y reconocer su propio, vital y delicado papel al verificar la eventual personalidad emergente del niño. Deben permitir la actividad espontánea, la conciencia, la evaluación y el continuado proceso de aprendizaje si el niño ha de conseguir un auténtico control sobre lo que le rodea. La Conducta más perjudicial es intentar mantener a los niños apartados de la experiencia o protegerlos del dolor, porque es en este tiempo cuando los niños aprenden que la vida es una cosa mágica, aunque “no un jardín de rosas”.


ETAPA II. EL ADOLESCENTE EN PLENA REALIZACIÓN
De todas las etapas de la vida, tal vez la que más recordemos sea la de la adolescencia, puesto que no parece existir otro estadio más completo de congoja, conflicto e incomprensión.

Dado que como niños, no tenemos una identidad real, llegamos a la adolescencia tanto sin un yo al que recurrir, como sin unas elecciones inherentes a ese yo. Entramos en la etapa de la adolescencia contemplando la vida como sobrecarga de posibilidades, pero sólo para descubrir que dichas posibilidades están en realidad muy limitadas en su acceso y que a menudo resultan frustrantes.

Al igual que en casi todas las experiencias por tanteo, debemos asumir una actitud más defensiva, una forma de vida que ha de ser más auto-afirmativa.

No de extrañar que la adolescencia sea considerada como uno de los penosos “trabajos de hércules” del desarrollo. Lo lamentable de este asunto es que las características más vitales de la adolescencia, tan necesarias para la realización de la personalidad, sean las más aborrecidas por los adultos y la sociedad, y por lo tanto, se vean fustradas con frecuencia.

La adolescencia es un tiempo para la introspección, para tantear, para desarrollar una autonomía suficiente que permita llegar a esos juicios que determinarán el primer concepto de la personalidad.


ETAPA III. PERSONA MADURA EN PLENA REALIZACIÓN
El adulto con capacidad para desarrollar la auténtica madurez es alguien que se ha desarrollado desde la niñez sin haber perdido los mejores rasgos de ésta. Ha conservado las fuerzas básicas emocionales de la infancia, la porfiada autonomía de los años de comenzar a andar, la capacidad para el asombro y el placer y el gusto por los juegos de los primeros años, la capacidad para la asociación y la curiosidad intelectual de los años escolares, el idealismo y la pasión de la adolescencia. Ha incorporado todo ello en una nueva pauta de desarrollo dominada por la estabilidad del adulto, la prudencia, el conocimiento, la sensibilidad hacia otras personas, la responsabilidad, la fuerza y la decisión.

Joseph Stone Y Joseph Church
Childhood and Adolescence


La madurez es a un tiempo un concepto estático y dinámico; estático en el sentido de constituir una etapa en sí misma, que emerge de las complejidades, búsquedas y revelaciones de la niñez y de la adolescencia. A diferencia de las etapas previas que hemos abandonado, nuestra madurez se desarrollará por siempre y sólo puede definirse por el grado y calidad de su presencia en el futuro.

Ocurre algo parecido con los conceptos del amor o del conocimiento: la adquisición de uno y otro nunca tiene fin sino que sólo existe un intenso deseo de experimentar más a fondos ambos. Con la madurez al fin hemos adquirido un yo, una personalidad, un centro que, aunque no se halle del todo realizado, podremos aceptar como punto de partida.

Existen muchas teorías sobre qué es lo que constituye el hecho de ser persona humana madura. Esas teorías tienen sólo significado si se analizan en un contexto que incluye unas consideraciones de tipo cultural, ético, conductual e histórico. Excepto en el modelo de estabilidad, todas las teorías de la madurez ofrecen sugerencias respecto a las actitudes características y acciones de la persona madura. Aunque existen algunos conflictos entre los teóricos acerca de lo que en realidad constituye la plena madurez, hay algunos puntos comunes esenciales.

La madurez no es un objetivo, sino un proceso.

Por lo general, se coincide en que las personas maduras poseen un sentido de la identidad del ego, del yo, tal y como se ha mencionado antes, un sentido de lo que son, con una vida diferenciada y aparte de las de los demás. Pero esas personas separadas también se percatan de la necesidad de una intimidad tanto física como psicológica: la necesidad de relacionarse en un nivel profundo y significativo con los demás.

Las personas maduras tienen un deseo sincero de ser productivas y de compartir esa producción con los demás. Desean crear y compartir sus creaciones. Son espontáneos, se muestran flexibles, receptivos a la nueva experiencia, celosos de la realidad. Son armoniosos con las fuerzas externas, pero autónomos, se muestran preocupados por el proceso de inventar sus propias vidas. Contemplan la experiencia con un continuo acto de hacer elecciones de las que son singularmente responsables.

En esencia, las personas maduras en plena realización se desarrollan continuamente, puesto que percatan de que la madurez no es un objetivo, sino un proceso; que la esencia de la madurez consiste en hacer una elección creativa y responsable.


ETAPA IV. EL PLENO DESARROLLO
DE LA PERSONA ÍNTIMA
Las etapas de la vida nos han llevado hasta ahora a tratar con la aparición y aceptación de la personalidad individual, el yo que nos garantizará nuestras identidades y dará significado a nuestras vidas.

Si no queremos ser dependientes debemos optar por la independencia y aceptar aquellos conflictos que son inherentes a dicha opción.

Si deseamos sobreponernos a la soledad, hemos de aceptar la intimidad, con todas las consecuencias derivadas de esa elección. Nos vemos enfrentados a la elección cardinal: vivir en la intimidad, lo que supondrá algunas renuncias y reajustes de la personalidad autónoma recién valorizada, o bien permanecer aislados. La mayoría de los individuos elegirán la intimidad a cualquier precio puesto que la alternativa es la soledad. La verdadera intimidad es una fuerza positiva sólo si constituye una combinación de fuerzas y energías con otras personas maduras. Debe darse una voluntaria renuncia a algunos aspectos de la personalidad autónoma de cada individuo, con el deseo de conseguir más. Es principalmente gracias a una compañía íntima que recibiremos el obsequio del mundo único de otro, y recibiremos un honesto reflejo del nuestro propio.

En las relaciones pueden darse diferentes grados de intimidad desde el principio, desde las relaciones casuales, hasta las profundas amistades, así como intentos de formar una unión permanente como el matrimonio. Los estudios han mostrado que sólo las relaciones íntimas que van más allá de la sociabilidad, y que ofrecen oportunidades para una unión prolongada, como la vida en pareja o el matrimonio, pueden ofrecernos una contribución a nuestro propio desarrollo, en las que podamos ser nosotros mismos y expresar este ser libremente dentro de un medio ambiente fiable, seguro y comprensivo.


ETAPA V. LA PLENA REALIZACION
DE LA PERSONA ANCIANA
Nuestra sociedad actual intenta no sólo privarnos de nuestro derecho a la muerte, sino también de nuestro derecho a la vida. A los ancianos se les niegan las oportunidades de elección, algo por lo que se han pasado la vida luchando, y sin posibilidad de elección, se ven relegados a extinguirse en la soledad, el desamparo y el abandono.

No se nos permite envejecer sin una profunda sensación de vergüenza. Se nos dice que son aborrecibles las arrugas; que el perder el vigor físico nos convierte en unos seres inútiles; que con la disminución de nuestras facultades hemos perdido toda esperanza de bienestar y productividad.

De todo esto puede deducirse que por el hecho de envejecer físicamente algo funciona mal. Ignoramos el hecho de que en el envejecimiento existe algo más que la edad cronológica.

Sin importar la condición o vulnerabilidad del organismo, la persona no es menos ser humano, continúa teniendo capacidades humanas para sentir y compartir, para la amistad, la creatividad y la producción. La senilidad parece ser más el resultado de sensaciones de inutilidad y de limitaciones que de un decaimiento físico y mental.

El desafío consiste en ser natural en cada etapa de la vida. La edad avanzada tiene asimismo un propósito, y debemos elegir el sacrificarlo o el actualizarlo. La esperanza es una parte real del futuro e, incluso en la edad avanzada, cabe elegirla: la esperanza debe ponerse en la búsqueda continua del propio yo. Es necesario dar significado a los valores recientemente adquiridos, así como a las virtudes y obligaciones que la ancianidad brinda, sin olvidarnos de las intensas formas de sentir, experimentar y percibir que nos ofrece.

La muerte no es algo extraño a la edad, puesto que en un sentido muy auténtico la vida constituye una serie de muertes a medida que se completa cada acto o etapa. Montaigne sugirió que “la muerte es el momento en que termina el morir”.

Las personas ancianas en plena realización no tienen tiempo para aguardar la muerte. Se enfrentan con la prueba de atravesar trabajosamente por dos nuevas etapas y de actualizarse en ellas: su ancianidad y su muerte personal. Deben mostrarse confiadas y dar un sentido a su limitado tiempo en la tierra; han de aceptar la idea de que algún día les llegará la hora y de que incluso serán olvidados, pero que la experiencia de la vida habrá sido de todos modos suficiente.

El significado de la vida no se encuentra al mirar atrás, al hilo continuo que va desde la niñez a la edad avanzada. La vida es algo más que, nacer, crecer y madurar. El significado de la vida es algo intrínseco a cada etapa en que asumimos el desafío de actualizar cada momento que vivimos.


PUNTOS DE VISTA FUNDAMENTALES DE LA PERSONA EN PLENA
REALIZACION
El espectacular desarrollo del ser humano en un período tan corto es sorprendente. Puede sorprendernos el considerar que el hombre actual tiene básicamente el mismo cerebro y cuerpo que sus antepasados de la era glacial, pero este mismo cerebro ha desarrollado ideas, sistemas de creencias, hábitos y costumbres que nos han distanciado cósmicamente de tales antepasados.

A través de la historia, han emergido ideas que han persistido y que han tenido un inmenso impacto sobre los seres humanos, su ética y su estilo de vida. La mayor parte de las mismas han evolucionado en unos sistemas formales filosóficos y religiosos, que han sido adoptados por millones de seres como su forma de vida.


LA VIA DEL TAOÍSMO
El taoísmo fue introducido en china por un hombre llamado Lao-tsé en una breve obra de menos de 6,000 palabras titulada El Tao. El objetivo principal de la filosofía taoísta se dirige a la integración interna y armonía de cada persona. Este modo es un medio de no conformidad. Sugiere que sólo podemos lograr nuestra personal y plena humanidad a través del proceso de desaprender lo que ya aprendido, de modo que podamos tener la oportunidad de volver a estar en armonía con todas las cosas tal como en un principio.


Los taoístas ven poder en la moralidad y, por ello, son más sensibles a la sociedad y los sentimientos de los demás. No emiten juicios y tratan de responder a la actitud de los demás en vez de sus acciones. Rechazan la violencia, la opresión y la fuerza. Rehusan participar en la conquista de la naturaleza o en la explotación de los demás.


Los taoístas en plena realización están convencidos de que el derecho natural y el bien son innatos.


LA VIA DEL CONFUCIONISMO
Confucio nació en China hacia la misma época que Buda en la India y Pitágoras en Grecia, el año 552 a. de J.C. Al igual que la mayoría de los grandes líderes éticos y morales, no escribió nada. Confucio fue un hombre y no un dios. No expuso ni teorías ni una máxima universal. No ofreció fórmulas a la humanidad o mandamientos divinos. Evitó tratar con el misticismo y con los asuntos espirituales, y se preocupo por lo tangible, por las actividades cotidianas, por las complejidades y dilemas de la vida.


Dedicó toda su vida a sus enseñanzas humanísticas y a la formación del carácter moral. El propósito de toda su autoactualización, según Confucio, radica en ayudarnos a descubrir nuestra parte en el proceso de ordenar y armonizar el mundo.

Para Confucio, la cualidad de persona no era un estado de perfección, sino un estado muy humano, siempre cambiante, a menudo acompañada de ansiedad.

Los seguidores de Confucio en plena realización no sólo son personas preocupadas por el cultivo de sí mismas y de la armonía, sino también por las relaciones con los otros seres humanos.

Para la persona, la plena humanidad procede del esfuerzo del cultivo humano y de la perfectibilidad, y de aplicar esta unificación perfeccionante del ser a los demás, al estado y al mundo.


VÍA DEL BUDISMO
Las enseñanzas del budismo surgen de una inusitada preocupación y curiosidad referentes al sufrimiento humano.

Fue un príncipe indio, en el siglo IV, Siddartha Gautama, quien puso en tela de juicio el propósito del dolor, de la enfermedad, de la edad provecta y de la experiencia, de la sensibilidad y del conocimiento que, llegado el momento, lo conducirían a una respuesta, a la cualidad de Buda y la formación de una ética que en la actualidad proclama tener 150 millones de fieles. El budismo moderno ha adoptado básicamente tres formas distintas: una más establecida llamada Hanayana, una difusa denominada Mayana y una esotérica conocida como budismo tántrico.


Los principales motivos de preocupación de esta religión son la persona, la vida de la persona sobre la Tierra, el sufrimiento y su liberación. El budista ve la vida como un llegar a ser dinámico y no un ser estático; para él todas las cosas están sometidas a un constante cambio, ya sea produciéndose, deteriorándose o muriéndose. Según el budismo, aferrarse a lo que no es permanente conlleva sufrimiento, pero ese sufrir puede evitarse. Si queremos eliminar el sufrimiento debemos seguir la Senda Óctuple, Consistente en la recta visión, la recta intención, el recto discurso, la recta atención, el recto sustento, el recto esfuerzo, la recta atención del ahora y la recta concentración.

Para el budista, el conflicto surge del deseo. Es el deseo el que provoca la avaricia, la lujuria, el odio y el apego.

Para llevar una vida plena, el budista insiste en la importancia de la amabilidad, la virtud, el amor, la compasión, el no perjuicio, la libertad, la moderación, la templanza, la regla de oro y el deber mutuo en las relacionas humanas.


LA VÍA DEL HUNDISMO
En realidad, el hinduismo, la religión más antigua del mundo, incluye numerosos cultos y posee por lo menos 230 millones de seguidores.

Las escrituras sagradas que forman la base de la ética hinduista moderna deben buscarse en varias obras, fundamentalmente en Mahabharata y en el Ramayana. El primero contiene el profundo bello Bhagavad Gita, La Canción de Dios.

El hinduismo es una de las religiones más humanas. Su carencia de abstracción, inhibición y refinamiento la compensa con humanismo.

La esencia del pensamiento hindú consiste en la creencia de que la vida sensorial es transitoria y, por tanto, carente de significado. Al buscar la salvación altruista, pueden elegir ya sea una vida contemplativa de inacción, altruista, asumiendo los deberes y obligaciones cotidianas.


LA VÍA DEL ISLAM
El mahometanismo (Islam) es una de las filosofías religiosas más jóvenes y, tal vez la más extendida, puesto que tiene más de 200 millones de fieles.

Fue fundada en la Meca por Mahoma (570-632 d. de J.C), un árabe que predicó que sus enseñanzas se basaban en revelaciones divinas. Esas enseñanzas fueron más tarde compiladas en el Corán, el libro sagrado del Islam. Por lo general se está conforme con que Mahoma fue un auténtico reformador moral. Insistió en que cada persona era responsable de su vida.

Promovió una hermandad universal entre los árabes en que la justicia y la caridad debían ser el bien supremo. Entre las mayores de sus virtudes se halla el dar limosna. Igualmente importantes y en relación con esto figuran la hospitalidad, la amabilidad, el respeto y un profundo sentimiento de la vida en comunidad. Esta comunidad reconoce sólo un Dios absoluto y acepta con compasión la cualidad de humanos de las personas que tratan de ser unos con Él y la naturaleza del mundo en que deben trazar su camino.

En el Corán abundan tres tipos de mensajes para llegar a ser plenamente una persona: un mensaje doctrinal que analiza el lugar que ocupan los seres humanos en la estructura de la realidad, un mensaje metafísico acerca de la naturaleza de lo absoluto y un mensaje doctrinal sobre la vida humana, la existencia y su significado.

Aunque los musulmanes, como humanos, aman este mundo y están profundamente apegados a él, saben que, gracias a una vida apropiada y con la ayuda del Corán encontrarán la paz, la armonía y la unidad esenciales para dejar a un lado su apego al mundo y llegar a ser uno con Dios.


LA VÍA DEL JUDAÍSMO
El judaísmo, aunque posee un reducido número de fieles es una de las religiones más importantes del mundo, y básica tanto para el Islam como para el cristianismo. Por lo tanto, su ética influye en la vida de casi el cincuenta por ciento de la humanidad.

El judaísmo tiene sus orígenes tribales y rituales entre un pueblo nómada, pastoril y semítico, el hebreo. Las enseñanzas se formaron en un solo canon con tres divisiones: La torá (la ley), los Neviim (los profetas) y las Kitubien (las escrituras). Entre los judíos también se consideraban sagrados un grupo secundario de escrituras conocido como los Apócrifos y el Talmud. Todas estas obras son de naturaleza moral y ética y, en consecuencia desarrollan el tema de la persona humana. En esencia para el judaísmo, la persona es creada a imagen de Dios. De este modo, el hombre no es pecaminoso por naturaleza, sino esencialmente bueno.

En la mishná, Avat 3,15 esta escrito “Todo está previsto por Dios, y se le ha dado al hombre libertad de elección” Así pues gracias al libre albedrío todos los practicantes del judaísmo son responsables de sus vidas, de sus acciones y de la sociedad que crean.

Los judíos no pueden ser apáticos respecto a la existencia. Se les ordena que elijan la vida. El aceptar el sufrimiento sin hacer preguntas, como en el libro de Job, aportará la paz, la unidad y el conocimiento.

En el judaísmo el código de la conducta humana se halla claramente declarado en todos los libros sagrados, especialmente en la Torá. Es aquí donde cabe encontrar el más honroso código de conducta en todo el mundo “Los diez mandamientos”.

En esencia, el judaísmo considera a sus seguidores como poseedores de una gran dignidad y un innato poder, al mismo tiempo que con posibilidades ilimitadas.


LA VIA DEL CRISTIANISMO
Por lo cual eres inexcusable, ¡oh hombre! Quien quiera que seas tú que juzgas; pues en lo mismo en lo que juzgas a otro, a ti mismo te condenas, ya que haces eso mismo que condenas.

(Epístola de San Pablo a los Romanos)

En la actualidad el cristianismo constituye la fe de casi 600 millones de personas, aproximadamente el 30 por ciento de toda la raza humana. Más de la mitad de los mismos son católicos, una cuarta parte protestantes de varias sectas y el resto constituyen una míriada de otras ortodoxias.

El cristianismo tuvo sus humildes principios entre un pequeño grupo de individuos, en su mayoría campesinos, conducidos por un notable profeta llamado Jesús de Nazaret. Muchos creyeron que él fue el largamente esperado Mesías. En su breve vida sobre la tierra infundió a sus seguidores una renovada dicha, esperanza, fe y amor a través de los ejemplos vivientes de sus doctrinas perfeccionistas.

Tras su muerte sus creencias fueron reunidas en varios escritos que han tenido gran relevancia como guías de la ética de la vida diaria de millones de personas de todo el mundo. Su canon se denomina Nuevo Testamento y, junto con el antiguo testamento, se han convertido en la Biblia (El libro)

Jesús representa también el foco de la madurez humana. Revela a sus seguidores la verdadera naturaleza humana. Se convierte en el foco de su filosofía de la vida. De este modo es considerado por los cristianos el mayor maestro del “camino” y les ofrece las reglas para convertirse en una persona humana en plena realización.

Mientras que la esencia interior del cristianismo radica en la fe, la expresión externa es el amor. En el núcleo del amor cristiano se halla el darse a sí mismo. El amor cristiano se manifiesta en la relación con los demás, los cristianos son solidarios y humildes.

Como puede observarse tras haber leído este capitulo, existen escasas disonancias entre las diversas teorías filosóficas y religiosas, respecto de lo que significa vivir en una plena cualidad del ser humano.

Con cierto grado de creatividad, inteligencia, diligencia y elección la vida de la persona en plena realización es clara, consecuente en lo principal y ha sido recorrida en el pasado por quienes son personas. El código general y primordial parece surgir de lo que ha sido objeto de mofa como el tópico más supremo y mas simplista “Haz a los demás lo que te gustaría que te hicieran a ti”.

“Da a Dios y al mundo todo lo que eres y todo lo que puedes ser”


DESARROLLARSE COMO UNA PERSONA EN PLENA REALIZACION
No existe escuela para el vivir y son escasos los maestros de la vida. Si buscamos respuestas en la educación formal, la mayor parte de las veces se nos confiere el conocimiento sin juicios y unos hechos sin significado. Si esperamos respuestas de la religión, con mucha frecuencia nos persuaden a que demos el salto hacia la fe, para el que muchos de nosotros estamos mal preparados.

Nos enfrentamos con la realidad de que, si deseamos vivir plenamente y en armonía con la vida, debemos convertirnos en unos estudiantes automotivados.

Debemos estar preparados para el riesgo, mirar en nuestro interior y proceder a través del método del tanteo. Este esfuerzo será principalmente nuestro. Nos veremos obligados a ser nuestros propios mentores.

Así pues, debemos dedicarnos a todo ello haciendo una sensible y honesta evaluación de nuestros pasos. Provistos con fuerza y capacidad de elección, estaremos preparados para considerar algunos medios con los que podemos llegar a ser mejores orquestadores de nuestras vidas y vivir cada día como unas personas plenamente activas y en auténtica realización.


EL PAPEL DE LA MUERTE
Tal vez para vivir plenamente como persona, debamos antes comprender y aceptar sin reparos la muerte. De todos modos la muerte se halla envuelta en su propio misterio. Nunca podrá saberse con antelación cómo o cuándo llegará. No importa lo preparados que estemos, pues siempre nos pillará de sorpresa. Incluso si estamos preparados somos incapaces de resistir su golpe o aceptarlo sin experimentar profundos sentimientos de miedo, ansiedad y aislamiento.

La muerte también nos enseña la inestabilidad de todas las cosas, que siempre cambian y mueren. Así ocurre en la naturaleza y en la vida humana.

La vida que se encuentra libre de ataduras vive el momento y no demanda que éste perdure. Lo importante no es el futuro sino el presente.

Cuando admitamos la muerte como otra etapa del ciclo de la vida, llegaremos a apreciar y evaluar cada encuentro del vivir, sabiendo que no volverá a presentarse de nuevo. Y todos esos momentos serán el fundamento de lo que consideramos el conjunto de nuestra existencia.

La muerte es el mayor maestro de la vida. Sólo puede ser temido por la persona ignorante y aquellos que tienen miedo de vivir.


EL PAPEL DE LA AUTODETERMINACIÓN
“No améis lo que sois, sino sólo aquello en lo que os convertiréis”, Cervantes

Cada uno de nosotros es un ser único, una sutil combinación de factores irrepetibles. Somos singulares e incomparables. Lo que somos y quiénes somos ha sido determinado por la herencia, la sociedad, la educación, la familia y los amigos. Tenemos cuanto necesitamos para llegar a ser lo que somos, una imagen perfecta de nuestra personalidad. Para lograrlo, todo cuanto debemos hacer es reconocerlo, desarrollarla y vivirla en acción.

Para todos los actos humanos existen alternativas. Cuanto mayor sea el número de alternativas imaginativas y creativas que poseamos, más significativa será la elección y más autodeterminada la acción.